Durante el año 2016 vimos cómo se expandía lo que para algunos era una «enfermedad»: la desaparición del puerto jack de 3.5mm. Continuamos viéndolo en el año que dejamos atrás y parecía que, o estabas a favor del Bluetooth, o del Jack. Dejadme que os cuente cómo desde 2014 uso auriculares inalámbricos para casi todo.
«Oh no, [inserte teléfono aquí] no tiene conector Jack para auriculares, estamos perdidos.» «El Bluetooth funciona mal, no puedo escuchar más de 1 hora de música.» «Voy a tener que cambiar todos mis auriculares por culpa de esto. Maldito capitalismo.» La verdad es que con esto del Jack se formó y sigue formando demasiado revuelo.
Ni el audio por cable ha ido a ningún sitio, ni la calidad tiene por qué empeorar, ni el Bluetooth es el demonio. Cada cosa tiene sus ventajas y, de hecho, también utilizo el conector Jack de mi móvil y os explicaré por qué. Empecemos en cambio por el Bluetooth.
La libertad es eso que experimentas con el Bluetooth
Mantener un botón, pulsar en la lista de reproducción y a escuchar música. Sin importar nada, estés donde estés y, mejor dicho, sin importar donde está tu móvil. Esta es la principal razón por la que uso auriculares Bluetooth. Puedes hacer deporte ya sea en interior o exterior sin tener un cable molestando y no necesitas recoger medio kilómetro de cable en un bolsillo si vas por la calle.
El gran ataque contra esa libertad es la duración de la batería. En mi caso puedo salir de casa por la mañana y escuchar música o podcasts mientras voy y vengo de la universidad. Tras ello todavía me queda batería, aunque todo depende del modelo. Yo pongo mis auriculares a cargar por la noche o, incluso, si tengo un rato libre al día siguiente. No tienen carga rápida, pero tampoco mucha capacidad que cargar, así que un momentito ya es útil.
De camino a la universidad cojo el tranvía, abarrotado de gente a esas horas. Llegar y ponerme a sacar el cable de los auriculares Jack, conectarlo y guardarme el móvil es tarea imposible sin molestar. Por ello llevo mis auriculares, que se unen por un imán, siempre en el cuello.
Wearables, donde un conector Jack no tiene cabida
He dicho que uso auriculares Bluetooth desde 2014 y la razón es mi reloj inteligente. Siempre he sido muy de música y hace tiempo tenía un MP3 (sí, con conector Jack) que llevaba a todas partes con mi música. ¡Ahora lo tenía en mi muñeca!
Hizo que me cambiara de Spotify a Google Play Music y logró también que me pasara al mundo de los auriculares Bluetooth. Con ello ya no solo eliminaba el tener que lidiar con el cable y dónde ponerlo, sino también con tener que sacar el móvil para poner la música y controlarla.
Sin duda mereció la pena; aunque hoy en día he dejado de utilizar esta función de Android Wear y he vuelto a Spotify. La razón de ello es la bajada de rendimiento del reloj con Android Wear 2.0 y de la aplicación de Google Play Music. Espero con ganas el momento de volver a disfrutar de aquello.
Pero… he continuado usando a veces el Jack
Oh, lo siento gran dios del Bluetooth, pero he pecado. He continuado utilizando el conector Jack. ¿Por qué si es tan perfecto el Bluetooth? Pues porque no lo es. Ni el Jack es perfecto ni el Bluetooth lo es. Tampoco el USB Tipo C.
Todo se reduce a dos razones principales. La batería: más de una vez me he despistado y se me ha olvidado cargar los auriculares o bien no han aguantado el trote de horas de viaje en tren y autobús. Por otra parte, la Radio FM, que aunque mi móvil principal no tiene, en otros móviles siempre me ha gustado escuchar la radio de vez en cuando para cambiar de aires o escuchar algunos programas.
Siempre llevo en mi mochila unos auriculares Jack.
Es por ello que siempre llevo en mi mochila unos auriculares Jack además de llevar al cuello mis auriculares Bluetooth, sobre todo para socorrerme en caso de emergencia con los segundos. Aunque también porque la Nintendo Switch no acepta auriculares Bluetooth.
Si vas a quitar el Jack, dame algo a cambio
Para mí el conector Jack de 3.5mm se ha rebajado a un respaldo a la hora de escuchar música, de la misma manera que un PIN o patrón te ayuda si no se reconoce tu huella. Para algunos será totalmente innecesario e igual tienen hasta varios auriculares Bluetooth, uno por si el otro se queda sin batería. Pero también estará quien solo pueda usar Bluetooth en el móvil y prefiera seguir «invirtiendo» en auriculares con Jack.
Si un fabricante quita el Jack para poner algo que valoro menos, no querré ese móvil.
¿Que un fabricante quita el Jack? Vale, pero ¿a cambio de qué? Lógicamente si eso que ofrece a cambio no supera en mi valoración personal al Jack, no lo voy a querer. Cada uno verá la importancia que tiene para él este conector.
Sobre estas lineas puedes ver cómo es por dentro el Razer Phone, sin conector Jack. No cabe nada más ya que su amplia batería ocupa demasiado espacio; lo que da mayor autonomía y refrigeración. El propio Min-Liang Tan, CEO de Razer, en su perfil de Facebook contaba esas dos ventajas conseguidas al quitar el Jack. Además de ello en la caja junto al teléfono viene un adaptador de USB Tipo C a Jack con un DAC de 24-bits certificado por THX.
Otros fabricantes solo lo han quitado consiguiendo que sea más fino el móvil en esa parte, han mejorado alguna otra parte o directamente no han puesto nada y puede hacerse un agujero en donde iría el Jack sin sacrificar nada.
Hablando de adaptadores y a modo de extra en esta opinión, siempre he pensado que si dejas el adaptador siempre enchufado a tus auriculares Jack de siempre, no habrá cambio.
¿A qué precio sacrificarías tu conector Jack?