En la historia de la telefonía móvil hay algunas empresas que se han ganado por derecho un lugar en el podio de las más importantes, por su relevancia, por sus productos o por sus innovaciones.
Una de las primeras fue Motorola, no en vano fue la inventora del teléfono móvil como lo conocemos. Junto a la americana hay una europea, Nokia, que a finales del siglo XX se convirtió en la referencia en un mercado que empezaba a cambiar la forma en la que nos comunicábamos.
Unos años después otra compañía vino a ejecutar ese cambio, Apple, una empresa que jamás había hecho un teléfono, y que quizás por eso revolucionó lo que hasta ese momento sabíamos de ellos.
Otras firmas han tenido una importancia crucial por su número de ventas (Samsung), por su extensa trayectoria (Sony) o por otros motivos.
En este año 2017 hemos hablado mucho de Xiaomi, en parte por su llegada a nuestro país, y aunque aún no tiene una posición al nivel de las anteriores compañías en la historia es cuestión de tiempo que lo tenga. Pero antes de pensar en lo que le depara el futuro a esta peculiar empresa repasemos cómo ha llegado a ser lo que es, cómo en muy pocos años, incluso para los plazos marcados en la industria, ha conseguido ser uno de los fabricantes de móviles más importantes del planeta.
Pasado: el origen de Xiaomi
¿Qué significa Xiaomi?
Una de las curiosidades del nombre de Xiaomi es que sus propios creadores han explicado su significado de múltiples maneras a lo largo de los años.
Estrictamente hablando Xiaomi en chino significa mijo, un tipo de cereal similar al arroz. No obstante hay otras interpretaciones si separamos la marca en las dos sílabas, Xiao y Mi.
La primera hace referencia al budismo, religión con la que muchos chinos se sienten representados. La segunda hace referencia a Mobile Internet (Internet Móvil) que es el mercado en el que la empresa se mueve.
En otras ocasiones el nombre de la compañía se ha relacionado con la innovación y la revolución, en un juego de palabras muy apropiado en China, dado que el Partido Comunista mantiene la idea de ese concepto actualmente muy presente.
Los fundadores de Xiaomi, con Lei Jun a la cabeza
Al igual que otras grandes firmas Xiaomi tiene una figura visible, peculiar, que es en gran parte la responsable de haber llevado a la compañía donde está ahora.
Lei Jun es, desde su fundación, el principal valedor de la firma, aunque su currículo ya era bastante amplio cuando se decidió a crear su segunda empresa. Este ingeniero empezó trabajando como ingeniero para Kingsoft, una compañía china de la que llegó a ser CEO.
Quince años después de su entrada, en 2007, dejo la empresa, a la que volvería como presidente en 2011. Pero entre tanto había fundado una librería online llamada Joyo en el año 2000, la cual vendió a Amazon en 2004.
En 2008, tras salir de Kingsoft se convirtió en presidente de UCWeb, una de las muchas empresas en las que había invertido como Business Angel.
Pero fue en 2010 cuando se decidió a crear la que ahora es una de las empresas más reconocibles de su país, junto con personalidades tan relevantes como Lin Bin (vicepresidente del Instituto de Ingeniería de Google China), Zhou Guangping (director del centro de investigación y desarrollo de Motorola China), Liu De (director del departamento de diseño de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Neijing), Li Wanqiang (director general del Diccionario Kingsoft), Wong Kong-Kat, (director de desarrollo del Diccionario Kingsoft) y Hong Feng (director de producto de Google China). No fue precisamente una empresa creada por aficionados en un pequeño apartamento de estudiantes.
Como compañía Xiaomi empezó mirando a Apple y el propio Lei Jun aparecía en sus presentaciones ataviado con un jersey negro y unos pantalones vaqueros del mismo modo que lo hizo siempre Steve Jobs. Lo curioso es que llegó a confesar que no sabía qué pensar de esa comparación, cuando era poco menos que obvia.
Para el directivo chino hay aspectos clave que han marcado su forma de desarrollar los negocios que dirigía. Aspectos como hacer las cosas en el momento adecuado o desarrollador una estabilidad y una usabilidad muy elevadas en sus productos antes de lanzarse a innovaciones que no son más que modas son algunos de los más importantes.
Empiezan los smartphones
Fue en agosto de 2011, un año después de la fundación de la empresa, cuando se lanzó el primer teléfono, un smartphone que contaba en su interior con el software desarrollado por la compañía.
Todo el saber hacer de sus directivos y de sus ingenieros se vertieron en el Xiaomi Mi 1, el primer móvil de la empresa y el que inauguraría la que por el momento es su familia más importante en lo que a calidad y prestaciones se refiere.
Diversificación a más productos
Pero aunque Xiaomi tuviera su inicio, y su foco, puestos en los smartphones ha demostrado que no se trata de una compañía de móviles al uso.
Además de los teléfonos ha desarrollado dispositivos como tablets. La Xiaomi Mi Pad se creó y se ha posicionado como el iPad con Android e incluso el nombre le ha dado problemas a la empresa en Europa, donde por la excesiva similitud del mismo con el del tablet de Apple la Unión Europea ha prohibido la venta de la misma sin cambiar la denominación.
Más tarde Xiaomi entró en un mercado que le era muy ajeno, el de los ordenadores portátiles. De nuevo con una fuerte inspiración en los MacBook Air y en los MacBook Pro la empresa lanzó los Xiaomi Mi Notebook, con los mismos apellidos que los de Apple, Air y Pro.
Pero no frenó ahí. Los accesorios de la compañía van desde las baterías externas a cargadores y regletas con multitud de puertos convencionales y USB a televisores o pulseras de cuantificación.
Las Xiaomi Mi Band han sido un éxito por ofrecer menos que muchos rivales pero con un precio tan ajustado que se establecía bajo el límite del que muchos usuarios tienen para la compra impulsiva. Y fue un éxito. La empresa china ha sido la mejor posicionada en ventas de wearables durante varios meses de 2016.
Asociación con otras empresas
Hasta ahí podríamos entender que la compañía quería llevar un poco más allá el modelo que tenían marcas como la ya nombrada Apple, Sony o LG. Pero de nuevo no parece que la compañía tenga pensado frenar.
Mediante diversos acuerdos de colaboración e inversión en pequeñas startups Xiaomi se ha rodeado de un ecosistema de empresas que crean productos bajo la misma filosofía que la matriz: buen precio y mejores prestaciones.
De esas colaboraciones hemos visto salir vehículos como las bicicletas y los patinetes eléctricos, sistemas de aire acondicionado y muchos accesorios domóticos que han convertido a la marca en una referencia en este campo, sobre todo para los que son muy sensibles al coste.
Entrada y salida de Hugo Barra
En 2014 Lei Jun hizo el que hasta el momento ha sido su fichaje estrella: Hugo Barra. El que fuera ejecutivo de Google y uno de los responsables del éxito de Android se sumaba a las filas de la empresa china para, entre otras cosas, orientar y ejecutar la expansión internacional de la empresa.
Corrieron ríos de tinta sobre el cambio de empresa del brasileño pero durante varios años no se vio ningún salto cualitativo que se explicara por la llegada del nuevo directivo.
Tras algo más de dos años en la compañía Hugo Barra dejó su puesto en Xiaomi para firmar por Facebook y volver a Estados Unidos. El motivo dado por Barra era que su salud se empezaba a ver afectada y que prefería un puesto de trabajo más cerca de su familia y sus amigos, que se mantenían en Estados Unidos.
Distribución internacional
Aunque el movimiento, tanto de entrada como de salida, de Hugo Barra no tuvo mucha repercusión en la presencia internacional de la marca no se puede decir que Xiaomi no estuviera trabajando en esa expansión.
Con presencia en varios países asiáticos como La India, Malasia o Singapur, además de China, Xiaomi también estaba presente en más de veinte países como México o Polonia, pero no se adentraba en los grandes mercados como Japón, Estados Unidos o Europa.
Sí que entró en 2015 en India, donde se planteaba llegar a ser el primer fabricante del país en un plazo de entre tres y cinco años. Sus previsiones se quedaron cortas y actualmente la empresa ya es la número uno. Le ha llevado poco más de dos años llegar a esa posición.
Muchos elucubraban con que el problema de la firma en Occidente estaba relacionado con las patentes que incumplía y que al salir de las fronteras de los mercados en los que estaba se arriesgaba a múltiples demandas por parte de sus competidores.
Afianzando esa parte de su negocio Xiaomi firmó un acuerdo de colaboración con Nokia, una empresa que mantiene una gran cantidad de patentes relacionadas con la telefonía móvil y que podría usar en caso de litigio.
De esta manera, en un paso importante para la empresa a finales de 2017 la compañía ponía un pie en Europa Occidental tras hacerlo en Grecia. Llegaba a España.
Presente: un impacto global es lo que busca la marca
En el pasado Xiaomi, como muchas otras marcas de su país, miraban sólo al mercado local. Actualmente es necesario, si quieren seguir creciendo, que miren a una escala mundial.
Llegada a España
España siempre ha sido un país que ha visto con buenos ojos los móviles chinos. El factor precio siempre ha sido clave en nuestro mercado y el cambio de actitud de las operadas móviles a la hora de subvencionar terminales en los últimos años allanó el mercado de móviles libres, que pasó de un residual 2% a suponer más de la mitad de las ventas totales.
En ese marco es cuando Xiaomi aterriza en España con la apertura de dos tiendas oficiales que no obstante no están operadas por la propia empresa, aunque cuentan con su apoyo oficial.
Pero la clave serán los acuerdos de distribución firmados con los grupos más potentes del país. Empresas como Amazon, Mediamarkt, Aliexpress o Carrefour suponen un porcentaje muy grande del total de los retailers del país. De hecho en nuestro país existe una concentración mayor que en otros del mercado europeo, lo que convenía a la empresa a la hora de elegir un primer puerto en Europa.
Al contrario de lo que muchos temían los precios en nuestro país, si bien lógicamente más altos, no eran tan elevados como para no ser muy atrayentes. Tanto en la gama media como alta la empresa vendía terminales por unos 100 euros menos que su competencia y la diferencia en la gama baja era igualmente notoria.
Xiaomi y Google: Android One
Poco antes de la llegada a España de la empresa Xiaomi presentó un móvil, el Xiaomi Mi A1, que cambió en gran parte lo que esperábamos de la empresa.
La firma se había aliado con Google para lanzar el que sería el primero de una nueva hornada de móviles con Android One que ofrecerían buenas prestaciones, un software limpio y un precio contenido.
El Xiaomi Mi A1 ha sido posiblemente el terminal más relevante de la empresa en 2017 y en mercados como el nuestro se ha agotado en prácticamente todos los distribuidores que lo pusieron a la venta de manera oficial tras el desembarco de la compañía.
No quiere decir esto que Xiaomi vaya a dejar de lado, ni mucho menos, MIUI, pero sí que hay un acercamiento importante a Google, que no deja de ser la que desarrolla el sistema operativo que usan sus móviles.
Valoración y salida a bolsa
Actualmente el tamaño de Xiaomi es sin duda el de una gran empresa. Son más de 16 000 los empleados que tiene, sobre todo en el sureste asiático China, Singapur, La India y Malasia).
Tras un arranque envidiable y una caída en 2015 y 2016 la compañía cerrará 2017 como uno de los mejores años de su corta historia, lo que la prepara para su salida a bolsa, algo que parece que se dará en 2018, si bien el CEO había plantado hace un tiempo que el momento ideal estaría más cerca de 2025.
La empresa de Lei Jun está en conversaciones con diversos fondos para poder empezar a cotizar en los mercados de valores y pretende hacerlo con la que sería la mayor salida a bolsa de una empresa tecnológica, estableciendo un valor inicial de más de 40 000 millones de euros.
Esta salida a bolsa proveería de los recursos necesarios para llevar a cabo la expansión internacional de la compañía en unos términos mucho más ambiciosos de los vistos hasta el momento.
Pasión por el diseño
Steve Jobs era un enamorado del diseño. Había estudiado la escuela alemana de mediados de siglo, la Bauhaus, al igual que lo había hecho Ive. Empresas como Braun habían sido icónicas en su época.
A Xiaomi se le ha reprochado constantemente que su inspiración en la firma de Cupertino era demasiado agresiva y que intentaban imitar al iPhone y a su sistema operativo en cada apartado posible.
Es cierto que en algunos aspectos el reflejo de iOS o de los productos de la compañía de Tim Cook eran más que evidentes si bien lo más llamativo eran las puestas en escena de Jun y las presentaciones, casi calcadas a las de Jobs. No en vano a Xiaomi se la conocía como la Apple China, con lo que eso conlleva de honor y de bochorno.
Sin embargo en otoño de 2016 la marca dio un giro si bien no de 180 grados sí lo suficientemente grande como para poner patas arriba toda la industria.
En una de las presentaciones más icónicas que se recuerdan los diferentes directivos de la compañía salían al escenario para presentar el smartphone para que el se habían congregado allí cientos de periodistas, el Xiaomi Mi Note 2.
Tras conocerlo todo de él la rueda de prensa siguió y se empezó a hablar de un móvil conceptual, el denominado Xiaomi Mi MIX que estaba siendo mostrado como lo que la compañía podía hacer de forma original sin tener que imitar a nadie. Más allá de que la pantalla había sido vista en el Sharp Aquos Crrystal (y es que la empresa japonesa era la que diseñó el panel del nuevo modelo de Xiaomi) el Mi MIX trajo cambios como el sistema de sonido piezoeléctrico, el acabado en cerámica o el factor de forma casi sin bordes en una gran pantalla.
De pronto una diapositiva mostró el precio del terminal. Xiaomi ponía a la venta, de forma limitada, lo que hasta hacía unos instantes era un ejercicio de diseño capitaneado por Phillippe Stark, el popular diseñador francés.
A lo largo de 2017 hemos visto cómo todas las marcas, Apple incluida, han apostado por reducir los biseles de la misma forma en la que Xiaomi mostró y de pronto la compañía ha pasado de ser una suerte de imitador a una suerte de guía de fabricación para el resto de rivales.
No hay que quitar méritos ni a LG por ir avanzando en el campo de la reducción de marcos desde el LG G2 ni a Sharp por desarrollar ese tipo de pantallas pero al igual que alabamos a Apple cuando pone al alcance de la masa de usuarios invenciones ya realizadas podemos decir lo mismo de Xiaomi.
Precios muy bajos
Pese a ese foco en el diseño con todos sus productos la compañía china no es una marca cara y es capaz de rivalizar no ya con compañías extranjeras que se acercaban a su país natal, sino incluso con las que estaban dentro de sus fronteras.
Esto está posibilitado por una inversión en marketing realmente baja y por no dar prioridad a la venta en establecimientos físicos de sus productos. Sin embargo en 2014 y 2015 esto le pasó factura y compañías con productos más caros pero con mejor posicionamiento como OPPO adelantaron a Xiaomi.
Aunque actualmente hay cambios en la estrategia de crecimiento de la compañía el tener unos precios bajos comparados con cualquier marca es algo que sigue siendo parte del núcleo de la compañía.
Su CEO ha declarado en numerosas ocasiones que le extraña que comparen Xiaomi con Apple porque uno de los aspectos más importantes para ellos es poder ofrecer a sus usuarios productos de buena calidad a un precio lo más bajo posible.
Alta calidad
Dispositivos de gran diseño y bajo precio. Esto nos debería abocar sin remedio a unos aparatos de baja calidad o con componentes baratos. Y sin embargo no es así.
Aunque obviamente hay diferencias entre las distintas gamas de producto de la firma todos tienen en común una calidad de construcción, de fabricación y elección de componentes mucho mejor que cualquier otro dispositivo con el que rivalice en precio.
Incluso cuando la expansión internacional de la empresa ha empezado a tomar forma esto se ha podido mantener, lo cual ha sido crucial para un increíble crecimiento de la firma en nuevos mercados. En pocos años ha adelantado a empresas como Samsung en países clave como La India.
La comunidad
Algunas nuevas empresas como LeEco han intentado replicar el éxito de Xiaomi ofreciendo buenos productos a bajos precios pero no han conseguido lograrlo. Uno de los factores diferenciales de Xiaomi con la inmensa mayoría de empresas de móviles del mundo es que tiene una comunidad internacional increíblemente amplia.
Este apoyo se ha convertido en casi una imagen de marca, un hecho que hace que la compañía sepa dónde tiene que invertir, por dónde ha de expandirse y que le ahorra ingentes cantidades en marketing.
Incluso Lei Jun ha destacado este valor como uno de los pilares clave de la compañía a la altura de las ventas online o de MIUI. No es decir poco.
En parte gracias a ello Xiaomi se posicionaba como una de las marcas que más móviles ha vendido en España en 2017, y eso que llegó oficialmente en noviembre.
Ganar dinero con otros productos
Pero ¿cómo es posible que Xiaomi gane dinero vendiendo sus productos a esos precios? La verdad es que no lo gana, o al menos no mucho.
Como empresa en expansión que es actualmente Xiaomi está esforzándose en conseguir usuarios, ganar reconocimiento y lograr tener un tejido lo mayor que pueda. Los beneficios generados por sus móviles son muy pocos. No pierde dinero con cada venta pero sus márgenes se alejan mucho de los que obtienen no ya marcas como Apple, sino otras como Samsung.
Por el contrario la firma tiene ingresos mucho mayores en productos más económicos pero con mayor margen de beneficio. Hablamos de accesorios y aparatos domóticos pero sobre todo de software y es que MIUI es una de sus mayores fuentes de ingreso.
MIUI, la clave
Una de las mayores diferencias de los móviles de Xiaomi con los de la competencia es su sistema operativo. Obviamente disponen de Android, pero de una versión fuertemente modificada llamada MIUI.
MIUI (MI User Interface) es una variante del sistema de código abierto creado por Google pero centrado en ofrecer un servicio a los usuarios chinos. Esto es algo que comparte con otras interfaces como las de Meizu o Vivo y es que en este país Google no tiene presencia por lo que los fabricantes crean su propio ecosistema de aplicaciones, tienda para las mismas y personalización.
Aquí es donde entra en escena una de las principales fuentes de ingresos de Xiaomi y es que tanto las aplicaciones como las opciones de personalización (temas, fondos, melodías…) suponen una comisión en el caso de ser de pago. Dado el carácter de los chinos y la gran cantidad de usuarios que tiene la marca no es de extrañar que lo crucial para Xiaomi sea usar los smartphones como plataforma de lanzamiento de sus servicios, algo más parecido a lo que hace Google que a lo que hace Apple.
Esta variante de Android, que podríamos casi denominar fork, tiene una segunda versión pensada para los mercados internacionales que cada vez son más importantes para la marca. La llamada ROM Global también se desarrolla de forma interna aunque tiene el apoyo y el interés de muchos usuarios y comunidades no oficiales a lo largo del mundo.
Futuro: Xiaomi podría ser la número uno
Hemos visto el pasado y el presente de Xiaomi y también podemos imaginar cómo será el futuro de esta empresa en la próxima década. No obstante en tecnología diez años son toda una era. De hecho hace diez años Xiaomi no estaba ni planteada.
Una empresa global
El principal avance que veremos en los próximos años es una mayor internacionalización de la compañía.
Actualmente hay empresas como ZTE o Huawei que surgieron de China pero pocos las entienden como marcas de móviles chinos, igual que el que Samsung sea de Corea del Sur o Apple de Estados Unidos es irrelevante.
Un cambio de este tipo supondría no sólo un paso adelante sino también una modificación en la empresa en sí misma. Las modificaciones que tendría que llevar a cabo serían ingentes pero es algo que sus rivales ya hicieron hace años y parece el camino natural para Xiaomi, sobre todo ahora que ha dado el paso hacia Europa Occidental y parece que también lo dará en Estados Unidos. En este sentido merece la pena resaltar un comentario sobre la empresa que hizo el mismísimo Steve Wozniak, cofundador de Apple, en 2014: “Xiaomi tiene excelentes productos. Son los suficientemente buenos como para entrar en el mercado estadounidense”
Más allá de los smartphones
Del mismo modo que Samsung es una compañía que va más allá de los smartphones, o LG, o Sony, Xiaomi podría avanzar en el mismo camino. Ya hemos visto cómo su alianza con decenas de empresas la dota de una cantidad de productos al alcance sólo de las mayores corporaciones del planeta.
Una expansión fuera de los teléfonos mejoraría la imagen de marca de Xiaomi abriéndose además a otros mercados en los que si mantiene su misma estrategia de calidad y precios reducidos podría hacer mucho daño a los actuales jugadores. Domótica, electrodomésticos, sistemas de transporte personal… son campos en los que la firma ya tiene experiencia pero en los que aún no tiene la misma relevancia que en los teléfonos.
Estos dos últimos sectores, la domótica y los sistemas de trasporte para una persona (sobre todo eléctricos) tienen un gran futuro por delante, como lo tenía la telefonía a finales del siglo XX.
Software y servicios
Otro ámbito en el que Xiaomi podría destacar es en el del software. Su ecosistema de aplicaciones integradas es increíble y aunque usa Android, creado por Google, es una de las empresas mejor posicionadas para montar su propio ecosistema.
Además podría empezar a hacer adquisiciones o movimientos del mismo modo que lo está haciendo actualmente Microsoft, comprando pequeñas startups sobre todo en ámbitos cruciales como la realidad virtual o la inteligencia artificial en los que de nuevo tiene cierta experiencia pero no es ni por asomo un actor relevante.
Simplemente la traslación de lo logrado en China a otros mercados, incluso a menor escala, supondría una disrupción notoria.
Ni Apple ni Samsung, Xiaomi
Aunque pudiera parecer que el futuro de Xiaomi pasa por ser una especie de clon de Apple o Samsung la empresa de Lei Jun tiene el potencial suficiente como para desarrollar su propio camino.
Sus directivos tienen la experiencia necesaria y sus productos son ya conocidos y valorados y si son capaces de escalar de manera adecuada podrían conseguir un crecimiento muy elevado.
No sabemos cómo cambiará la empresa en los próximos años pero por el momento no ha sido protagonista de ningún fiasco ni problema a nivel internacional como hemos visto en los últimos años en esos rivales. Samsung con el Note 7 y Apple con el iPhone 4 tuvieron muy mala prensa (con motivo). Sí que ha sido acusada de espionaje (algo que en China no se entiende como en Occidente).
Xiaomi aún está en una etapa casi de romance con los consumidores, pese al tamaño que tiene. Cuando empiece a cotizar en bolsa y tenga que rendir cuentas con sus accionistas veremos cambios en su actitud, y es normal, pero no sabemos si eso afectará a largo plazo a su potencial.