El gran público no va a por los dispositivos más desconocidos, sino a por las marcas tradicionales. Y hay una gran serie de motivos a tener en cuenta.
Hace poco un amigo me pidió recomendaciones para comprarse un teléfono. Mi amigo no tenía demasiado dinero, a si que le hice una tabla con muchas opciones. Tras varios días, el chico en cuestión aceptó el Moto G5, frente a terminales tales como el Xiaomi Redmi 4X o el Xiaomi Mi A1.
Le pregunté por qué, y su respuesta era la que me esperaba: no quería marcas raras, y Motorola la conoce de toda la vida. Eso me suscitó la idea para este artículo, ya que el público medio de Android siempre prefiere marcas tradicionales. ¿Por qué? Lo analizamos.
Seguridad, la vieja confiable
Huawei, Samsung, Motorola, BQ… Son sólo unos nombres que ganan terreno entre el usuario estándar ante marcas como Xiaomi, Meizu u OnePlus. Hay varios factores a tener en cuenta para dar respuesta al por qué la gente prefiere gastar un poco más de dinero en vez de aventurarse en estas firmas.
Uno de los motivos más relevantes es sin duda la seguridad. El poder comprarlo en la tienda, garantía en nuestro país, controles de calidad, etcétera. También podríamos englobar dentro al tema del desconocimiento. Estas marcas llevan mucho tiempo en nuestro país y se han visto menos que las otras.
Pero enumeremos uno a uno los motivos más importantes del por qué de esta cuestión. Y ojo, queremos avisar de que esto no es malo. Al fin y al cabo es el consumidor el que sigue sus gustos, y su dinero es su propiedad. Por lo tanto, sigamos.
Confianza en lo que conoces
Mientras que marcas como Xiaomi no se podían encontrar en nuestro país salvo exportación (hasta ahora), marcas como Huawei o Samsung llevan toda la vida aquí. Las conocemos desde los inicios, y han sido las caras más visibles de un mercado cerrado en un país. Eso sin mencionar a marcas propiamente españolas, como BQ o Energy Sistem.
Mientras que una persona que tiene conocidos, compañeros y familiares que han probado estas marcas (e incluso esa misma persona), estas otras firmas son más comunes entre el nicho algo más geek de Android, y son menos visibles. Y el boca a boca es otro aliciente que debemos tener en cuenta.
Cuanto más cercano, mejor
Como ya he dicho, muchas marcas extranjeras se han tenido que adquirir en multitud de ocasiones vía exportación. Mientras que por otra parte, las marcas tradicionales se pueden obtener literalmente a metros de distancia, en tienda física. Y es un elemento de confianza que muchos prefieren.
Internet sigue suscitando miedo en muchos, y necesitan ver cómo su dinero se gasta en un local físico y no esperar a envíos ni cosas así. Eso se añade también a nuestro círculo cercano. Sólo en el círculo de mi familia hay Samsung, Huawei y LG. Nada parecido a mi caso, en el que llevo un OnePlus y pronto pasaré a un Xiaomi.
Una calidad palpable
Si bien no siempre es así, hay una creencia muy firme de que estas marcas tradicionales siguen muchos más controles de calidad que otras marcas. Aunque sí que es cierto que es muy posible que nos encontremos con una calidad muy superior en un teléfono de 800 euros que en uno de 200.
La persona media de Android siente que con ese plus que paga, recibe más calidad y fiabilidad en el producto final. Tiene sentido pensando que los Xiaomi, teléfonos más que solventes, se encuentran por unos precios ridículos. Sin pararse a pensar en por qué es así, se asocian a mala calidad en un momento.
Tener el producto cerca y las falsas creencias contribuyen a la popularidad de las marcas tradicionales
Eso vuelve a hilarse hacia el último punto que tocaremos: el tema de las garantías. Porque un estropicio con tu teléfono siempre puede ocurrir, y no queremos estar con todo al descubierto en el momento en el que nos pase.
Garantías en caso de estropicio
Un teléfono defectuoso, una caída que nos lo rompa… Hay muchos motivos y situaciones que desencadenen un destino fatídico para nuestro Android. Y son dispositivos usualmente caros que también cuestan mucho reparar. ¿Qué hacer ante tal desastre? Tirar de garantía.
El principal defecto que han tenido siempre las marcas extranjeras ha sido el lío de las garantías. Depende mucho de la tienda y del servicio donde lo compres, y en muchos casos estás vendido en este tema con firmas que no han llegado a nuestro país. Y si se te rompe un teléfono de 300 euros sin poder hacer tú nada…
Todo esto se basa en la confianza y en la fiabilidad que se han ido forjando las marcas tradicionales gracias a su presencia en nuestro país, aunque eso suponga un gasto extra frente a alternativas mejores. Por ello, siempre os instamos a investigar y a observar más allá cuidando al máximo vuestro bolsillo. Pero sin cortaros en nada, puesto que descubriréis cosas maravillosas.