Facebook para Android es de las aplicaciones menos optimizadas que existen. Ahora bien: ¿cómo debería mejorar? Menos peso, menos opciones, con Messenger…
Soy de los que lleva criticando la aplicación de Facebook para Android casi desde la primera vez que la instalé en uno de mis smartphones. No se puede decir que sea la más optimizada del mundo, ni siquiera que sus desarrolladores lo intenten. Muchas quejas, pero hoy encontraremos soluciones.
La mejor es desinstalarla, estarás pensando. O utilizar el navegador, un cliente alternativo… Vamos, que Facebook para Android es un auténtico lastre para cualquier dispositivo. ¿La versión Lite? Va por el mismo camino: acabará incluyendo casi lo mismo que la versión original hasta convertirse en un monstruo devorador de recursos. ¡Basta ya!
Facebook, no necesitamos tantas opciones en tu aplicación
En Facebook ya no saben qué desarrollar para que la red social evolucione. Más métodos de interacción, el tiempo para el día incluido, más maneras de insertar publicaciones… Y, como es obvio, Facebook investiga para que tengamos la máxima cantidad de publicidad en su aplicación. Eso no es malo, pero sí lo es el consumo y gasto de recursos que conlleva usar su aplicación.
Hay detractores de Facebook y defensores (menos), pero todos habremos pasado en algún momento por la red social. Tuvo un pasado en el que era hasta divertido abrir la aplicación, pero poco a poco se ha ido convirtiendo en un sistema operativo dentro del propio Android. Como ya analicé una vez, el objetivo de Facebook es que no salgas de Facebook. Aunque tengas que llevar siempre encima dos batería externas.
Elaboremos nuestro Facebook perfecto, ese que nos gustaría abrir aunque solo sea para ver las fotos de gatos de nuestra tía. Estas son mis sugerencias; todas basadas en el uso que hago de la aplicación.
Menor peso, de la aplicación y del caché
Este es el talón de Aquiles de Facebook para Android: nada más instalarla, y con solo unas horas de uso, engorda tanto el caché que pone en peligro a los móviles con escaso almacenamiento. Y es que basta una pasada al muro para que Facebook guarde toneladas de imágenes y de otros archivos.
Una experiencia más ligera y más rapidez en el scroll. También se debería reducir el contenido a descargar y que Facebook utilizase un sistema más optimizado de uso. Con la de miles de ingenieros que tiene la empresa resulta incomprensible que no haya encontrado la forma de optimizar el espacio.
Menor gasto de batería
Ya hicimos la prueba: el ahorro en batería que supone desinstalar Facebook es tan nototio que basta con quitarlo para disfrutar de bastante tiempo lejos del enchufe. Si a esto le sumamos que tampoco hay tanta actividad urgente en la red social nos topamos con que el gasto en segundo plano debería recortarse de manera drástica.
Igual que con el almacenamiento a Facebook se le va la mano con la sincronización en segundo plano. Incluso puede colgarse la aplicación dando al traste con la batería. Como decíamos antes, estos errores de optimización no se deberían permitir.
No queremos más añadidos, solo que funcione como red social
Ni previsión meteorológica, localización de contactos, compraventa… ¿Para qué necesitamos todo eso en la aplicación? Reduciendo opciones también se optimiza, sobre todo cuando la experiencia que se busca en móvil es lo más concisa posible. Ver nuestro muro, publicar actualizaciones, escribir en las de nuestros amigos… Ni añadidos ni Historias.
Facebook se está convirtiendo en un almacén de posibilidades que no interesan a nadie
Facebook se ha convertido en una aplicación con el síndrome de Diógenes: todo lo quiere para ella, lo necesiten o no los usuarios. Y debe llegar un momento en el que la empresa se dé cuenta de que así tampoco consigue aumentar las cifras de uso.
Messenger integrado
Hablo a tono particular porque este punto me amarga especialmente: ¿por qué he de descargar una app aparte cuando en el Facebook de mi ordenador lo tengo todo integrado? Porque con messenger se suma el doble de gasto: tener dos aplicaciones conectadas a los servidores de Facebook es como soltar al monstruo de las galletas en la fábrica de Oreo.
Si una aplicación ya consume en exceso, con dos es el acabóse
Encontrar una forma de aligerar la aplicación de Facebook mientras se integra la mensajería de Messenger. Y también sin añadidos: conversar y no demasiado más. Ni juegos ni Historias.
¿Qué le pides tú a Facebook?
Que la aplicación para Android funcione de forma ligera y sin tragar recursos es algo tan difícil que casi prefiero pedirme un unicornio por mi cumpleaños. Pero estoy convencido de que si Facebook siguiese los puntos anteriores conseguiría una experiencia más fluida sin que se perdiera la esencia de la red social, esa que se ha diluido con el paso de los años.
¿Qué le pedirías tú? He de reconocer que yo no la tengo instalada, al menos hasta que la necesito para algún artículo. Y basta con descubrir el gasto que supone en batería y datos para desinstalarla de nuevo hasta la siguiente ocasión en la que me siento obligado. ¿Crees que ha dejado de ser útil? Yo he llegado al punto en el que recomiendo sacarla del móvil. Esta sería la solución más drástica, pero razonable.