A pesar de que los widgets se siguen usando en Android, son un elemento que está cada vez más desaparecido. Esta es su historia y su futuro.
Como suele ocurrir en todo lo que atañe a la personalización, hay quien usa mucho ciertos elementos y luego están los que apenas se deciden a cambiar. Android es el paraíso de aquellos que desean adaptar por completo el móvil a su estilo, pero no todos los elementos de personalización son igual de populares. Y los widgets han perdido tanto fuelle que están casi en peligro de extinción.
Sí, seguro que dices «Yo tengo en mi móvil tal widget» o «Pues yo los sigo utilizando», pero los desarrolladores cada vez apuestan menos por ellos, las aplicaciones de widgets han dejado de tener relevancia, no aparecen nuevas y, por mi propia experiencia, he comprobado cómo los usuarios están dejándolos de lado en favor de escritorios lo más minimalistas posible. ¿Es el fin de los widgets en Android?
Widgets, la novedad más importante de Android 1.5 Cupcake
Estos elementos flotantes en la pantalla principal del móvil no siempre estuvieron en nuestro sistema, que Google no los introdujo hasta la versión 1.5 de 2009. Aun así, puede decirse que casi llevan acompañándonos toda la vida. Y hay un widget muy concreto que estimuló estas mini aplicaciones: el de reloj incluido en Sense para la HTC Hero.
Los widgets llegaron a Android en el 2009 coincidiendo con 1.5 Cupcake
Google ya había marcado la senda de los widgets para los relojes con el reloj redondo que apareció en Cupcake, pero no hay duda de que fue HTC la que hizo que surgieran decenas de aplicaciones destinadas a imitar el estilo y funcionalidad de Sense. Entre ellas Beautiful Widgets, de las primeras en aparecer y también de las más populares. Recuerdo perfectamente esta app: fue mi primera compra en el Android Market allá por 2010.
Muchas fueron las aplicaciones que introdujeron un widget para utilizarlo junto a la app principal. De hecho era una queja muy común entre los usuarios: valorar de manera negativa una aplicación porque esta no incluía un widget. O no funcionaba todo lo bien que debiera. ¿Cuánto hace que no escuchas este comentario?
Tuvimos widgets por encima de nuestras posibilidades
Estas pequeñas aplicaciones funcionando en segundo plano tienen escasas ventajas reales. Pueden informar del tiempo, de la hora, colocar en el escritorio los últimos tweets u ofrecer información en tiempo real de cómo funciona el sistema, pero siempre serán eso: informativos. También lúdicos y con un componente de personalización, características que se engloban dentro de la superficialidad.
¿Qué ventaja real tiene un widget en comparación con un acceso directo en el escritorio? Solo el carácter informativo y personalizable, poco más. Aunque no es desdeñable, por supuesto: ver de un vistazo qué ocurre en una app sin la obligación de entrar en ella también resulta algo práctico. Pero no demasiado: para interactuar con el contenido deberemos acceder a la aplicación igualmente.
Los widgets pueden ser muchas cosas, pero la utilidad real no suele estar entre ellas
A la falta de utilidad real se han ido sumando otros elementos. Pantallas más grandes que permiten un número mayor de accesos directos sin necesidad de crear carpetas, el sistema de notificaciones ha mejorado muchísimo, los launchers también han ascendido de nivel… Y diría que la mala fama les asestó el golpe final: siempre se ha dicho que los widgets gastan mucha batería. Lo cual no tiene que por qué ser cierto en la mayoría de casos.
Los widgets están un elemento exclusivo de Android que terminamos exportando en mayor o menor medida. Tuvo mucha popularidad hace años, pero su uso se fue reduciendo de forma considerable a partir de ICS 4.0. Seguramente sobrevivan, pero solo serán un sombra de lo que fueron.
Widgets incluidos por el fabricante, los últimos supervivientes
Sobreviven, subsisten en cada móvil nuevo, con cada actualización… en aquellos usuarios que mantienen su móvil tal y como venía de fábrica. Son el último reducto de una especie que antaño marcaba una de las diferencias claras en Android.
Por lo general suelen venir en cualquier móvil que posea cierta personalización en su capa: el widget con la hora y el tiempo en el escritorio principal. También el widget de la búsqueda de Google. Y ambos permanecen casi por defecto para la gran mayoría de los usuarios, especialmente aquellos que tampoco se preocupan de personalizar en exceso su móvil. Apuesto a que sin esos supervivientes ya estarían condenados a desaparecer.
En lo personal a mí me gustan los widgets en Android, aunque reconozco que también he dejado de usarlos. A excepción de uno que mantengo en todos los móviles que tengo: el widget de reloj con el tiempo en la localización actual. Algo absurdo porque sé la hora con solo fijarme en la esquina superior izquierda de la pantalla y puedo saber el tiempo con solo asomarme a la ventana, pero me resulta obligatorio. Quizá sea por el deseo desde mis inicios en Android de imitar al mítico reloj de HTC Sense.
¿Sigues utilizando los widgets en Android? ¿Cuál es tu preferido, ese sin el que tampoco podrías pasar en un móvil nuevo?