La polémica está servida en el debate de la semana, sección en la que los protagonistas sois vosotros; debatiendo acerca de las novedades del mundo de la tecnología en general y Android en particular.
Hace unos días debatíamos sobre si el precio de los móviles de alta gama iba a continuar creciendo, uno de los puntos más interesantes era la búsqueda de la innovación sobre la potencia. Un tema sin duda peculiar.
La guerra en potencia cada vez importa menos
Los últimos meses han dejado en algunas personas un sentimiento de excesiva continuidad en lo que respecta a nuevos móviles. Pocos fabricantes han mostrado sus propuestas de gama alta, y los que han lanzado nuevos móviles, lo han hecho con procesadores del año pasado.
La guinda del pastel llegó con el Galaxy S8, el cual únicamente era un 10% más potente en CPU que el S7, por lo que hemos llegado al punto en el que la innovación tiene que llegar a otros vertientes. Dejar de fijarnos en los números.
Lo que no nos dicen los números
Para muchos usuarios, los números siempre han sido un indicativo sobre la calidad de un dispositivo. Más megapíxeles, más gigahercios, más resolución de pantalla, mAh o mejores puntuaciones en los benchmark. Llevamos años mencionando que los números importan poco, pero es que hoy en día importan aún menos.
El mejor sensor que utilizan los móviles a día de hoy tiene 12MP, y el ir añadiendo más núcleos con más gigahercios cada día importa menos. Existe un valor que muchas veces denominamos como intangible, que aunque no le podamos poner una cifra, al final acaba importando.
Crear capas de personalización pulidas que hagan que un teléfono rinda bien, o simplemente mejorar la experiencia fotográfica con una aplicación bien diseñada son algunos indicativos importantes, pero no los únicos. Al final, la calidad del audio o de construcción no son cosas que podamos medir con un número, aunque podemos percibir cual es mejor. Y en estos intangibles, el software juega mucho a favor.
El software cada vez más importante, y no podemos medir su importancia con un número.
Al final lo que importa es el precio
Hay un eterno debate que se revive cada vez que llega al mercado un móvil que incluye un procesador que igual no está a la altura de su precio, como puede ser el reciente HTC One X10, como pasó con el Moto Z Play o el Xperia X.
Lo cierto, es que al final, el principal foco de críticas hacia teléfonos de un supuesto precio reside en el procesador, y el punto de comparación suele estar en el procesador.
«Si el HTC One X10 tiene un Helio P10 y hay móviles de 100€ con P10, el HTC debería valer 100€» es una de esas comparaciones que más vemos repetirse (no concretamente con ese móvil), que nos hacen pensar si estamos comprando dispositivos completos o simplemente procesadores en una carcasa. Ahora es tu hora de opinar.
¿Importa tanto el procesador como parece?