Como jugador que lleva en Pokémon GO desde el primer día, analizo la evolución del juego desde sus inicios a la actualidad.
Los juegos móviles pueden ser de mil estilos y con otras tantas temáticas, pero no son muchos los que apuestan por la realidad aumentada. Ya sabes, superponer elementos falsos al enfocar a una zona con el móvil utilizando la cámara. Pokémon GO hizo uso de esta táctica uniendo otros dos elementos: el coleccionismo y el carisma de los Pokémon. Sería un éxito asegurado, como así ocurrió.
En El Androide Libre hicimos un seguimiento del juego durante los primeros días. Y hasta yo mismo me vi abrumado por la avalancha de jugadores que se lanzaban a la calle móvil en mano. La fiebre llegaba a tal nivel que bastaba con poner un cebo en una Poképarada para que, minutos después, se llenase de jugadores. Dicha fiebre fue aflojando hasta lo que vivimos en la actualidad, pero en ningún momento desaparecieron las ganas de capturar Pokémon. El juego ha evolucionado, para bien y para mal.
El boom: cuando no se hablaba de otra cosa
La mejor manera de definir los inicios de Pokémon GO es utilizar esa onomatopeya: «boom». Fue una auténtica explosión que alcanzó a todas las edades, sin importar la educación, nivel social o económico. Ibas por la calle y todos andaban buscando Pokémon. Hasta abuelos en busca de un Charmander, era flipante.
El boom de Pokémon GO atrapó incluso a quienes nunca habían oído hablar de Pokémon
Como decía, bastaba con poner un cebo en la Poképarada más cercana para observar cómo se llenaba en minutos. Ni regalando Bollycaos acudía tanta gente, era impresionante. Y no había ningún tipo de maldad: personas divirtiéndose y compartiendo sus gustos. Aquí está la base de Pokémon GO: entretenimiento puro utilizando el smartphone como una mera lupa de un mundo invisible.
El boom aguantó dos meses como tal, más allá se fue desinflando por un error grave de Niantic: no fueron capaces de ofrecer las mejoras que el público demandaba y tardaron mucho en reaccionar. Tanto que estamos viendo las mejores novedades más de seis meses después. Aunque no corramos tanto.
Los eventos: la única forma de revitalizar la captura de Pokémon
No se ha revitalizado en exceso el juego a lo largo de los meses, pero sí que se introdujeron los llamados eventos. Durante una semana clave el juego otorga ventajas añadidas a las habituales. Más puntos de experiencia, recompensas con el doble de caramelos, Pokémon que salen más fácilmente… Funcionan tan bien que los picos de descargas se han producido justo en esos eventos.
Los eventos han funcionado para revitalizar Pokémon GO, pero solo de manera puntual
Halloween, Navidades, Acción de Gracias… Incentivar a los jugadores que más tiempo le dedican a Pokémon GO y traer de vuelta a aquellos que abandonaron el juego debido a la monotonía que, inevitablemente, se produce después de haber conseguido media Pokédex.
No es mala solución, pero con un parche no se ha recuperado la masa de jugadores inicial. Estoy convencido de que los cambios en un juego tan global no son sencillos, pero también creo que Niantic tendría que haber evolucionado la mecánica, criaturas y entornos de manera más rápida.
Ahora sí estamos asistiendo a la evolución que esperábamos. Se han introducido 180 nuevos Pokémon, en dos tandas diferentes. Salir a la calle es mucho más divertido ya que aparecen nuevas criaturas. Tenemos más objetos, pronto podremos cambiar el vestuario de nuestro avatar… Apetece retomar la costumbre de salir en busca de Pokémon.
¿Qué nos depara el futuro? Un juego con más competencia y acción
El sábado pasado estuve en uno de los eventos Pokémon que se realizaron en centros comerciales. Concretamente, en el de La Maquinista, en Barcelona. Asistir fue como retroceder en el tiempo hasta los primeros días de la aparición del juego en las tiendas móviles: los Pokémon inundaban el centro comercial y a quienes paseaban por él. Espectacular.
Los entrenadores Pokémon volvieron a conquistar la calle durante el evento del sábado
Lo mejor de este juego es que se practica al aire libre e impulsa las ganas de pasear y de encontrarse con gente. Conversar sobre los Pokémon que tienen tus amigos, comprobar en qué nivel están, pronto podremos compartir las criaturas que hayamos capturado… Y habrán combates en tiempo real y uno a uno que favorecerán la interacción y la picardía. Pinta muy bien.
Caminar entre aficionados a Pokémon mientras yo también iba capturando a los nuevos fue una experiencia única, como volver al verano de 2016. No es más que un juego inocente y así es como hay que tomárselo. Un juego que junta la infancia de los que crecimos junto a la Game Boy con la infancia de quienes disfrutan con los Pokémon en su Nintendo 3DS. Todo gracias a un juego móvil, ¿no es mágico?