Ayer recibimos la noticia de la llegada de Android Wear 2.0, una actualización necesaria que llevábamos meses esperando. Desafortunadamente, esa actualización ha dejado por el camino a varios relojes bastante populares, una decisión que no nos ha acabado de convencer.
Nos gusta que llegue Android Wear 2.0. Realmente se trata de una actualización que mejora drásticamente el ecosistema de relojes inteligentes de Google. No obstante, existe un detalle que no nos ha gustado, y es que Google una vez más vuelve a crear la fragmentación en uno de sus sistemas.
Android Wear, la promesa de un entorno controlado
Recuerdo los comienzos de Android Wear. En aquellos momentos creíamos que los wearables iban a tener mayor relevancia en el mercado tecnológico. Claramente nos equivocamos, pero nuestras expectativas eran elevadas.
Google había decidido tomar las riendas del sistema operativo. No estaban dispuestos a dejar que el caos de la fragmentación llegase a su nuevo ecosistema, y para ello fueron bastante tajantes.
Para evitar que Android Wear fuese un sistema descontrolado, Google eligió a un reducido número de socios. Si querías lanzar un reloj con Android Wear no solo necesitabas el beneplácito de Google, sino que también tenías que hacer sacrificios.
Lanzar un reloj con Android Wear exigía ofrecer soporte de actualizaciones y no lanzar capas de personalización
La primera versión de Android Wear que merece la pena no es para todos
En una época en la que las capas de personalización eran el principal problema de las actualizaciones, eso fue como un soplo de aire fresco. Quien nos iba a decir que al poco tiempo nos la iban a colar.
Android Wear 2.0 lleva meses en desarrollo, un desarrollo tan largo que en ocasiones pensamos que no acabaría llegando al mercado. Las filtraciones se cumplieron, y la versión final de Android Wear 2.0 fue publicada junto a dos nuevos relojes.
¿Qué relojes recibirán Android Wear 2.0? La lista no es escasa, ya que además de los nuevos LG Watch que ya incluyen Android Wear 2.0 de serie, 18 relojes más recibirán la nueva versión. ¿Es una gran cifra? Sí. ¿Es la que nos gustaría? Ni mucho menos.
Hay cinco relojes que se quedan fuera de la lista de actualizaciones, y son los siguientes:
- LG G Watch: Lanzado en junio de 2014.
- Samsung Gear Live: Lanzado en junio de 2014.
- Moto 360 de primera generación: Lanzado en septiembre de 2014.
- Asus Zenwatch de primera generación: Lanzado en septiembre de 2014.
- Sony Smartwatch 3: Lanzado en octubre de 2014.
Sacrificamos libertad y merecemos algo a cambio
Como hemos podido comprobar, los únicos relojes con Android Wear que han sido abandonados fueron aquellos modelos de primera generación. A pesar de que algunos de ellos no incluyen características como WiFi o altavoces, si que tienen especificaciones de sobra.
De hecho uno de los problemas que tuvo Android Wear en sus primeros años era que prácticamente todos los relojes tenían las mismas especificaciones y todos ofrecían exactamente la misma experiencia de uso.
Si lo comparamos con los móviles, el ciclo de actualizaciones de estos relojes lo podríamos catalogar como correcto, y es que ningún teléfono del 2014 más allá del Nexus 6 ha recibido Android Nougat. ¿Por qué los relojes deberían recibirlo entonces?
Si Google quiere el control absoluto, debe mejorar su ciclo de actualizaciones
Pues básicamente, porque es un entorno controlado al 100% por Google. Google ha impedido que varios fabricantes tengan Android Wear, ha evitado que tengamos variedad gracias a las capas de personalización. Para Google, el ciclo de actualizaciones es de dos años, ya sea un Nexus, un Pixel o un Android Wear, y eso debería cambiar.
Google una vez más juega a ser Apple, pero se olvida que Apple si da un soporte de actualizaciones más prolongado a sus dispositivos. Si Google nos quita la libertad pero nos sigue ofreciendo el mismo soporte de actualizaciones que ya catalogábamos como poco longevo, no entendemos en que punto salimos ganando.