Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana… Bueno, en realidad no hace tanto, unos 9 años. Y la galaxia era la misma. Pero en esa época Android puro no existía, y HTC triunfaba con una interfaz gráfica llamada Sense.
Cuando Google presentó Android lo hizo espoleado por el iPhone. En sus orígenes el sistema operativo no iba a estar pensado para una interfaz táctil pero el móvil de Apple lo cambió.
Esto hizo que el factor forma acabara siendo algo bastante homogéneo, y los diferentes integrantes de la originaria Open Handset Alliance quisieran diferenciarse por software, algo que Google alentaba.
Antiguamente el concepto no existía
Los más viejos del lugar quizás recordéis los primeros móviles con Android, los de HTC, que no tenían una capa propia pero que no decíamos que llevaran Android puro porque Android era eso, no había alternativas.
Incluso el primer móvil con Android de Samsung vino sin Touchwiz, algo que se estrenaría en el primer Samsung Galaxy S.
Pero fue HTC la que abrió la caja de Pandora cuando presentó el HTC Hero, un móvil bonito por fuera pero espectacular por dentro gracias a una capa gráfica: Sense.
Android visualmente no era uniforme
En ese momento el resto de fabricantes vio que no podía adaptar simplemente el lenguaje de diseño de Android a sus móviles y que si quería competir con el creciente gigante taiwanés debería crear una capa a su medida.
Cada fabricante tenía su capa gráfica
Samsung lanzó Touchwiz y otros fabricantes le siguieron, como Sony o LG que en aquel momento recargaban muchísimo más sus móviles de lo que lo hacen ahora.
Algunas marcas entonces menores como ZTE o Huawei no se sumaban a eso, quizás porque implementar una capa gráfica implicaba una mayor potencia y eso lastraba el precio.
Android puro nace cuando las capas degeneran
Sin embargo los fabricantes empezaron a realizar cada vez más modificaciones en el sistema y poco a poco móviles con un hardware decente para la época mostraban un comportamiento indigno.
Las cada vez más numerosas funciones implementadas en los móviles recargaban la memoria RAM de los terminales y llenaban sus escasas memorias internas.
Google salió de su fortaleza y decidió enseñar a sus vasallos cual era el camino a seguir. Nacían los Nexus.
Los Nexus traen el concepto al público geek
Para lanzar su primer terminal enfocado a desarrolladores Google se alió con el mayor fabricante del momento, HTC, y surgió el Nexus One.
Este modelo no era muy diferente de sus hermanos Desire pero su interfaz era más similar al HTC Magic que al HTC Hero.
Poco a poco los mejores móviles de los mejores constructores iban aumentando la potencia, la calidad de fabricación y por supuesto el precio. Sin embargo los Nexus siempre eran más rápidos y fluidos y eso culminó en el Nexus 5.
El Nexus 5 como paradigma de Android puro
Este modelo es el que se viene a la mente cuando los más tecnófilos hablamos de Nexus. Fue el punto más álgido de una estrategia que ya ha muerto.
Un móvil que costaba la mitad que otros terminales similares y que ofrecía una experiencia superior en cuando a usabilidad.
En esos mismos momentos fue cuando Google decidió que Android también podría ser bonito y primero con Holo y después con Material Design el sistema empezó a ganar puntos en uno de los puntos en los que menos destacaba, el estético.
Marcas como Motorola, de la mano de la propia Google, llevaron el concepto a la gama media y baja, donde muchos usuarios quedaron encantados con él.
Sin la fluidez Android puro no gana nada objetivamente
Pero pese a ello lo que más llamaba la atención de los Nexus era su electrizante respuesta, iban mejor que móviles más caros e incluso cuando los precios subieron esa sensación se mantuvo.
Pero los fabricantes no son enemigos de la mejora y entendieron que si el usuario valoraba la fluidez habría que darle eso, aún a costa de hacer menos recargada una capa y de quitar funciones. Funciones que extrañamente, o no, nadie usaba.
Los último terminales estrella de cada fabricante son móviles extremadamente potentes y fluidos. Quizás un Galaxy S7 o un LG G5 no sea siempre igual de rápido que un Nexus 5X pero la diferencia ya no es tan sustancial como antes.
Los móviles chinos se apropian de la idea
Guardando las distancias con respecto a lo que es capaz de hacer Google, muchísimos fabricantes chinos han optado por utilizar la versión de Android AOSP que no implementa ninguna capa gráfica.
De esta forma no se recarga el sistema aunque eso también ha hecho que prácticamente todos sean iguales en lo que a software se refiere, exceptuando marcas que casi han apostado por un fork del sistema como Meizu o Xiaomi.
Google se aleja de Android Puro
Actualmente incluso Google se está alejando del concepto que teníamos como Android puro, implementando algunas novedades exclusivas para sus Google Píxel, algo que si bien no llega a ser una capa gráfica sí que lo diferencia de sus rivales.