Hace unos años si preguntabas por las calles de España qué es el Black Friday lo más probable que que recibieras respuestas tipo “una canción de U2”. Hoy es una fecha marcada en muchos Google Calendar, un día destinado a lanzarnos sobre las ofertas como un león contra la gacela enferma. Una antesala de lo que está por venir cuando las lucecitas con forma de estrella de las calles se enciendan.
Como muchas otras cosas, el Black Friday es una tradición norteamericana que ha terminado por exportarse al resto del mundo. Se trata del día después de Acción de Gracias el cuarto jueves de noviembre (en EEUU, en Canadá se celebra el segundo lunes de octubre).
Para quien no lo sepa, Acción de Gracias es una celebración que aúna las tradiciones nativas americanas y europeas, en la que se escenifica el agradecimiento a Dios por una buena cosecha. ¿Y qué mejor que celebrar una buena cosecha que gastándote los cuartos en unos cuantos caprichitos?
La historia del Black Friday, de la mano de Acción de Gracias
La historia del día de compras y desenfrenos está estrechamente vinculado a Acción de Gracias en EEUU (la historia de esta celebración en Canadá es ligeramente distinta). Existen varias hipótesis sobre cómo nació Acción de Gracias, aunque la más aceptada apunta al año 1621 en Plymouth -actual Massachusets-, cuando unos colonos celebraron un gran banquete para conmemorar una buena cosecha.
Acción de Gracias une la tradición europea y la nativa americana
Esta celebración se repitió en los años siguientes con la participación de tribus indias como los Squato o los Patuxet que residían en esa zona y que colaboraban con los colonos enseñándoles a cazar, a explorar el terreno y quienes dieron a los británicos comida tras un invierno muy duro.
A lo largo de los años esta celebración se fue extendiendo a lo largo y ancho del recién nacido país, especialmente tras la independencia, cuando se celebró una acción de gracias en diciembre de 1777 para celebrar la victoria en Saratoga ante los británicos. Pero no sería hasta la presidencia de Abraham Lincoln cuando en 1863, plena Guerra Civil, se fijó como fiesta nacional el último jueves de cada noviembre.
De cómo el Black Friday movió la fecha de Acción de Gracias
Desde ese momento Acción de Gracias se convirtió en el pistoletazo de salida de la temporada de compras navideña. Pero en 1939, por segunda vez en los más de 70 años, la celebración cayó en el día 30. Descontentos por tener una temporada de compras algo más corta, las asociaciones de comerciantes reclamaron al presidente Franklin D. Roosvelt que cambiase la fecha.
Los comerciantes presionaron para cambiar la fecha de Acción de Gracias
Los comerciantes no querían una temporada de compras que durase más de 24 días, pero tampoco querían romper la tradición de esperar al viernes después de Acción de Gracias para bajar los precios. Así, Roosvelt, que quería fomentar el movimiento de la economía en plena II Guerra Mundial, decidió fijar finalmente la festividad en el cuarto jueves de noviembre.
Pero ¿por qué “negro”?
Desde el principio de la década de los 30 el Black Friday marca el inicio de la temporada navideña, aunque por aquel entonces sólo era día después de Acción de Gracias. El nombre por el que todos lo conocemos hoy no lo recibiría hasta la década de los 60.
Existen varias leyendas urbanas acerca de cómo un día en teoría alegre como es este recibió un nombre con unas connotaciones aparentemente tan siniestras, dado que el calificativo “negro” suele ser dado a días en los que ha ocurrido una calamidad.
El color de los números de los negocios y la venta de esclavos son algunas leyendas
Una de estas leyendas apunta a que era el día en el que los números de muchos negocios pasaban de estar en rojo a estar en negro. Otra leyenda indica que era un día en el que los esclavistas ofrecían a los dueños de las plantaciones cautivos con un fuerte descuento. También se dice que el nombre lo dieron los empresarios, que veían como muchos de sus empleados llamaban para decir que estaban enfermos.
La policía de Philadelphia, responsable del término
Pero la realidad es distinta. El término nació en Philadelphia en 1966, y se originó en el cuerpo de policía de la ciudad. Para cualquier trabajador que tuviera que tratar de organizar el tráfico o atender al público entre las hordas de paseantes en el distrito comercial de la ciudad el día era una auténtica pesadilla. Y así comenzaron a llamarlo Black Friday.
El término se extendió, aunque a muchos vendedores no les gustaba como sonaba y se intentó cambiar a ‘Big Friday’, sin embargo no cuajó. Cabe destacar que aunque siempre ha sido un día importante de ventas, sólo en los últimos años ha cobrado la relevancia que tiene actualmente.
Se trató de cambiar el nombre por las connotaciones negativas
Por ejemplo, en la década de los 90 se situaba entre el quinto y el décimo puesto el el ránking de días con más ventas, siendo el sábado anterior a Navidad el rey indiscutible. Fue en 2002 cuando el Black Friday tomó las riendas.
El cybermonday
A medida que las compras a través de la red se popularizaban en la primera década del siglo XXI, las plataformas de e-commerce no sólo hicieron suyo el Black Friday, sino que también buscaron su propio espacio: el Cyber Monday, o Ciber Lunes.
Ya era un día muy activo en la venta on-line
El término lo acuñó Ellen Davis, y fue usado por primera vez el 28 de noviembre de 2005. Se decidió usarlo después de que se dieran cuenta de que en los últimos años el lunes siguiente a Acción de Gracias había sido uno de los más activos en la compra de productos on-line, algo que no ha parado de crecer desde entonces. En 2015 se facturó en EEUU 2.290 millones de dólares.
También es de destacar una festividad similar creada en China, el día del soltero o Single`s Day, que se celebra el 11 de noviembre como ya os hemos contado.
Salto a Europa de la mano del e-commerce
En los últimos años, con el desembarco de gigantes del comercio electrónico americanos en Europa, como Amazon, unido a la crisis económica que hace más apetecibles aún las ofertas, el Black Friday se ha comenzado a convertir también en una tradición en el viejo continente, igual que en América Latina.
La crisis económica ha ayudado a la adopción del Black Friday en Europa
La popularidad ha ido creciendo en nuestro país especialmente en los últimos dos años -más en las grandes superficies que en el pequeño comercio-, pero poca gente se resiste a una suculenta oferta, y finalmente le Black Friday ha acabado por convertirse en una fecha elegida por muchos para comprarnos esos gadgets al que hemos echado el ojo en los últimos meses.