La imagen y el texto fueron los reyes en los primeros tiempos de internet debido, sobre todo, a que las conexiones eran tan justas como una RAM de 1 GB. Webs tan atractivas como un muro de hormigón, estáticas como las figuras de cualquier museo de cera y, en definitiva, con un contenido que debía ser lo menos pesado posible, igual que cualquier cuñado. El vídeo debía triunfar tarde o temprano cuando las conexiones mejorasen, algo que ocurrió en el momento que pasamos al ADSL y fibra.
El vídeo es el formato perfecto para que el contenido llegue a todas partes y permita ser disfrutado casi por cualquier persona. Audio, sólo imagen, combinación de ambas, texto en los subtítulos, vídeos en 360 grados para ampliar la visión a la hora de reproducirlos, realidad virtual… El vídeo es la estrella de internet, igual que las webs que se dedican a compartirlos. Pero existe una guerra en este campo que aún no terminó de librarse: los vídeos verticales contra los horizontales.
Lógica contra posición natural
Empecemos diferenciando ambos modos de grabación y de reproducción. Y nada mejor para ello que un vídeo de Glove and Boots traducido por Ernesto Pacheco: «Síndrome del Vídeo Vertical».
La lógica nos dicta que la posición correcta de un vídeo es la horizontal porque, tal y como nos muestran Glove and Boots, todos los aparatos de reproducción mantienen una relación de aspecto basada en la posición apaisada. Esto no es casualidad: de esta manera el campo de visión es mucho mayor lográndose que en el plano entre la mayor parte de escenario y acción posible. Imaginad un vídeo vertical: si centramos al protagonista en el plano no dispondremos de más información aparte de dicho protagonista.
No existirían las películas, tampoco las grabaciones personales de familia. Al fin y al cabo, ¿quién querría aparecer en una filmación como parte de un segundo plano apenas visible? Todo lo que queda por detrás de la parte principal de la escena queda obviado por el cerebro, de ahí que el vídeo vertical triunfe gracias a dos razones: el uso natural del móvil y el enorme egocentrismo que vivimos gracias a las redes sociales. Ya se sabe: todo lo que queda detrás del sujeto es secundario.
Las nuevas aplicaciones favorecen la grabación de vídeo en vertical
El fenómeno del vídeo personal y de las transmisiones en directo no es nuevo, que ya tiene un tiempo. Y no sólo es propio de Snapchat, que Vine e Instagram ya pugnaban por la orientación vertical a la hora de compartir contenido. Como ya dije en el apartado anterior, resulta bastante lógico grabar así porque es de esta manera como se agarra el móvil, por lo que abrir la cámara (o app) y pulsar en el botón de «rec» son dos pasos que se hacen sin pensar. Y así salen los vídeos después, claro, sin pensar.
Compartimos snaps grabando en vertical, buscamos Vines en esta misma orientación y, como tanto la reproducción como la grabación se realizan a través del smartphone, no apreciamos ningún inconveniente. El problema viene cuando exportamos esta manía a la aplicación de cámara: compartir por ordenador el resultado puede ser un suplicio para el que lo ve. Por no hablar de la epidemia vertical que vemos en las noticias y programas de entretenimiento.
¿Que se graba un snap? Bueno, pues en vertical. ¿Un vídeo para compartir por Instagram? No importa en exceso porque la relación de aspecto habitual es 1:1. Pero intentad que el resto de vídeos sean en horizontal, que luego tendréis dos bonitas franjas negras cuando salga el tortazo de vuestro amigo en ese popular programa de zapping.
Ayudemos a mejorar el mundo: pescozón para el que grabe en vertical
No me meteré con las aplicaciones que sólo permiten ese tipo de grabación porque poco podemos hacer más que resignarnos (en Periscope puede cambiarse a horizontal, recordadlo), pero sí que me empeñaré en que la posición del móvil cuando se abra la app de cámara esté en horizontal. No nos va la vida en ello, pero sí contribuiremos a que el mundo valga un poco más la pena.
Movamos la balanza hacia el lado contrario: que el vídeo vertical no gane la batalla al horizontal. Porque las grabaciones no están hechas sólo para el móvil, que tarde o temprano querremos verlas en otros dispositivos. Como dicen Glove and Boots, corremos el riesgo de que George Lucas reedite todas las películas en formato vertical. Ahorrémosle a la humanidad este mal trago.