Internet se ha convertido en la principal herramienta para conseguir información de un producto, incluso cuando tenemos pensado comprarlo off-line. Por eso las críticas y los comentarios de otros y clientes se han convertido en una de las principales razones para realizar o no la compra. Y era cuestión de tiempo que llegasen los fraudes de reviews falsas.
Amazon, Play Store, TripAdvisor son algunas de las principales víctimas de esto. Hace unas semanas Amazon lanzó el programa Vine, que ofrecía a sus comentaristas más destacados la posibilidad de probar productos. Durante la presentación del servicio, Nacho García-Valdecasas, responsable de Amazon Vine explicó que el 93% de los internautas lee al menos un comentario.
El sector de la hostelería es seguramente uno de los más afectados, con aplicaciones como TripAdvisor o Yelp siendo muy criticadas en este aspecto. Pero Amazon y las tiendas de aplicaciones también han sufrido lo suyo, o incluso aplicaciones de citas. Una de cada tres críticas que leemos probablemente sea falsa. Un 60% de las que otorgan cinco estrellas en Amazon y un 20% de las que dan cuatro. Y es que hay gente que ha logrado ganarse la vida gracias a las críticas falsas.
Reviews falsas: una forma de vida
Cuando el favor de los comentarios tiene una influencia tan importante en la caja, es cuestión de tiempo que alguien decida pagar por buenas críticas. Y una vez alguien lo ha hecho, lo más probable es que todos los demás tengan la necesidad de seguirle.
Un buen ejemplo es Todd Rutherford, que trabajaba en una agencia que se dedicaba a promocionar libros autoeditados. Tras cansarse de perseguir a periodistas para que leyeran el libro, Todd decidió comenzar a escribir comentarios en tiendas como Amazon sobre el libro a petición del cliente, cobrando 75€ por publicación y nació la web GettingBookReviews.com. Pronto tuvo que comenzar a ofrecer packs -20 reviews por 400€- y llegó a facturar 25.000€ mensuales, hasta que una clienta descontenta le desenmascaró, Google le retiró la publicidad y Amazon le vetó.
100 dólares y empieza la fiesta
Hace un año, Amazon emprendió acciones legales contra varias webs similares a las de Rutherford, en las que se ofrecían comentarios benevolente para diversos productos de la tienda. Las webs eran buyazonreviews.com, buyamazonreviews.com, buyreviews.net y buyreviewsnow.com, ninguna de las cuales sigue funcionando.
Sin embargo, una búsqueda en Google de cinco minutos basta para encontrar, por ejemplo, una página que ofrece distintos paquetes que van desde los 5 críticas verificadas y 5 sin verificar por 100 dólares hasta 100 comentarios por 600 dólares. También se pueden comprar 50 críticas y 100 descargas en Google Play por 99 dólares.
Una práctica ilícita
Según un informe del Centro de Estudios de consumo, en España, artículo 26 de la Ley de Competencia Desleal prevé que las prácticas comerciales encubiertas son conductas desleales por engañosas. Las define como «incluir como información en los medios de comunicación, comunicaciones para promocionar un bien o servicio, pagando el empresario o profesional por dicha promoción, sin que quede claramente especificado en el contenido o mediante imágenes y sonidos claramente identificables para el consumidor o usuario que se trata de un contenido publicitario».
En suma, la compra de opiniones o falsas reviews constituyen una práctica comercial desleal, por tratarse de un modo de publicidad ilícita por engañosa en el contenido y por la no diferenciación de contenidos que, en último término, pueden afectar a la toma de decisiones económicas del consumidor en el mercado, siendo suficiente la potencialidad de engaño, ilicitud o deslealtad para calificar la conducta como tal.
Este mismo estudio considera que quienes incumplen la ley son tanto quienes ofrecen las falsas reviews como quienes las compran. La web que los aloja podría estar también actuando ilícitamente si conociera que los comentarios son falsos y no hiciera nada por retirarlos. El caso antes mencionado de Amazon -que sirve como ejemplo en el estudio-, la empresa habría actuado correctamente al eliminar los comentarios y denunciar a los responsables.
Las aplicaciones de citas no se libran
Las tiendas y aplicaciones de recomendaciones hosteleras no son las únicas que tienen que hacer frente a las falsificaciones -o que participan de ellas-. También las aplicaciones de contactos. Aunque parece que la aplicación ha hecho un buen trabajo en los últimos meses eliminándolos, en Tinder era relativamente habitual encontrarte con perfiles -normalmente femeninos- que te invitaban a seguir la conversación en otra aplicación. Otros perfiles falsos tenían como objetivo recabar información como números de teléfono o cuentas de correo.
Pero algunas aplicaciones de este tipo van más allá y son ellas quienes crean perfiles falsos normalmente femeninos, con el objetivo de atraer a los machos de nuestra especie. En noviembre de 2014 recibí una oferta a través de Infojobs Freelance de una compañía llamada S&S Diffusion que quería que crease 1.000 perfiles falsos en tres semanas para el lanzamiento de un sitio de encuentros (desconozco cual).
¿Esto es la vida real? ¿O es sólo fantasía?
Como ahí fuera, Internet está lleno de rincones oscuros, y rincones aparentemente luminosos que esconden cartas bajo la manga. La red nos ofrece una enorme cantidad de información con la que, aparentemente, podemos tomar la decisión de desembolsar o no una cierta cantidad de dinero en un producto. Pero queda claro que tal vez esa sensación de información sea más ilusoria que real. Si no podemos confiar en lo que leemos en Internet ¿qué nos queda?