La experiencia con un smartphone depende de multitud de factores. Que si el hardware (procesador, memoria, sensores…), también el software (capas, aplicaciones instaladas…), garantías y servicios post venta o, incluso, la segunda mano a la hora de apuntar a una nueva compra. Pero hay un primer aspecto, también primordial, que los fabricantes tratan con mucho mimo: el packaging.
El embalaje o packaging no es tan importante en el terreno de los smartphones si nos atenemos al impacto de venta. Por ejemplo, en un supermercado elegimos un producto u otro en función de cómo se presenta la caja, sus colores y el diseño, pero, por lo general, no miramos la caja de un smartphone, sino que vemos el móvil en un escaparate o en fotos. ¿Dejan de prestarle atención por ello los fabricantes? Ni mucho menos.
El packaging de los teléfonos móviles cambió una barbaridad con el paso del tiempo, y si habéis tenido un móvil de cada época habréis podido comprobarlo. ¿Cuál es la tendencia? En la actualidad, triunfa el minimalismo y el reto de tratar de hacer lo más compacto posible el packaging para que así ocupe poco durante el transporte. Pero no siempre fue así.
Evolución de la caja en los móviles: de inmensa a casi minúscula
La evolución de los propios teléfonos móviles ha sufrido una parábola invertida tan curiosa como llamativa, al menos en lo que se refiere al tamaño (la imagen superior es una infografía de DailyInfographic). Del mastodóntico primer teléfono de Motorola, que era móvil si alguien te ayudaba a llevarlo, hasta la mínima expresión que alcanzaron los Motorola StarTac o Ericsson con su T28. El resto de la historia es de sobras conocida: al hacerse táctil la pantalla, ésta fue creciendo para devolver a los smartphones de nuevo a tamaño ladrillo.
De grandes a minúsculos hasta hacerse inmensos. Y claro, así el móvil así la caja. O quizá no
Pero no estamos aquí para hablar de las dimensiones de los gadgets, sino de los embalajes en los que se venden. Siempre fueron grandes hasta la irrupción de Apple con su packaging comprimido para su primer iPhone. A partir de ahí, la tendencia fue la de reducir el volumen poniendo énfasis en que los materiales del embalaje, su diseño, la manera de desempaquetar y la primera impresión que se llevase el nuevo dueño fuesen de nota.
El unboxing es un ritual muy arraigado dentro del ámbito geek, hay hasta canales sólo con esa parte de la review. Y no me extraña: bajo mi experiencia, desempaquetar un nuevo smartphone supone sentir la emoción de abrir por vez primera el cofre de un tesoro. Depende mucho del móvil que contenga la caja, pero sería más o menos así:
El mensajero entrega el paquete envuelto en un sobre de plástico con el logotipo de la mensajería. La emoción se desborda, como cuando estás a escasos minutos de esa cita que llevas esperando meses. Te sientas con la escasa tranquilidad de quien se enfrenta a la emoción de algo nuevo, desgarras el sobre de plástico con ansiedad, igual que el otro sobre que siempre aparece tras el primero. Y allí está: una caja de cartón menuda con la foto del móvil impresa al detalle. Retiras temblando los diminutos sellos de plástico que mantienen unido el embalaje, los dedos se estremecen cuando la tapa se desliza suavemente hasta descubrir el tesoro, tu corazón vibra ante el brillo de la pantalla por primera vez, aún apagada y con el plástico protegiendo el cristal, ardiendo en deseos de que le den por fin la vida. Segundos más tarde, esa vida, y la tuya, se unirán bajo la mirada de la configuración como único testigo.
Los smartphones con un mejor unboxing, pasión extrema por el detalle
El primer impacto de un smartphone no surge a través del embalaje o de su desempaquetado, pero éste ha de guardar consonancia con la experiencia que, se supone, arroja el dispositivo. Como es lógico, los smartphones más caros suelen tener un mejor packaging, aunque esto tampoco tiene por qué ser la norma. Arriba podéis ver cómo evolucionó el Packaging en los Samsung Galaxy S, referente en gama alta para Android.
La caja es mucho más que una caja por más que en la actualidad haya perdido importancia
Además de por el precio, también hay fabricantes que ponen un mayor empeño que otros en ofrecer una mejor presentación para el unboxing. Apple no deja este aspecto al azar, por ejemplo; Samsung tampoco, que suele poner especial énfasis en lograr que su packaging sea tan bonito como ecológico; Xiaomi apuesta por el cartón sin colorido con embalajes también ecológicos; y todos se agarran a unas líneas de diseño genéricas: caja rectangular, tamaño reducido, mínima expresión en accesorios y sin instrucciones.
Una vez marcadas las líneas generales, veamos unos cuantos ejemplos en lo que llamaría «packaging de la hostia». Empiezo con este concepto del Samsung Tocco Lite: sencillamente espectacular. Podéis saber más en Ultralinx.
Muchas marcas se esfuerzan en ofrecer buenos unboxing en sus cesiones a prensa porque, ya se sabe, acabarán destacando este aspecto cuando hagan la review. Mirad el packaging que le hizo Alcatel al One Touch Idol 3, este vídeo de Android Authority lo muestra en todo su esplendor. Id al segundo 22.
El unboxing para prensa del Moto E de segunda generación fue una maravilla. ¿Os gustan esos libros desplegables con los que se arman objetos en tres dimensiones al abrir sus páginas? El unboxing va por ese camino, toda una delicia para el niño que llevamos dentro. Miradlo, SlashGear se encargó de grabarlo.
Si tuviera que destacar un unboxing de entre todos los smartphones que desempaqueté en mi vida, creo que me quedaría con el del OnePlus One. Una de las normas de la marca china es ofrecer la mejor experiencia en cada detalle, packaging incluido. Miradlo, en FAQsAndroid se tomaron su tiempo para grabar la experiencia.
Si hablamos de evolución, y dado que este apartado lo abrió una infografía de Samsung, remato con el unboxing oficial al Samsung Galaxy S7. El estilo cambia de manera notable con respecto a los anteriores smartphones de la marca, algo que se agradece si tenemos en cuenta que el diseño del smartphone tampoco sufrió grandes cambios.
Embalajes más pequeños y cuidados, pero con menos componentes
Hacer un unboxing es un proceso sencillo con el que se da a conocer la caja, el móvil nada más retirar la tapa (siempre es lo primero que aparece), el estilo que marca el diseño y los distintos accesorios que surgen al quitar la bandeja con el smartphone. Estos accesorios fueron reduciéndose casi tanto como el propio packaging: ahora tenemos el cargador, cable, también unos auriculares (generalmente) y poco más. ¿Dónde quedó el libro de instrucciones, la correa de muñeca, la tarjeta de memoria incluida…?
Las cajas se han hecho tan pequeñas que apenas cabe el móvil y poco más
El libro (o varios, que muchos dispositivos venían con un montón de manuales en diversos idiomas) es lo de menos, ya que antes nos encontrábamos hasta con fundas al abrir el embalaje. Las cajas se hicieron tan pequeñas, y los móviles tan grandes, que apenas queda espacio para lo imprescindible. Y no sé vosotros, pero creo que, por lo que pagamos ante muchos smartphones, bien les valdría a los fabricantes incluir un extra. Antes se hacía, pero… ¿de verdad era solamente porque las cajas eran más grandes?
Todos guardamos un embalaje concreto en la memoria
Todos recordamos con cariño una caja especial, y no siempre coincide con el smartphone que más nos gustó. Después del esfuerzo que realizan los fabricantes creando el packaging (existe un equipo de diseño sólo para eso), de encajar todos los elementos en ella y de asegurarlos contra los golpes del camino, su destino inmediato tras la compra es la basura. O quizá no, hay ocasiones en las que se guarda como un tesoro.
Más allá de las sensaciones que aporta el packaging, os recomiendo que guardéis las cajas de los móviles que compráis. Ya hemos visto que cada vez ocupan menos, por lo que no existen excusas. Y, además, es un aliciente para la venta de segunda mano, por lo que hay que tenerlo en cuenta.
¿Cuál es esa caja que más os emocionó desempaquetar? ¿Qué embalaje hubiese hecho llorar al propio Spielberg? Me mojo yo primero: me encantó el packaging del OnePlus One. Precioso (podéis verlo por dentro en esta imagen, y por fuera en esta otra).