Mantengamos la calma: de momento solamente es un rumor [Y desmentido por la propia Telegram]pero la noticia de que Google estaría interesada en comprar Telegram (tanto que podría desembolsar mil millones de dólares por la operación, bastante menos que los 19.000 millones que gastó Facebook por WhatsApp) va a ser el tema de conversación estrella de los próximos días. Imaginemos por un momento que la noticia se hace realidad, ¿si Google compra Telegram, será eso suficiente para plantar cara a WhatsApp?

Partimos de la base de que Telegram ronda los 100 millones de usuarios mensuales, mientras que WhatsApp supera con holgura los mil millones de usuarios activos al mes (por no hablar de que Zuckerberg también puede presumir de Messenger, la aplicación que recientemente ha superado los 900 millones de usuarios).

Así que no, los tiros de la posible compra de Telegram por parte de Google no parecen estar influenciados por el número de usuarios de la plataforma. Hay algo más, y Sundar Pichai parece tener en mente una apuesta de todo-o-nada por el mercado de la mensajería instantánea.

Si Google compra Telegram, ¿se acabaron sus problemas de mensajería?

Para empezar, no debemos mirar esta operación desde el punto de vista de la competencia entre WhatsApp y Telegram. La clave para entender el por qué de esta operación pasa por analizar la situación en la que actualmente Google se encuentra en el mercado de la mensajería instantánea.

Básicamente, Google no ha conseguido convertirse ni en un Skype ni en un WhatsApp por más que lo ha intentado, y Hangouts, pese a ser una excelente herramienta de comunicación, está muy lejos de convertirse en una alternativa real para el usuario medio.

La plataforma de Hangouts simplemente no tiene forma de plantar cara a sus competidores en el mercado de la mensajería instantánea, y Google es muy consciente de ello. Ya a finales del pasado año 2015 aparecieron reportes (WSJ.com) de que Google estaba trabajando en una nueva aplicación de mensajería instantánea, pero… si Pichai se puede permitir comprar una plataforma ya establecida, ¿por qué no hacerlo?

Además, no olvidemos el pequeño detalle de que en la red es un secreto a voces que Google ya intentó una vez comprar WhatsApp (BusinessInsider.com), pero la operación se le escapó de las manos debido a que, entre otras cosas, su oferta fue de tan solamente diez mil millones de dólares.

¿Cuál es el problema de Hangouts?

Google lo ha intentado, pero Hangouts no termina de convencer.

Google lo ha intentado todo con Hangouts. Respuestas rápidas, versión web cuidadavideollamadas, adaptación a Android Wear y hasta la opción de hablar por Hangouts sin necesidad de tener cuenta de Google; todas estas opciones han estado un paso por delante de la competencia, y a pesar de ello ninguna novedad ha sido capaz de dar el golpe definitivo sobre la mesa.

Hangouts llegó como el sustituto de GTalk, y desde el primer momento los usuarios se sintieron confusos en una interfaz que había perdido esa esencia de sencillez que ofrecía Google Talk. Las intenciones eran buenas, pero lo que pretendía ser el asalto a la floreciente mensajería instantánea del año 2013 acabó siendo visto por los usuarios como «un intento de copiar WhatsApp«.

Y aunque sea un dato más bien anecdótico, basta con que echemos un vistazo a las fichas de las principales aplicaciones de mensajería instantánea en Google Play para darnos cuenta de que algo falla en Hangouts. WhatsApp tiene una media de valoraciones de 4,4; Telegram, un 4,2; Hangouts no supera el 3,9 de media en las valoraciones, a la par que Messenger.

¿Y qué supondría todo esto para los usuarios de Telegram?

Y aquí aparece otra gran incógnita de esta operación. Si Google compra Telegram, ¿qué cambios tendrán que resignarse a aceptar los actuales usuarios de la plataforma? Pese a los malos agüeros que generan en un primer momento este tipo de operaciones, la compra de Telegram por parte de Google no tendría por qué suponer ningún cambio abismal en el funcionamiento de la aplicación.

La compra de WhatsApp por parte de Facebook no ha supuesto ninguna revolución en la plataforma (es más, Facebook no quiere ni nuestro euro al año), por lo que en un principio no hay ningún motivo para el pánico. Otra cosa es el miedo que nos genera el historial de Google con sus transiciones de mensajería instantánea, especialmente el paso de GTalk a Hangouts.