Uno de los productos estrella de este Mobile World Congress ha sido el MateBook de Huawei, un híbrido entre portátil y tableta que funciona con Windows 10 y que ofrece lo mejor de los dos mundos: la productividad de un portátil con la comodidad de una tableta. Un ejemplo más de un fabricante de móviles que se mete de pleno en el mercado de los PCs.
No es el único, Alcatel también ha presentado su Plus 10, otro más de los convertibles con Windows 10 que aspira a ocupar el espacio tanto del portátil como de la tableta. Pese a los intentos de Google, Android no es una plataforma ideal para tareas de productividad. Su Pixel C es una excelente tableta, pero todo el que la ha probado coincide que no es idóneo para estas tareas. El iPad tampoco, aunque la gran cantidad de aplicaciones optimizadas facilitan enormemente la adaptación. Windows 10 puede aspirar a ocupar este espacio.
Convertibles con Windows 10: Portatiles y tabletas en un único ring
El concepto «un sistema operativo para todos los dispositivos» de los de Redmond ha metido en un único ring a los fabricantes de ordenadores tradicionales -como Dell, Acer o HP- y a los de dispositivos portátiles que quieren su porción de tablets en un único ring, y ambos lo hacen con una filosofía bien distinta.
Los fabricantes de ordenadores se han aproximado a los híbridos con la perspectiva de un portátil, poniendo un gran énfasis en el hardware. Por su parte, los que vienen del mundo de los smartphones lo han hecho con la lente de la electrónica de consumo, en la que el diseño puede ser tan importante como las especificaciones del dispositivo.
La fusión de dos mercados que se deshinchan
Ni el mercado del PC ni el de las tabletas está en su mejor momento, sin embargo es muy posible que una combinación de ambos pueda ser la fórmula para revitalizarlos. Muchos usuarios necesitan un dispositivo con el que trabajar, pero luego quieren una tableta con el que visualizar contenido y navegar por Internet desde el sofá.
La irrupción de estos fabricantes de dispositivos móviles en el mercado del portátil sin duda es beneficioso para el usuario. Otra cosa es para los fabricantes tradicionales, que pueden ver como su territorio se ve invadido por marcas empujadas por la inercia del móvil y con la capacidad de llegar al usuario no sólo con las especificaciones sino también ofreciendo un dispositivo con un diseño cuidado y que den ganas de usarlo. El escenario para los fabricantes tradicionales puede haber cambiado.