En el mercado de los smartphones, existe una serie de productos que acaban siendo un rotundo éxito, mientras que otros terminan resultando ser un fracaso. En este amplio rango de elementos, nos encontramos toda clase de circustancias, como teléfonos que han llegado a ser lo que son por el marketing, mientras que otros se han ganado un renombre por el buen soporte a sus usuarios. También existen productos que sin parecer gran cosa acaban saliendo bien, y otros que llegan con altísimas expectativas que acaban siendo una decepción.
Hoy vamos a hablar sobre un teléfono que pertenece a este último grupo. Un teléfono que prometía ser lo mejor del año pasado, y que acabó recibiendo numerosas críticas en múltiples aspectos. ¿Se mereció el Nexus 6 semejante fracaso? Hoy lo analizamos las claves del teléfono que Google ya ha dejado de vender.
Google y Motorola ¿La combinación ganadora?
Allá por 2012, Google se hizo Motorola Mobility por un valor de 12.500 millones de dólares, siendo una de las adquisiciones más importantes de los últimos tiempos. En aquellos momentos, hubo mucha especulación sobre si Google abandonaría la marca Nexus – productos realizados en conjunto con terceras compañías – para lanzarse en la aventura de convertirse en un fabricante más como Apple o Samsung.
Y en varias ocasiones, así lo creímos. Desde la compra de Google, Motorola dio un cambio radical creando dispositivos con un diseño que seguía la línea de los Nexus de la época, que junto al añadido de Android puro nos llenaba de expectativas. El Nexus 4 ya estaba claro que sería fabricado por LG, pero dábamos por hecho que el Nexus 5 sería fabricado por Motorola, también denominado como Moto Nexus.
Pasaron los meses y el único producto que conocimos fue el Motorola Moto X, pero con la llegada del Nexus 5 de LG, nos dimos de bruces con la realidad. Motorola no iba a fabricar un Nexus, no al menos mientras estuviese bajo la tutela de Google, sino por una Motorola que fue vendida a Lenovo
Los usuarios estuvimos durante un tiempo pidiendo que tanto Sony como Motorola fabricasen un Nexus. Estábamos convencidos de que un Nexus fabricado por una de estas compañías sería el teléfono definitivo, y entonces llegó el Nexus 6.
El precio, un factor clave
En el pasado, los Nexus de Google nacieron como dispositivos creados para desarrolladores, con un precio y especificaciones de gama alta. El Nexus One y Nexus S fueron grandes productos, pero no fue hasta la llegada del Galaxy Nexus que comenzaron los cambios. El último teléfono que crearon Google y Samsung partió de un precio de gama alta, pero con el transcurso del tiempo se convirtió en un terminal bastante atractivo, habiendo bajado hasta los 350 euros, un precio que para el telefonazo que era, estaba muy bien.
El siguiente paso de Google con los Nexus llegó al año siguiente junto al Nexus 4, un teléfono con unas especificaciones monstruosas, con un diseño asombroso, y un rendimiento sorprendente. El teléfono tenía carencias como una cámara que no estaba a la altura de la competencia o una autonomía que seguía sin convencer, pero partiendo de un precio inicial de 300 euros, un factor decisivo para convertirlo en teléfono que rompería todos los esquemas.
Si con el Nexus 4 Google y LG cosecharon un gran éxito, con la llegada del Nexus 5 ya directamente se les fue de las manos. A pesar de que el precio inicial subió a los 350 euros, mejoraron drásticamente todos los puntos donde el Nexus 4 flaqueaba, volviendo a apostar por un gran hardware en un precio muy competitivo. Aún seguía sin alcanzar en calidad fotográfica a la competencia y la autonomía aún podía mejorar, pero visto el precio, se lo podíamos seguir perdonando.
El público se acabó haciendo a la idea de que la calidad que ofrecían los Nexus era demasiado buena para su precio, y que ese era el principal valor añadido de la marca. Con el Nexus 6, Google cambió de actitud
La cosa solo podía seguir mejorando. El público se acabó haciendo a la idea de que la calidad que ofrecían los Nexus era demasiado buena para su precio, y que ese era el principal valor añadido de la marca. Con el Nexus 6 Google cambió de actitud, pretendiendo vender su producto estrella a partir de 600 euros, algo que a sus fans no les acabó de gustar.
El Nexus 6 fue un fracaso: Aspiraciones de gama alta que no acabaron de convencer
Con el Nexus 6, Google intentó medirse de tú a tú frente al resto de la gama alta. Olvidó sus raíces de teléfono manejable para pasarse a unas monstruosas 5,9 pulgadas de pantalla, uniéndose a la moda de los phablets. Este fue uno de los primeros errores, ya que eran pocos los fans de la marca Nexus que buscaban un Phablet, pero no fue el único.
La pantalla era de gran calidad, pero no se encontraba a la altura de Phablets con los que compartía precio como el Galaxy Note 4. La cámara tampoco destacaba frente a la competencia, ya que incluía el mismo sensor que dispositivos que llevaban varios meses en el mercado. Por otro lado, la construcción en plástico barato tampoco nos daba la sensación de que era un terminal con semejante precio, cosa imperdonable teniendo en cuenta los acabados premium del Nexus 4 y la sensación en la mano del Nexus 5.
Tampoco nos vamos a engañar, el Nexus 6 fue un buen terminal, que mejoró la baja autonomía de sus antecesores, y que además monta un procesador de gran calidad, que en algunos aspectos es superior al Snapdragon 808 que monta el actual Nexus 5X, pero como dijimos anteriormente, el precio es un factor clave.
Tampoco nos vamos a engañar, el Nexus 6 fue un buen terminal, que mejoró la baja autonomía de sus antecesores, y que además monta un procesador de gran calidad
Los Nexus 4 y 5 tampoco eran perfectos, pero eramos capaces de perdonarles sus defectos gracias a su reducido precio. Al Nexus 6 le podríamos haber perdonado todos sus defectos si hubiese rondado en un precio de 350~400 euros. Nos guste o no, nuestro nivel de exigencia crece conforme lo hace el precio.
Android tampoco estaba del todo preparado
Otra de las grandes bondades de Google es que sus dispositivos durante al menos dos años se encuentran actualizados a la última versión de Android. Este punto es indiscutible, y si algo es cierto es que versión a versión, los Nexus acaban mejorando en lo que respecta a experiencia de uso, a menos que hablemos de Lollipop.
Lollipop ha sido sin duda la propuesta más ambiciosa de Google para su sistema operativo, y no hablamos únicamente del aspecto visual, que cambió por completo, sino que introdujo un gran número de mejoras que hacían sentir el sistema más fluído que nunca.
O eso era lo que decía Google de forma oficial, porque para gran parte de los usuarios esto pasó a ser una verdad a medias. Lollipop fue una versión muy ambiciosa que además llegó con muchas prisas, y como resultado acabó repleta de bugs que hacían que Android ni se sintiese rápido, ni fluido, ni estable, lo cual manchó la imagen inicial del Nexus 6, más aún si lo contrastamos con KitKat, una versión que a pesar de recibir cuatro revisiones, llegó bien pulida. Afortunadamente, Marshmallow ha mejorado drásticamente la experiencia que Lollipop no pudo lograr, pero ya es tarde para remontar las ventas del Nexus de Motorola.
Nexus 6P, lo que el Nexus 6 no pudo ser
Son muchas las causas por las que el Nexus 6 no fue el teléfono perfecto que muchos esperábamos, y que podemos acreditar directamente como un fracaso para Google. Afortunadamente, Google es una compañía que aprende de los errores, y esto lo vemos en su nueva generación de dispositivos.
Google se ha dado cuenta de que no todos los usuarios quieren un Phablet, y por ello han segmentado su mercado en dos tipos de dispositivos. Un Nexus que heredase las virtudes del 4 y 5, y un terminal estrella con el que competir en la gama alta.
Y es que a pesar de lo criticado que pueda ser el Snapdragon 810, el Nexus 6P es quizás lo que nos esperábamos de un Phablet que fuese fabricado por Google y Motorola. Ahora nos encontramos con materiales acordes al precio, con una buena batería, una cámara de primer nivel y una pantalla que no se queda atrás respecto a la competencia, que si le sumamos una versión pulida como Marshmallow acaba resultando un gran producto.
Ahora nos encontramos con materiales acordes al precio, con una buena batería, una cámara de primer nivel y una pantalla que no se queda atrás respecto a la competencia
Desde luego, tampoco podemos coronar al Nexus 6P como teléfono definitivo, ya que tiene un tamaño que para muchos resulta demasiado grande, mientras que el precio puede resultar demasiado elevado. Es cierto que existe el Nexus 5X, pero ni la apuesta es tan fuerte como la que nos encontramos en el 6P, ni el precio es tan impresionante como los primeros Nexus de LG.
Ahora es vuestro turno de responder ¿Consideráis al Nexus 6 como un fracaso, o creéis que se merecía algo más?