LG ha resuelto por fin la ecuación del G4, el que ya el nuevo buque insignia de su división de teléfonos. En El Androide Libre nos hemos venido hasta Londres, una de las ciudades escogidas para desvelar este ‘smartphone’, para conocer de primera mano las novedades de este terminal y poder tener un primer contacto con él tras semanas de rumores y especulaciones en los mentideros especializados. Así, de esta forma, los surcoreanos han apostado por el diseño y la cámara, a la espera de que se confirme el precio en España y otros mercados europeos, para avanzar en el cada año más competido campeonato de constructores móviles. Si echamos la vista atrás, hasta estas mismas alturas de 2014, la situación era algo diferente, puesto que sus compatriotas de Samsung estaban en horas bajas tras la tibia acogida al Galaxy S5. Ahora, el nuevo S6 y propuestas atractivas como la del P8 de Huawei hacen que las rivalidades afloren al máximo.
Aunque es la cámara uno de los puntos más sorprendentes de este teléfono, uno de los aspectos que también llama la atención potentemente es el diseño. En la parte frontal, con respecto al G3, se puede observar como las lineas de la pantalla son más angulosas y rectas, recordando mucho a la forma del Flex 2 y el Magna. Los marcos, que siguen siendo bastante reducidos, se han visto ligeramente aumentados. Son pequeñas modificaciones que si que permiten percatarse de ciertos cambios respecto a la anterior generación.
LG ha decidido apostar por dos tipos de cubiertas traseras, que es donde se ha dado el mayor salto en lo que al aspecto exterior se refiere. Habrá un modelo superior que estará acabado en piel. A pensar de lo que uno podría pensar, esta ‘espalda’ de cuero resulta agradable al tacto, muy elegante y facilita el agarre notablemente teniendo en cuenta que estamos ante un teléfono.
Las costuras, que vertebran la ‘cara B’ del G4, dan mayor naturalidad a este acabado aunque quizás hay algunos usuarios que las puedan encontrar algo extrañas en un primer contacto. Una vez se abre -si, todavía hay quienes apuestan por ‘flagship’ con baterías extraíbles-, el interior de la tapa es de plástico. Por otro lado, han vuelto a apostar por ‘imprimir’ a las cubiertas de los modelos plástico tres acabados diferentes consiguiendo que, al tocarlo, se transmita una sensación de estar ‘premium’. Repiten con la capa ‘Titán’, que ya venía en el anterior terminal; a la que añaden dos acabados más: uno metálico y uno de ‘cerámica’, especialmente agradable y suave al tacto. Sin embargo, por el momento no está planeado que aterricen en España.
Para huir del tradicional debate entre explotar un diseño o hacer un completo lavado de cara entre lanzamiento y lanzamiento, LG parece haber dado con una tecla en la que se siente agusto. Es interesante ver cómo manteniendo la fórmula de colocar el botón de desbloqueo en la parte central han sabido dar diferentes pinceladas al terminal para que, en lo que al aspecto se refiere, se perciba como un salto de generación.
En este caso, además, han apostado por algo inédito en el mercado como es el acabado en cuero. Además, la paleta de colores escogidos (a España llegarán en primer término el rojo, el marrón y el negro pero posteriormente el resto) hacen que no se limite a un público tan concreto como podría parecer en un primer momento.
Finalmente, también se ha confirmado la curvatura de la pantalla del teléfono. Sin embargo, se trata de una curva, de 3.000 r, muy disimulada que incluso genera dudas de que lo sea en el primer encuentro con el mismo. Nada que ver con los 7.000 r del Flex 2. Se ha acentuado también la línea curva de la cubierta trasera. El resultado es que, tratándose de un teléfono de 5.5 pulgadas, se agarra y se maneja con facilidad.
El display IPS QHD parece certificar, de primeras, el trabajo realizado frente a la anterior generación del teléfono. Aunque no hemos podido ver su rendimiento en muchas escenas, lo cierto es que parece que el nuevo panel responde perfectamente en situaciones de mucho contraste o con mucha luz, incluso teniendo el brillo a niveles moderados, aunque habrá que verlo desenvolverse en el máximo de condiciones posibles.
Pero si hay un elemento para el análisis parece ser la cámara. La factoría lleva varios días dejando ver que este parecía ser la piedra gran angular sobre la que se sostiene este teléfono y eso, a falta de hacer más pruebas, parece haber quedado meridianamente claro.
Han aumentado tanto el tamaño del sensor como la apertura de la cámara que, con f/1.8, se ha colocado al frente del mercado en este apartado técnico y si que ofrece bastante luminosidad en los escenarios de poca luz que han preparado en la presentación (en la imagen podéis ver la comparativa entre el iPhone 6, el G4 y el S6 con el brillo al mismo nivel). Tanto la activación de la cámara como el enfoque, en este primer contacto, resulta bastante rápido. El acceso directo, tocando dos veces uno de los botones traseros, responde muy bien y permite activar la app de la cámara en décimas de segundo.
El G4 cuenta con tres tipos de disparo. El simple, sin apenas botones en la pantalla, que parece destinado a sacar fotos rápidas y para hacer un uso más ligero de la cámara. Una segunda interfaz ya permite escoge el modo, activa el flash y otros ajustes como temporizador. Y el tercer modo es el manual. Personalmente, éste último me ha generado bastante expectativas. Cuenta con un completo cuadro de mandos desde el que controlar aspectos como el tiempo de exposición, el ISO (cuenta con una sensibilidad de hasta 6.000) o la temperatura del color (permitiendo un rango desde los 2.400K hasta los 7.400k), lo que hará las delicias de aficionados a la fotografía.
En lo que al enfoque se refiere, el modo macro que capta perfectamente a una distancia aproximada de cuatro centímetros y el paso de un plano a otro es realmente muy fluido. Además, a la hora de captar los imágenes, el sensor de espectro de color (tal y como podéis ver en la imagen en la que se compara un Samsung S6 y un LG G4 con esta opción activada y sin activar) Sin embargo, el usuario medio puede sentirse un poco perdido al principio con tantas opciones. Los más avanzados también agradecerán la posibilidad de guardar las imágenes en formato RAW, para no perder calidad a la hora de editarlas.
Sobre la delantera, señalar la lente ‘ultrapanorámica’. Lo cierto es que facilita mucho si uno quiere abarcar el máximo de personas posibles sin utilizar un palo de selfies o hacer malabares con el consiguiente riesgo de que se caiga el movil. Con apenas estirar un poco el brazo entran fácilmente cuatro personas.
LG G4 fotos
El G4 incorpora, el primer alta gama que lo hace en lo que va de año, batería extraíble y memoria ampliable por microSD, algo indispensable para exprimir el uso del formato RAW. Algo que unido a los 100 gigas extras en Google Drive que recibirán gratuitamente los usuarios durante dos años dejan muy complicado tener problemas con la memoria en el teléfono si uno se organiza más o menos bien. El procesador Snapdragon 808 a seis núcleos parece, en estas primeras pruebas, ser suficiente para ofrecer una experiencia fluida en este teléfono lo mismo que los tres GB de RAM, aunque parece pronto para sacar conclusiones a este respecto. Lo mismo que con la nueva interfaz UX 4.0, que ha introducido algunos cambios visuales y algunas funcionalidades extra, pero que mantiene la línea de la anterior generación.