Google Play, como principal mercado de aplicaciones Android, funciona según tendencias, como todos. La tendencia en Google Play es el uso de aplicaciones gratuitas.
Lo cierto es que yo he escuchado muchas veces la frase “es que el mundo Android es gratuito”, pero lo cierto es que esto no es así. Aún siendo Google Play el primer y más importante escaparate para aplicaciones Android, la verdad es que existen otro tipo de mercados, como por ejemplo los coreanos, japoneses y chinos, e incluso uno que muchos usuarios conocerán: Amazon.
Los dispositivos de marca Amazon no permiten el acceso a Google Play porque acceden directamente a su mercado de aplicaciones. En otros países, como los comentados anteriormente, los usuarios están más acostumbrados a descargar apps desde sitios que no son el propio Google Play. Volviendo a Amazon que ya lo conocemos todos, aunque permite también tener aplicaciones gratuitas en su mercado, lo cierto es que los usuarios que tienen un dispositivo Android de esta marca son más favorables a la compra de apps que otro tipo de usuarios. Por lo tanto, no siempre se cumple que el mundo Android “debe” de ser gratuito.
Aunque, si vamos a hablar de porcentajes, obviamente, Google Play es el rey. Y como se diría en inglés “Google Play rules”. Podemos decir, por tanto, que si aceptamos que Google Play provee la mayor parte de las apps Android que pueden descargarse de una o de otra forma, la tendencia cierta de los usuarios de Google Play es que “todo debe de ser gratis”.
Yo, como desarrollador, os digo que lo cierto es que esto es un problema. Este pensamiento de una gran parte de los usuarios hace que el mercado de apps no sea tan “excelente” hablando de calidad, como por ejemplo pueda serlo en iOS, donde los usuarios también suelen ver con buenos ojos una compra de una aplicación o de un juego. Y digo esto, porque el hecho es que los precios de las apps suelen estar en el rango de entre los 0,90 y los 3,5 euros. Hay apps más caras y apps más baratas, pero la gran mayoría se mueve en esos ratios.
Yo, desde aquí, pregunto a todas esas personas que se gastan 500 euros en un móvil de última generación, por qué son tan reacios a pagar 1 euro por una aplicación o un juego que les pueda gustar, y sin embargo lo usan en versión gratuita con la molesta publicidad. Estamos hablando de unos precios que son inferiores a lo que vale un periódico, una revista o un café. ¿Es sostenible este modelo de pensamiento?
Como desarrollador, a mi no me gusta introducir publicidad en los juegos, pero es cierto que o lo haces o no sacas beneficio. Y sin beneficio, no hay apps.
Por tanto, sin publicidad, Google Play no podría ofrecer un abanico tan amplio de aplicaciones y juegos como los que tiene actualmente. Y sin publicidad, casi todas las apps y juegos serían de pago. Algunas elegirían un modelo “fremium” que es dar una parte gratis, enganchar al usuario y cobrar por el resto.
Además, hay una cosa que muchos usuarios de Google Play desconocen. Y es que pueden hacer un pago de la app, y tienen unos minutos para evaluarla, y si no les gusta, pueden “devolver” la app. Solamente esto debería de ser suficiente para animar a muchos usuarios a comprar las aplicaciones o juegos que les gusten.
Y aún así, los usuarios prefieren apps gratuitas financiadas con publicidad.
La gran verdad es que mientras los usuarios no estén dispuestos a aceptar que el desarrollo de apps requiere de muchos conocimientos técnicos, y además muy complejos, y que también requiere de un tiempo destinado a idear, diseñar, desarrollar y probar la app, tendrán que seguir existiendo apps con publicidad, ya que es la única manera de que ese programador vea rentabilizado su trabajo.
Lo cierto es que la publicidad es el gran amigo de los desarrolladores indies. Tiene esa dicotomía. A todos nos gustaría poder vivir de apps sin publicidad, pero no es posible. La publicidad, se ha convertido, por tanto, en un aliado de por vida, imposible de despegarse de él, ya que el trabajo del programador viene pagado por esos cientos de miles de clics que se hacen en sus juegos. Esto significa que la hipoteca de ese programador indie, su coche, su cesta de la compra de los sábados por la mañana, sus sesiones de cine de algún día al año, sus vacaciones de verano, todo, viene sustentado por la publicidad que es tan odiada por los usuarios, pero que es el balón de oxígeno de los desarrolladores.
Como desarrollador, preferiría no tener que poner publicidad en mis juegos, pero no se podría sustentar el negocio de otra forma.
En esta misma web se hizo un artículo de uno de nuestros juegos, TUQUI, un juego de cuentos para niños. Me hicieron una entrevista, y también hablé del tema de la publicidad y más en concreto, lo mal que iba este juego, porque la gente no estaba pulsando en los anuncios. La realidad de este juego es que será convertido a juego de pago. Así, por lo menos, podremos ir poco a poco rentabilizando la inversión que supuso el desarrollo de este juego.
La reflexión final de este artículo es que la mayoría de las apps no cuestan ni la mitad del precio del juguete más barato que podáis comprar para vuestros hijos en un establecimiento tipo bazar low cost. Juguete que se romperá a los 2 o 3 días de su uso, mientras que esa aplicación o ese juego tendrá, seguro, más vida que ese juguete.
Al final, este modelo de pensamiento hace que el uso de la publicidad en las apps sea totalmente necesaria. El problema es que cuando los ingresos por publicidad bajen, por lo que sea, porque no sea rentable anunciarse, por otra crisis, qué se yo, mil causas, el volumen de aplicaciones disponibles bajará también.
En otro artículo os hablaré de la publicidad desde el punto de vista técnico, para todas esas personas que estén pensando en crear un negocio basado en el mundo de las aplicaciones y juegos para Android.
¡ Hasta entonces !
Ramón Egido es CEO de Syncrom España Solutions, empresa española que comercializa juegos para Android desde http://www.SyncromEntertainment.com. Su página de juegos en Google Play es https://play.google.com/store/apps/developer?id=SYNCROM%20ENTERTAINMENT. Sus juegos son principalmente juegos educativos y de entretenimiento para niños, aunque han comenzado a desarrollar juegos para más adultos, como Conquistando la Isla Pirata y El Arquero.