Tercer asalto. 2015, año en el que HTC puede dar la vuelta a la tortilla, puede volver a ser lo que fue, puede dominar el panorama Android y tratar de hacer lo propio con el panorama móvil general. ¿Cómo? con un smartphone de gama alta a la altura, nunca mejor dicho, un flagship para dominarlos a todos, un HTC One M9 bueno en todos los sentidos, ¿lo habrá conseguido?.

Meses. Llevamos meses conociendo detalles del Hima, ese nombre en clave que finalmente no es el comercial y que escondía detrás al M9, la nueva generación del HTC One. Especificaciones, funciones, diseños… mil detalles filtrados que lo hacían parecer casi un smartphone perfecto… sobre el papel. Finalmente vio la luz el 1 de marzo, coincidiendo con el pistoletazo de salida del Mobile Wolrd Congress 2015.

Allí, en la Fira de Barcelona, pudimos tocarlo, pero poco más que unas primeras impresiones, en las que apreciar su cuerpo, las sensaciones que desprende ese acabado en aluminio y, brevemente, comprobar su rendimiento. Un rendimiento que ha estado envuelto en polémica, por el Snapdragon 810, por sus temperaturas, por su cámara… sin embargo los taiwaneses defendieron que había margen de mejora, que el software de aquellos terminales no era el final.

Tras unas semanas, es hora de conocer las verdaderas impresiones que desprende este terminal con un uso diario, sometido al mundo real, donde no todo son benchmarks. Nuestro análisis del HTC One M9.

Review del HTC One M9: índice

  • Características
  • Diseño, materiales y sensaciones
  • Pantalla
  • Cámara
  • Software: Sense 7.0 y extras
  • Batería
  • Conclusiones y Opinión

Características técnicas del HTC One M9

Comenzamos, como es habitual, haciendo un repaso por las características del M9, si hardware. Pese a que la tendencia en los últimos años ha sido aumentar el tamaño de pantalla unas décimas de pulgada con cada generación, así como la resolución de la misma, HTC ha mantenido en el One M9 un panel de 5 pulgadas con resolución FullHD. A priori podríamos pensar que exactamente el mismo que el del M8, pero no es así.

En su interior nos encontramos con el Snapdragon 810, la última generación de los procesadores de Qualcomm. Un componente que montarán la gran mayoría de smartphones y tablets de gama alta este año, aunque no todos, porque recordemos que Samsung ha saltado del barco, al menos en esta generación, apostando por sus procesadores Exynos en el Galaxy S6/S6 Edge.

El Qualcomm Snapdragon 810 es un procesador con arquitectura 64bits fabricado en 20nm, está compuesto por 8 núcleos: 4x Cortex A53 a 1.5GHz y otros 4 Cortex A57 que corren a 2.0GHz, como ya comentamos cuando hablamos de él.

Tampoco falta potencia gráfica, siendo su GPU la nueva Adreno 430, un chip a 600MHz que según la compañía ofrece un rendimiento de hasta un 30% a la anterior Adreno 420, permitiendo además mejorar la experiencia con dispositivos con pantallas hasta 4K (y otras muchas mejoras en el apartado de modem, conectividad y más).

Todo ello se cierra con 3GB de RAM LPDDR4 y 32GB de memoria interna en el dispositivo, aunque podemos ampliarla fácilmente metiendo hasta 128GB más con una tarjeta microSD.

Especificaciones del HTC One M9

  • Pantalla IPS SuperLCD3 FullHD (1920×1080) de 5 pulgadas con Gorilla Glass 4 – 441ppi
  • Procesador Qualcomm Snapdragon MSM8994 (4xCortex A53 a 1.5GHz + 4xCortex A57 a 2.0GHz)
  • Procesador Gráfico GPU Adreno 430
  • Memoria RAM de 3GB LPDDR4 y Memoria interna de 32GB + microSD hasta 128GB
  • Cámara trasera: Sensor BSI 20.7MP f/2.2
  • Cámara frontal: sensor BSI UltraPixel 4MP f/2.0
  • Batería de 2840 mAh (no extraíble)
  • Conectividad LTE
  • Wifi 802.11 a/b/g/n/ac, Bluetooth LE 4.1, sensor acelerómetro, proximidad, giroscopio
  • A-GPS Glonass / MicroUSB 2.0, MHL 3.0, NFC
  • Android 5.0.2 Lollipop con Sense 7.0
  • Medidas: 144,6 x 69,7 x 9,61 mm
  • Peso: 157 gramos

La cámara, otra gran novedad de la que a continuación hablaremos. Se deja atrás la tecnología UltraPixel en la trasera (sí la tenemos en la frontal) y se pasa a un sensor BSI “tradicional” de 20.7MP con apertura f/2.2. Este es un punto en el que HTC debía dar un paso adelante, ¿lo habrán hecho?.

En cuanto a la conectividad, el One M9 va bien servido. Por supuesto tenemos soporte de redes 4G, WiFi a/b/g/n/ac, Bluetooth 4.1, NFC y todos los sensores que solemos encontrar habitualmente. Lollipop está presente en el M9 en su versión Android 5.0.2 desde que sale de la caja, aunque como suele ser habitual no lo encontramos con forma stock, sino que viene personalizado por la última edición de la capa de HTC, Sense 7.0 que incluye algunas novedades aunque en líneas generales no representa un salto espectacular.

Diseño y construcción: acabados premium sin sorpresas

Si hay algo de lo que HTC puede presumir desde la primera generación del One es de su diseño. Cada versión se ha presentado al mercado como uno de los smartphones mejor construidos de su categoría y en este M9 no han faltado a la cita. El diseño del nuevo One es bueno, muy bueno, pero ya no es sorprendente.

Encontramos aluminio en prácticamente todo su cuerpo, el aluminio pulido que tanto nos gusta, por su acabado, por su tacto y por las sensaciones de solidez, de bloque, que ofrece al agarrarlo. Sin embargo, este año lo va a tener más difícil, los fabricantes se han dado cuenta, por fin, que los usuarios también queremos calidad de fabricación y uno de los modelos que más ha avanzado en este sentido es el Galaxy S6. Atrás queda el plástico dejando paso al aluminio y el cristal.

Nos gusta el diseño del One M9, HTC cumple este apartado aquello de “si funciona no lo toques”, pero nos queda cierta sensación de que es más de lo mismo y, lo peor, siguen sin corregirse detalles por los que les han llovido críticas en la anterior generación. Sí, me refiero a la dichosa franja negra del frontal.

Aun con sus 5 pulgadas, las dimensiones del M9 se reducen en el alto y en el ancho (aumenta ligeramente el grosor hasta los 9.6 milímetros) con respecto al M8, su pantalla pasa a ocupar poco más del 68% del frontal (66.7% en M8). Es decir, se ha aprovechado un poquito mejor el espacio, pero la mejora es mínima. El paso de los botones a la pantalla ha dejado el hueco de los capacitivos, la barra negra bajo el panel está ahí, HTC continúa asegurando que es necesaria para alojar componentes, pero el usuario no tiene oído para excusas.

Obviamente, el M9 es especial, su tamaño también se ve “perjudicado” (según se mire) por sus altavoces. Una vez más, tenemos la tecnología BoomSound con el doble altavoz frontal que nos proporcionan una gran experiencia. La mejora de la calidad de sonido es más que notable y, sin duda, si le das valor al consumo de música y contenidos multimedia desde el smartphone, debes tener en cuenta al M9.

En la parte superior y bajo la rejilla del altavoz nos encontramos también el LED de notificaciones. Siempre se agradece que esté ahí, pero de nuevo se vuelve a fallar en su ubicación. Mirando el terminal de frente se ve a la perfección, pero el problema llega cuando lo hacemos desde un ángulo, por ejemplo al tener el móvil a un lado de la mesa. En ese caso y debido a la profundidad del LED, no veremos un pimiento.

Una gran novedad con respecto al One M8 y que se agradece mucho es la nueva ubicación de los botones. Hablamos de los físicos. Por fín el de encendido pasa al marco derecho, y es que hasta esta generación HTC lo había colocado en el marco superior, integrado en la franja negra del emisor IR, pero esa ubicación es realmente incómoda dado el tamaño del teléfono. Así, en la derecha pasamos a tener 3 botones, ya que el de volumen se divide en dos pulsadores, todos metálicos, con un buen tacto y como detalle el de encendido tiene un relieve diferente para identificarlo al tocarlo.

Sobre ellos está la ranura para la tarjeta SIM (el HTC One M9 utiliza de tamaño NanoSIM), mientras que la otra bandeja para la microSD está en el marco derecho. Como decía, en el superior está la franja negra que sirve de salida para las conexiones inalámbricas junto con las líneas que cortan la trasera y es donde se encuentra el emisor de infrarrojos que nos permitirá controlar televisores y otros equipos. Por último, en la base y ligeramente ladeados tenemos el conector microUSB 2.0 y el jack de 3.5mm.

Realmente en todo el frontal no encontramos apenas cambios, incluso a primera vista es fácil confundir al M9 con el M8 y viceversa, mientras que en la trasera, si no fuese por la ausencia de la DuoCamera, pasaría lo mismo; por eso decimos que tenemos la sensación de “más de lo mismo”, una sensación que seguramente se intensifica por el hype que nos crearon algunos renders filtrados previos a la presentación.

Por tanto en la trasera, que como es costumbre no es desmontable ni se puede acceder a la batería (de forma sencilla, si te apellidas iFixit sí), tenemos el cristal de la cámara – de zafiro – con un diseño cuadrado redondeado y junto a él el doble flash y un micrófono adicional.

En la mano se siente genial, aunque no es precisamente de los más ligeros con 157 gramos, pero es el precio a pagar por los materiales utilizados. En general el M9 es un terminal cómodo por su ligera curvatura y pese al aluminio no me ha parecido resbaladizo por su acabado pulido, aunque si hay un detalle que no me acaba de convencer es el biselado de los bordes frontales, pero éstos también permiten que la funda oficial DotView se integre con el cuerpo a la perfección.

Hablando de los bordes, el M9 llega al mercado en tres colores de aluminio: gris ceniza completo, el oro de moda y en esta generación el plata no es sólo plata, sino que es oro sobre plata porque todo el marco que rodea el dispositivo es dorado.

Pantalla: pero qué has hecho HTC

A la guerra de las especificaciones se ha sumado, poco a poco, la guerra de los píxeles. En muy poco tiempo hemos pasado de pantallas HD a las 2K y el salto es más que notable. El pasado año ya fueron algunos fabricantes los que se animaron con el 2K (véase entre los conocidos, el LG G3) mientras que muchos otros, como HTC en el M8, Sony en el Z3 o Samsung en el S5 decidieron mantener la resolución FullHD. El salto no se ha hecho esperar y el S6 ya incluye QHD, el Z4 tiene pinta que también traerá nueva pantalla y del G4 no lo dudamos. Sin embargo HTC no ha dado el paso.

El HTC One M9 vuelve a repetir fórmula: pantalla de 5 pulgadas con panel SuperLCD3 de resolución FullHD (1920×1080), lo que nos da una muy buena densidad de pantalla con 441 píxeles por pulgada. Hasta aquí genial, puesto que esto nos lleva a pensar que se ha vuelto a montar el panel del M8, por tanto sería motivo de alegría, porque aquel era/es fantástico.

La mala noticia es que no ha sido así. Algo ha debido pasar por la cabeza del equipo de desarrollo del teléfono para que hayan tomado la decisión de cambiar el panel. Sí, sigue siendo un SuperLCD3 y sí, es FullHD, pero no, ni de lejos es el mismo que conocíamos.

El brillo máximo es menor, aunque continúa siendo alto, cercano a los 480 nits y es más que suficiente en interiores, aunque en exteriores a pleno Sol ha perdido un poco de visibilidad. No es algo en lo que destaquen todos los smartphones, la verdad, pero está ahí.

Por otra parte tenemos el ratio de contraste, que en el One M8 se colocaba en 1300:1, siendo una pantalla espectacular en ese sentido, pero que en el M9 inexplicablemente sólo llega a 900:1. ¿Que tenemos con esto? unos ángulos de visión terribles. No hay más que ver la foto que acompaña a estas líneas, en la que aparece el One M9 junto al Oppo Find 7 y se aprecia perfectamente como la pantalla del M9 clarea una barbaridad al mirarla con ángulo. Los colores se vuelven grises, se pierde toda la profundidad de las imágenes.

Dejando a un lado esto, la pantalla del HTC One M9 disfruta de una gran definición, hoy en día muchos seguimos prefiriendo un panel FullHD ante la falta de contenido QHD y, además, también hace trabajar menos a la GPU lo que se traduce directamente en un menor consumo y mejor rendimiento.

Cámara: adiós UltraPíxeles… en la trasera

HTC se la jugó en el One M7 original, apostó por la tecnología UltraPixel, píxeles más grandes para captar más luz pero con un gran problema, una resolución limitada que nos impedía hacer recortes en fotos y obtener instantáneas con calidad. Hubo quejas, se la jugaron y no salió todo lo bien que imaginaban, tendrían que mejorar en el siguiente.

Llegó el One M8 y, sorpresa, ahí estaban de nuevo los UltraPixeles, mismo sensor de 4.3MP aunque esta vez con otra novedad, la DuoCamera, un segundo sensor que capturaba más información de la escena y que nos permitía reenfocar a posteriori. Tampoco convenció y la competencia igualó esa características con soluciones de software.

2015, es el momento del One M9. Este año no, no se ha repetido la historia, HTC deja atrás la tecnología UltraPixel. Bueno en realidad no, ya que la cámara frontal de este terminal sí es Ultra Pixel, algo que sí tiene sentido puesto que permite selfies de mayor calidad en entornos con menos luz.

Como decía, adiós al UltraPixel en la cámara trasera del M9, un cambio necesario. Cuando las filtraciones apuntaban a un sensor de 20MP todos nos imaginamos que los taiwaneses tirarían por el Exmor de Sony, sin embargo no ha sido así. La cámara del HTC One M9 monta un sensor BSI fabricado por Toshiba, es de 20.7MP con una apertura f/2.2.

Ante este nuevo sensor, los píxeles son más pequeños aunque a cambio tenemos una mayor resolución con la que podemos jugar para hacer recortes y reencuadrar fotografías. Algo que echamos en falta es el estabilizador óptico de imagen. Estuvo presente en el One M7 aunque desapareció tanto en el One Max como en el M8. Una generación más tarde tampoco ha vuelto.

La cámara era la gran asignatura pendiente de HTC con su buque insignia, había muchas esperanzas puestas en la del M9 y, por desgracia, no es tan buena como nos gustaría, le costará, de nuevo, luchar contra las de la competencia, que este año llega más fuerte que nunca con la del S6 y los esperados LG G4 y Xperia Z4.

A continuación podéis ver una serie de fotos tomadas desde el M9 en diferentes situaciones, a plena luz del día, en interior, macro… Su calidad nos deja decepcionados, no está a la altura de un gama alta en pleno 2015. En prácticamente todas vemos una clara falta de detalle, incluso a pleno Sol, cuando ampliamos detalles al 100% la definición de los elementos deja que desear y esa pérdida se aprecia más en los laterales.

La rapidez del enfoque y disparo con buena luz es rápida, no tenemos queja en ese sentido, pero cuando la luz cae se vuelve más lento, le cuesta encontrar el foco correcto. Además, en esa situación, tratando de contrarrestar la falta de luz, ISO y ruido suben y junto al agresivo postprocesado la definición acaba desapareciendo con el marcado efecto acuarela.

Por otro lado hablemos del rango dinámico. En situaciones con elementos con claras diferencias de iluminación es bastante probable que acabemos con parte de las fotos quemadas o sin información. Por ejemplo, en casos como el siguiente, el cielo aparece quemado, no hay datos, pero si lo tratamos de corregir cogiendo su exposición obtendremos pérdida de información en el resto de la escena. No hay término medio, aunque podemos utilizar en estos casos el modo HDR, creando imágenes de alto rango dinámico. En parte se corrige, aunque en ocasiones también se falsean los colores, quedados irreales y, además, nos tenemos que preocupar de activarlo.

La aplicación de cámara del One M9

La aplicación de cámara no ha sufrido demasiados cambios con respecto al M8 y otros dispositivos con Sense, como los últimos Desire. Su rendimiento es muy bueno y además muy intuitiva y bonita, algo que también pedimos. Podemos cambiar entre modos de disparo desde el botón dedicado o deslizando el dedo para pasar entre la cámara frontal, la trasera, modo panorámica, bokeh, captura dividida (toma foto con frontal y trasera al mismo tiempo) o fotomatón.

Si lo preferimos, podemos tener un mayor control de las imágenes variando ISO, exposición y tipo de iluminación en automático o directamente pasar al modo Manual total que, mediante una sencilla interfaz nos permite ajustar todo lo anterior más obturación y enfoque. A él se suman otros modos como noche, HDR, retrato, paisaje… incluso uno dedicado para fotografiar texto. En cuanto a la grabación de vídeo, el M9 captura imágenes hasta en resolución 4K y dispone de grabación en slow motion a 120fps limitando la resolución a 720p.

Pero… ¿con Lollipop no llegaba la nueva API de Cámara con soporte RAW? Así es, la Camera2 API ya es una realidad, aunque este M9 no tiene acceso a ella, mejor dicho, no tiene acceso completo. Como hemos dicho antes, permite multitud de ajustes manuales, pero entre los que deja fuera está el soporte para disparar en RAW, es decir en calidad bruta del sensor, obteniendo más información y sin ser fotos autoprocesadas, así que de momento nos quedamo sin ver cuál es la calidad máxima o nativa que puede ofrecer el sensor de 20MP de Toshiba.

Software y rendimiento

No encontramos sorpresas en el apartado de software. HTC continúa con la evolución de su capa de personalización, que en esta ocasión alcanza la versión Sense 7.0 y se coloca sobre Android 5.0.2, una de las últimas versiones del sistema de Google. Sense se ha vestido de Material Design para la ocasión, pero no por completo.

Encontramos colores renovados, menús y botones planos, animaciones y la nueva zona de notificaciones y ajustes rápidos que HTC ha adaptado a su manera, permitiendo personalizar los interruptores. Del mismo modo también se incluye la nueva gestión de perfiles de sonido por prioridad (aunque el M9 sí especifica un modo Silencio dedicado y directo).

BlinkFeed sigue jugando un papel fundamental para los taiwaneses, lo tenemos colocado en la primera pantalla de nuestro escritorio y, por si no lo conocéis, se trata de un feed vertical casi infinito por el que podemos desplazarnos haciendo scroll para navegar entre noticias y demás temas de nuestro interés, para eso personalizamos las fuentes de información, palabras clave e incluso tenemos la posibilidad de añadir nuestras redes sociales para que BlinkFeed se convierta en una especie de muro social combinado.

Otra novedad de Sense 7.0 es el widget HTC Sense Home que detecta nuestra ubicación para ofrecer aplicaciones personalizadas al momento. Por ejemplo, si estamos en el trabajo aparecerán nuestras apps de productividad que habitualmente usemos, mientras que si estamos en casa hará lo propio con las de ocio, aunque todas son personalizables y podemos fijar las que usemos siempre.

Hace poco hablamos de la fiebre de los temas, una forma de personalización para cambiar por completo la estética del smartphone sin apenas esfuerzo. Hasta hace poco, había que recurrir a ROMs compatibles para aplicarlos, pero poco a poco los fabricantes están integrando sus propios sistemas y tiendas de temas. HTC no se ha quedado atrás y desde la aplicación “Mis Temas” permite cambiar fondos, iconos, fuentes, sonidos y más en pocos toques, creando los nuestros o descargando otros.

El sonido es otro de los puntos fuertes del One M9, HTC se asocia con Dolby para potenciar la experiencia BoomSound, creando un sonido de mayor calidad a lo que solemos estar acostumbrado en smartphones. Vídeos, música, juegos… la mejora del audio los potencia.

Los extras del BlinkFeed, HTC Zoe o el Modo Niños, entre otros, se agradecen, aunque su uso real irá en función del tipo de usuario. Un aspecto que podría mejorar Sense es el de la muestra de las aplicaciones recientes. No es tan visual ni agradable de usar como el nativo de Lollipop, las clásicas previsualizaciones en cuadrícula deben quedar atrás.

El rendimiento del HTC One M9 es muy suave, con un uso diario, habitual, utilizando las aplicaciones que todos conocemos de redes sociales, navegación web, reproducción de contenido, mensajería instantánea… todo corre sin parones y reacciona muy rápido, no es para menos dado su hardware.

La polémica de las temperaturas

Dejando a un lado el uso cotidiano, ha habido una gran polémica por las continuas acusaciones hacia Qualcomm por el supuesto sobrecalentamiento del Snapdragon 810. Durante el MWC, en los mismos terminales de exposición (que recordemos llevan horas y horas encendidos y siendo toqueteados continuamente por todos los asistentes) surgieron noticias de que la temperatura que alcanzaba el M9 era elevada, demasiado.

HTC salió a defenderse comentando que el software de aquellos modelos no era el definitivo y nosotros mismo, en nuestra unidad de prueba, hemos recibido un paquete de actualización con “mejoras del sistema” (y que sigue sin ser la definitiva que tendrán los modelos comerciales). Con un uso continuo e intensivo del One M9 se calienta, sí, pero no tanto como los casi 56 grados que captaba una cámara térmica hace unos días.

En una ronda para comprobar su rendimiento, hemos pasado una y otra vez el benchmark AnTuTu y la temperatura se ha elevado, como máximo hasta los 43 grados, aunque eso sí, tras cada test, la puntuación era menor, lo que se conoce como Thermal Throttling, proceso por el cual la velocidad del SoC se reduce para regular la temperatura.

Esto, como decimos, ha sido con benchmarks, aunque una vez más repetimos que nada tienen que ver las puntuaciones de los test con la experiencia real que el usuario acaba recibiendo. Jugando durante largo periodos a juegos exigentes, como el Modern Combat 5 no hemos superado nunca los 40 grados y con la funda Dot View puesta, tampoco hemos notado un sobrecalentamiento excesivo. Hablemos de ella.

HTC Dot View, mucho más que una funda

Con el M8 llegó la Dot View, una funda de tapa un tanto diferente que también recibe el One M9. Esta funda cubre todo el cuerpo, es decir protege tanto la parte trasera, de plástico transparente, como el frontal, aunque su peculiaridad llega cuando vemos que podemos usar determinadas funciones del teléfono sin tener que abrir la tapa.

Con una serie de perforaciones (que no llegan a ser completas, no son agujeritos), la pantalla se enciende y puede formar mensajes con puntos. Por ejemplo, podemos ver quién nos llama, si tenemos un email, un mensaje o cualquier otra notificación sin abrir la funda. Lo mejor es que es sensible al tacto, con un doble toque se enciende y podemos interactuar con ella deslizando (para coger una llamada, por ejemplo).

Todo esto ya lo podía hacer la anterior generación de la funda Dot View, pero en esta ocasión también se ha potenciado con un “creador de mensajes” e incluso un juego!. Así es, a través de la aplicación dedicada, permite escribir mensajes con el color y fondo que queramos, deslizándose, parpadeando… es muy curioso. Y, como decía, tenemos hasta un juego de tipo Brick Breaker al que jugaremos usando la tapa y gracias al acelerómetro.

Batería

Pese a que las dimensiones del M9 son ligeramente más compactas que en el anterior One, sí es un pelín más grueso, esa quizá haya sido la clave para aumentar levemente la capacidad de la baterías hasta los 2840mAh.

Sin embargo, en el uso real, no tenemos unos resultados soberbios, sino más bien normalitos. Con el uso detallado anteriormente, rascamos un día y poco al terminal. Parece que según algunas pruebas el consumo podría haber aumentado con respecto al One M8. Lo cierto es que durante las primeras jornadas con él, el consumo era inexplicable, con un uso mínimo lo teníamos pidiendo a gritos un cargador y apenas había hecho 2 horas de pantalla (redes sociales).

Con el paso de los ciclos, se ha estabilizado y mejorado, pero aun así, alcanzamos 4.30 – 5 horas de pantalla con uso mixto, una cifra escasa siendo un terminal de última generación, esperemos que siga mejorando y afinándose con versiones finales de software (el calor no se lleva bien con las baterías).

Por cierto, tenemos modo de ahorro de energía y modo extremo, que limita las funciones del teléfono a lo básico (llamadas, mensajes, calendario, reloj…), reduce brillo, desactiva conexiones, animaciones y limita el procesador para estirar al máximo los últimos puntos de batería.

Con el Snapdragon 810 también tenemos tecnología de carga rápida Qualcomm Quick Charge 2.0, permitiendo recargar hasta un 60% de batería 30 minutos. Eso sí, para ello necesitamos el cargador/cable preparados y no son los que vienen en la caja del M9, sino que se compran por separado (aquí puedes verlos en la tienda de UK).

Conclusión del análisis del HTC One M9

Llegamos al final del análisis del HTC One M9, un smartphone del que esperábamos mucho, mucho más de lo que realmente nos ofrece. HTC continúa jugando con el diseño que tantas alegrías le ha dado y no es para menos, una generación más, su construcción y los materiales utilizados son fantásticos, aunque eso implica poco cambio a ojos del usuario final.

El One M8 ya era un buen smartphone aunque con unos puntos que debían mejorar. Debían mejorar y deben, porque HTC los sigue teniendo pendiente e incluso se le suman otros nuevos. La pantalla del One M9 es un paso atrás, la batería también y la cámara, aunque se deja paso a un sensor de mayor resolución, deja mucho que desear para un smartphone que, recordemos, cuesta más de 700€.

749€, ese el precio exacto al que ahora mismo encontramos el HTC One M9 en preventa, tendrá que bajar está claro, pero es una cantidad muy alta vistas sus carencias. Los usuarios buscamos un rendimiento a la altura en todos sus aspectos y también un acabado premium, sí, pero la diferencia está en que este año la competencia por reinar la gama alta está teniendo en cuenta más que nunca esto último. HTC tenía el acabado premium desde hace años, sólo tenían que mejorar lo conseguido en el One M8 y en el M9 no ha ocurrido.

Puntuación