¿Cómo definiríais la «innovación»?
Es bastante difícil hacerlo, ya que es un concepto algo vago, pero siempre se habla. Tanto los usuarios, que demandan mejoras en cada nueva generación, como las empresas, que en sus banners publicitarios siempre son ultrarevolucionarios. Hoy os traemos unas declaraciones de un ejecutivo de Sony que se sincera al dudar de si las cosas están haciéndose bien o se ha caído en la monotonía al dedicarse únicamente a estar a la altura de lo que demanda el mercado.
A vueltas con la innovación
Si nos vamos al primer diccionario que tengamos veremos que la innovación se explica de la siguiente manera:
Innovación: «Cambio que introduce novedades»
Nos nos queda muy claro, pero vamos a intentar ir un poco más allá. Si buscamos la definición de novedad encontraremos varias acepciones. Nos quedamos con esta:
Novedad: «Lo que sorprende por su carácter diferente y generalmente estimulante o inspirador»
Y precisamente ahí está lo que buscan los usuarios, algo diferente, estimulante e inspirador. Y cuando vemos como los nuevos smartphones son solo unos megahercios más potentes, unos milímetros más delgados o duran unos cuantos más minutos… sí, es un avance pero no es innovador.
Es algo parecido a lo que ya ocurre en el mundo del PC, donde desde hace años se han rebajado los márgenes y ya no hay cambios sustanciales de un año a otro. Y esto genera un problema grave para las compañías, ya que los usuarios encuentran menos motivos para cambiar regularmente su dispositivo.
Se suele hablar de la innovación incremental, pero esto es básicamente para evadir el tema. No queremos decir que detrás de esas mejoras no haya toda una línea de investigación detrás, lo que estamos diciendo es que al igual que los departamentos e ingenieros están haciendo su trabajo trayéndonos cada vez mejores productos, los encargados de diseñar los dispositivos o pensar en vías de desarrollo deberían arriesgarse más e intentar sorprender con los nuevos dispositivos.
Volvamos al ejecutivo de Sony, se trata de Calum MacDougall, director del departamento de marketing de los Sony Xperia. En una entrevista en su blog oficial se le ofrece opinar sobre el estado de evolución permanente (que no revolución) en el que está sumido el mundo móvil.
El valor añadido del ecosistema de la marca
Calum contesta que efectivamente la innovación ha descendido en los últimos años pero se defiende con un argumento muy interesante; la búsqueda de la innovación va más allá del propio móvil en sí mismo.
¿Qué quiere decir con esto? Siguiendo los pasos de Google, las empresas se han dado cuenta que el móvil es la clave que les abre las puertas del negocio de los ecosistemas. Ese mundo idílico para las empresas en donde al usuario le basta con utilizar todo lo que ofrece la propia empresa para tener experiencia completa. Ni que decir que difícilmente haya empresa en el mundo que pueda convencernos de no utilizar aplicaciones de terceros.
Cada marca ha logrado que pensemos en ellos como una serie de programas y características distintos. Samsung es Touchwiz, Sony es Playstation, LG es KnockON, HTC es Sense… pero es eso y mucho más.
Pero más allá del software propio, hay toda una serie de añadidos que sí han supuesto una gran innovación y a los cuales solo el tiempo sabrá darles el valor que merecen. ¿Cuáles son estas vías de innovación actuales?
Líneas de desarrollo por mejorar
Por un lado tenemos la batería, auténtico tema clave en la actualidad. ¿Dónde está la innovación en pasar de los 3000mAh del Z1 a los 3200mAh del Z2? Necesitamos soluciones, quizás como las que ofrece Oppo con su carga rápida en 30min pero mejor. Por pedir que no quede.
Otro punto son las pantallas. El auge de las resoluciones ha permitido incrementar los ppi hasta los límites de nuestra percepción, pero aún hoy en día encontramos algunos problemas de visión en exteriores y gasto de energía. Empresas como Samsung y su modo ultraahorro o Yotaphone y su pantalla eInk son dos empresas que se han arriesgado por apostar en algo que ninguna otra tiene.
Sony la primera empresa es utilizar la resistencia al agua como técnica de marketing para su flagship. Les funcionó, en el momento en que el S5 siguió sus pasos. Generaron tendencia y eso fue gracias a la innovación. El futuro por este lado podría venir con la inclusión de algún tipo de nano-líquido.
La cámara es otro de los aspectos que uno siempre mira al comprarse un móvil. HTC innovó con sus Ultrapíxeles, Oppo lo hizo con su cámara reversible y ahora con su SuperZoom. Posibilidades hay más allá de las mejoras en el sensor, que sí, al final serán estas las que dirán qué cámara es mejor, pero no estamos hablando de la mejor creación, sino de la más innovadora. Y como suele ocurrir, no siempre sale bien a la primera.
Hemos visto detectores de pulso, stylus, ultracifrados…las empresas sí han innovado, simplemente que una vez el diseño y los componentes principales han alcanzado una forma óptima, cambiarla completamente no es tarea fácil. Como decíamos al principio del artículo, es difícil encontrar cambios estimulantes en el mundo de los ordenadores.
¿Creéis que el mercado de los móviles ha llegado a ese punto? ¿Es el turno de los wearables? Hagamos un poco de debate acerca de la innovación en el mundo de los smartphones.