Creo que más de uno habrá leído ya la noticia de que un bar de Seattle ha decidido prohibir el uso de Google Glasses dentro de su establecimiento, cosa curiosa más teniendo en cuenta que éstas no han salido aún a la venta. El motivo, obvio: la privacidad.
El propietario del bar no quiere que sus clientes se sientan observados cuando van a tomar unas cañas con los amigos, ya que dice que cuando vas a su establecimiento vas sin querer que se sepa, y no quieres que venga alguien a sacarte una foto «en secreto» y la suba al momento a Internet. En parte puede que sí sea verdad que cuando vas a un bar quieres ir tranquilo sin que venga un paparazzi a sacarte fotos, pero…tampoco hay que dramatizar.
Google Glass condenadas antes de nacer. Seguimos con la privacidad
Esta noticia no hizo más que sacarme una (otra) carcajada de esas tontas que cuando hay alguien a tu lado te mira con cara rara. Desde hace bastantes años Google vive (no se si decir por suerte o por desgracia) ligado a problemas de privacidad. Da igual lo que haga, ya sea el propio buscador, Gmail, Picasa o los Doodle’s que saca periódicamente: todos serán, en mayor o menor medida, acusados de violación de privacidad.
Llevan también bastante tiempo haciendo cambios constantes, renovaciones de condiciones de uso, anunciando y mostrando públicamente sus sistemas de seguridad y privacidad (cosa que muchos otros no hacen), pero aún así de poco sirve. El hecho de que ahora se decida prohibir el uso de las nuevas gafas de Google en un local, y que seguro no será el único, por este motivo no se si hace otra cosa que mostrar el nivel de paranoia alcanzado por la gente en este aspecto.
Que la excusa sea que con esas gafas puedes sacar una foto a escondidas sin que te vean es algo más bien absurdo; esas gafas no pasan desapercibidas precisamente. Pero aunque fuera así, creo que deberían prohibir de igual forma los smartphones y las cámaras de foto, ya que ambos dispositivos pueden realizar fotos y, en algunos casos como la Samsung Galaxy Camera, ambos las pueden subir al instante a Internet. ¿Acaso no hay miles de fotos hechas en bares y establecimientos que detrás del fotografiado aparece gente, y en algunos casos no muy favorecida? Esas fotos no se han hecho «a los de atrás», simplemente estaban ahí. Si no quieres fotos, prohibe todo dispositivo que pueda realizarlas.
Me parece ridículo llegar a estos niveles, cuando por poco más de 100€ puedes tener unas gafas «normales» con una cámara oculta en su montura y que, curiosamente, sí pasan desapercibidas. Es cierto que hay locales a los que cuando vas tal vez no quieres que se sepa (ejem), pero eso ya es otro tema, y el bar en cuestión que ha limitado las gafas es el 5 Point, que si visitáis su web, no parece de esos locales en los que uno va a escondidas, por lo que seguro que será un «ejemplo» para muchos otros más aún en Estados Unidos.
La privacidad lleva ya años a la orden del día, pero en el momento en que nos metemos a Internet debemos saber que parte de ésta desaparece por mucho que queramos evitarlo, y el simple hecho de salir a la calle puede hacer que desaparezca completamente, así que deberíamos intentar aprender a convivir con ello, igual que hemos aprendido a convivir con otras. Siempre salvando las distancias.
Para mi Google siempre ha sido una compañía innovadora, con sus cosas buenas, menos buenas y, como no, malas, pero eso es lo que les ha hecho ser lo que son; aceptar los errores y aprender de ellos; innovar a pesar de que la gente piense que es una pérdida de tiempo… pero con todo esto lo único que hacen es limitar dicha innovación.
Ahora os toca a vosotros opinar sobre qué os parece esta noticia, y más allá, el tema en general. ¿Creéis que es necesario este extremo?