La noticia de la semana (incluso me atrevo a decir del año) es la compra de Lucasfilm por parte de Disney. Es un movimiento de una importancia mayúscula, que viene acompañado de la luz verde para la producción de una nueva trilogía galáctica. Dentro de la operación de venta también entra LucasArts, la rama de videojuegos creada por George Lucas.

Todos los videojuegos basados en Star Wars han pasado por la producción y aprobación de LucasArts, manteniendo un nivel de calidad sin igual en el mercado de los videojuegos licenciados. El porcentaje y cantidad de buenos juegos basados en Star Wars es mayor que la de cualquier otra franquicia, y eso es indicativo de que algo bueno han hecho. No solo eso, sino que también fueron responsables de editar clásicos de las aventuras como la saga Monkey Island y Grim Fandango.

Por tanto, es normal que temamos el nuevo camino que decidirá la directiva impuesta por el gigante Disney. Seguro que habéis visto a mas de un fan temeroso de que las nuevas películas bajen el listón y empañen (aún mas) la saga. Por el contrario, yo creo que es una oportunidad perfecta para mejorar las cosas, empezando por los mencionados videojuegos. Y para demostrarlo, voy a recordar a todos que hace tres años Disney compró Marvel, la gran editora norteamericana de cómics.

Buscad en Google Play «Star Wars», y llorad ante la pobre nula oferta de aplicaciones disponibles para Android. Es una lista llena de aplicaciones no oficiales que lo único que hacen es aprovecharse de los efectos de sonido y los personajes de la saga para ganarse unas descargas. Lo mas parecido a una aplicación oficial que tenemos es la acompañante a Star Wars Kinect, el juego para Xbox 360. Cuando el juego de Star Wars mas esperado para nuestro móvil es Angry Birds Star Wars, es que algo va mal.

Ahora buscad «Marvel», y os encontraréis un panorama algo distinto. Desde aplicaciones oficiales para leer los cómics directamente en nuestra tablet, hasta todo tipo de juegos licenciados con los personajes mas famosos de la llamada Casa de las ideas. Ese es el camino que debería estar siguiendo LucasArts, pero por algún motivo no lo está haciendo. Y la compra por parte de Disney puede solucionar este abandono.

 

Y ni siquiera tienen que ser juegos nuevos. Pueden ser versiones de algunos de los clásicos que tienen en su fondo de catálogo. Un juego de acción espacial como Rogue Squadron encajaría bien en el mercado y no costaría mucho hacer el port. Si hablamos de aventuras gráficas, no hace mucho salieron versiones en alta definición de las dos primeras entregas de Monkey Island, que en una tablet quedarían brillantes.

Si algo sabe hacer Disney es monetizar sus licencias, y estoy seguro de que las películas son solo una parte de su plan. Los videojuegos, y por tanto, los videojuegos para dispositivos móviles, son la otra parte fundamental que no deberían dejar abandonada como hicieron los anteriores propietarios.