Dentro de Android: Nexus 4, Nexus 10 y Android 4.2
La verdad es que los compañeros de The Verge se están convirtiendo en la punta de lanza del periodismo tecnológico actual. Y más aún si nos centramos en el terreno Androide. En los últimos días ha salido a la luz un reportaje que explica el viaje a las instalaciones de Google y las entrevistas hechas por el equipo de The Verge a algunos de los dirigentes e ingenieros que trabajan en las oficinas de La Gran G.
Desde El Androide Libre hemos creído oportuno traducir y adaptar lo que dio de si este reportaje. Así, aquellos que no sepan inglés podrán enterarse de todo perfectamente.
Dentro de Android
Estaba lloviendo la mañana que llegué, por desgracia. En lugar de llevarnos a una sala de conferencias monótona, Google nos llevó a mí y al equipo de grabación a un nuevo edificio de Android, un bloque recientemente reformado, con espacios de trabajo abiertos y que tenían todo tipo de artilugios dentro: como un coche de Fórmula1 o muebles de la era espacial.
Yo esperaba ver el nuevo teléfono (y había rumores de una tablet) pero poco más sabía sobre mi visita. Mi primer encuentro del día fue con Andy Rubin pero, cuando se trata de productos, Duarte es el miembro del equipo al que nos encontramos en una sala larga con paredes de vidrio y una pila de cajas negras en la mano. Como de costumbre, llegó a la habitación con una actitud algo alocada, una energía inquieta que puede ser contagiosa si pasas el suficiente tiempo con él. Llevaba una extravagante y colorida camisa de botones. Algo así como las que llevaban en la MTV de los años 80. Estaba acorde a la sonrisa que tenía en su rostro mientras depositaba un puñado de cosas con formas extrañas envueltas en un paño negro sobre la mesa que tenía enfrente.
Desenvolvió uno de los objetos, un rectángulo largo y muy familiar. El Nexus4. La primera vez que lo vi, no me sorprendió del todo. Lo había visto antes, había sido filtrado en numerosas ocasiones y hasta un blog bielorruso le había hecho una review. El nuevo Nexus es un dispositivo asombroso, parecido a un Galaxy Nexus a primera vista. Al principio, al ver las fotos del teléfono, no me gustaba. Pero de cerca los detalles eran evidentes, y los detalles hacen la diferencia. Es más refinado de lo que pensé que sería. La utilización de Gorilla Glass en la parte delantera y la trasera, sus bordes biselados… «Creo que en los dispositivos anteriores…la tecnología no estaba allí, y no nos esforzamos lo suficiente»; dice Matías Duarte. El teléfono es sólido y agradable de agarrar, la placa trasera brilla con una rejilla holográfica que juega sutilmente. Pregunto a Duarte si está preocupado porque se pueda romper el cristal, pero él me asegura que han construído una buena defensa para proteger la pantalla y la parte de atrás. Ya veremos.
El teléfono está fabricado por LG. Su pantalla de 1280×768 LCD es impresionante, a la par con la superpantalla del ONE X. En su interior guarda un procesador Snapdragon S4 Pro a 1’5GHz, lo que según Barra lo convierte en «el mejor smartphone del planeta en este momento».
La compañía venderá una versión de 8GB por 299$ y una versión de 16 GB por 349$.
Cuando le pregunto a Patrick Brady (director del equipo de ingeniería que ayuda a los fabricantes socios de Android) cómo la compañía llegó a un acuerdo con LG para el teléfono, fue muy efusivo sobre su hardware. Era algo a lo que no estoy acostumbrado a oir sobre la compañía coreana, que últimamente ha lanzado un puñado de terminales decepcionantes. «Nos gustó mucho lo que LG estaba haciendo con un par de tecnologías, específicamente sobre la carga inductiva y algunas de sus tecnologías de visualización», dijo Brady. «Los dispositivos que vimos que sacaban eran de primera clase y parecía una buena plataforma de hardware para que pudiésemos mostrar la próxima versión de Android». Duarte está de acuerdo: «El trabajr con LG fue bastante impresionante, ya que nos impresionó completamente la tecnología que nos trajeron».
Junto con el nuevo teléfono, Matías muestra alegremente un nuevo dock para cargar el terminal, una esfera que magnetiza el teléfono. Parece igual que la base Touchstone que Palm lanzó junto al malogrado Pre, nadie debería sorprenderse. Duarte era, después de todo, uno de los autores intelectuales de WebOS y sus dispositivos.
Por desgracia para Google, la característica tecnológica más definitoria para el Nexus4 es, por el momento, la falta de LTE. En los Estados Unidos lo posiciona un paso por detrás de otros teléfonos de su clase. ¿Cómo puede ser un rival para el iPhone 5 cuando está usando redes de generación anterior? Es un tema complicado que Rubin estaba ansioso por hablar.
«Por ahora vamos a sentarnos y ver cómo evolucionan las redes. Dos radios en un dispositivo ciertamente aumenta el costo y disminuye su vida útil»; este punto parece frustrarlo. «Cuando hicimos el Galaxy Nexus con LTE sabíamos que teníamos que hacer exactamente éso y no era una gran experiencia de usuario. Es posible hacer las cosas bien, pero no es ahí donde pondremos nuestros recursos, inicialmente. Tácticamente, queremos asegurarnos de que los dispositivos están disponibles para las redes de todo el planeta».
Ésto puede ser por la experiencia vivida por Google con Verizon y el Galaxy Nexus. Que claramente no ha sido la ideal (las restricciones de la operadora han hecho que sea difícil para la compañía mantener el terminal actualizado). Personalmente, conozco a muchos propietarios de Galaxy Nexus infelices porque han tenido que esperar durante meses, mientras que sus hermanos tenían sus dispositivos actualizados a la fecha que daba Google.
Es obvio ver política en este juego, o algo más grande y profundo. Algo más básico a lo que Google aspira como empresa.
Ser abierto
«Cuando empezamos teníamos la idea de que no había plataformas abiertas reales en esta industria. Empezamos un poco por detrás de la curva con [Android] 1.0, pero ahora creo que somos bastante competitivos. Es difícil, porque la industria está cambiando tan rápido…», me dice Rubin.
«Al final, es realmente bueno para los consumidores, pero es un trabajo duro … es básicamente un negocio de picos. Tienes que agregar características y funcionalidad y la esperanza de que los consumidores se enamoren de ellos.»
Dice que nunca se sabe si funcionará o no, que sólo se tiene que seguir perseverando, con la esperanza usuarios abrazar las cosas que se hacen. Es cuestión de mirar hacia atrás en el historial y ver que has ido haciendo las cosas bien.
«Los consumidores están comprando en ecosistemas, y se están dando cuenta de que están comprando en ecosistemas», me dijo Andy. «Google está abierto, y es la nube».
Y es verdad. No hay otras plataformas que le permitan crear su propia tienda de aplicaciones o almacenar música o libros. Los usuarios pueden descargar archivos MP3 y aplicaciones de Amazon, o los libros de Barnes & Noble. Google tiene un modelo totalmente diferente, lo que Rubin adopta de todo corazón. Habló de una manera de la que nunca le había oído antes, en serio.
Sin embargo, existe otra cara de la susodicha libertad. Google podría estar en condiciones de aceptar la apertura y el trabajo con una gran cantidad de socios, pero eso tiene un precio.
Pregunto a Rubin porqué Apple es tan buena controlando su plataforma, mientras Android parece que sufre baches. Apple tiene su propio calendario de lanzamientos, ofrece teléfonos sin bloatware y no tiene restricciones (o muy pocas) sobre lo que puede hacer con su dispositivo. He mencionado el hecho de que Android es una fuente constante de burlas durante las presentaciones de iOS debido a su ciclo de actualización facturado. «Nuestra industria es muy diferente a la industria de Apple», dice Rubin tajantemente.
«Tengo un montón de fabricantes de dispositivos con Android, y no puedo controlar todos esos dispositivos. Sería un error para mí controlarlos, ya que no sería de gran ayuda.»; la espada de doble filo. «Realmente estamos a merced de los OEM y los operadores en cuanto a dispositivos se refiere».
Volviendo a la mesa
Matías no ha acabado. Tiene una gran caja rectangular con «Samsung» estampado en la tapa. Creo que sé lo que toca.
Me enseña la Nexus 10, una tablet más grande fabricada por los coreanos, con una pantalla que rivaliza con la resolución del iPad 3ra y 4ta generación. Tiene 2560 x 1600 píxeles de resolución. Tengo que decir que se ve increíble. El texto es claro como el cristal, los gráficos son vibrantes. Los ángulos de visión son enormes. «Sabíamos que queríamos esa pantalla, y desde el principio dijimos: «Tenemos que tener esta pantalla». «Es una preciosidad»; me dice Patrick.
La tablet no está mal, es agradable a la vista. Hecha con una sóla pieza de plástico y un revestimiento de textura sutil, se asienta bien en las manos. «La carcasa es de plástico (inyección de plástico modelado) y tiene que ser afín al peso que queríamos conseguir»; dice Matías sonriendo. Es superdelgada, y aunque es 16:9, sus 10’05 pulgadas de pantalla no parecen tan grandes y pesadas como otras de su clase. Bromeo con Matías el que, por lo general, las compañías tratan de ocultar que el dispositivo esté hecho de plástico. «Pero ésta es una hermosa pieza de plástico»; bromea.
El precio no está nada mal, 399$ para la versión de 16GB. Pero hay un problema, Google no tiene un buen atractivo para vender una tablet tan grande. ¿Qué consumidores comprarían una tablet de 10 pulgadas Android, una plataforma que todavía tiene una pequeña selección de aplicaciones específicas para tablet? Barra dice que están construyendo un ecosistema para que vengan los desarrolladores. «Parte de la razón por la que hemos invertido significativamente en la construcción de la Nexus10 es que queremos motivar a los desarrolladores y la comunidad».
«Estamos ganando cuota de mercado en tablets. Nuestra cuota de mercado es sorprendentemente alta», dice Rubin, pidiendo a los representantes de Google en la habitación números para mí (nunca lo hace). «Creo que estamos haciendo las cosas bien. Cuando hicimos el Nexus 7, empujamos para que el sistema operativo creara espectativas, y creo que hemos hecho un trabajo bastante bueno. Hasta ese momento yo estaba muy preocupado porque no existía el ecosistema de las tablets».
Matías es más optimista. «Una de las razones por las que los usuarios se sienten seguros con la Nexus10 es porque desde el lanzamiento de la Nexus7 hemos creado un valor, hemos visto muchas aplicaciones sensibles a todos los tamaños y formas de pantalla.»
Además, una de las razones de peso por las que la gente quiere una tablet de este tamaño es por el contenido (tenemos un gran contenido), tenemos revistas, películas y aplicaciones de Google, que están bien optimizadas para esta forma.
Siempre se repite
Y eso me lleva a la otra parte de esta historia, y no se trata de hardware,ni tampoco sobre el ecosistema general. Se trata de la obra que Google está haciendo en software: lo que creo que podría ser el trabajo más emocionante en los sistemas operativos móviles en este momento.
Como empresa, Google se ha apresurado a ser rápida al lanzar y rápida al matar. Testigos de trapo como Buzz o Wave (productos que nunca pudieron salir de la beta), no parecían poder encontrar un hueco por sí mismos. Android estuvo como una beta durante mucho tiempo, en realidad casi todo lo anterior a la versión 4.0. Google ama sus betas, pero a veces te cansas de los «trabajos en curso». A veces uno quiere la parte real.
Con Ice Cream Sandwich, el equipo de Android dio un gran paso adelante, no sólo pasó por encima de la competencia, sino que en cierto modo, también sobre si mismo. Sacó a Android de la beta. La hizo «real».
Jelly Bean (publicada este mes de junio) fue otro paso en la dirección correcta, añadiendo pulido y refinamiento a un producto ya maduro. Y la última versión parece mantener el nivel alcanzado muy bien.
El equipo de Android ha logrado colar un montón de cosas nuevas, inteligentes también. Gmail finalmente escalará los mensajes para que quepan en una sola vista (algo que el iPhone ha hecho desde el primer día), y ahora se puede deslizar para archivar los mensajes o eliminarlos. La «configuración rápida» del menú (brillo, volumen, modo avión, duración de la batería, y más) es accesible desde cualquier lugar del teléfono con un gesto de dos dedos sobre la barra de notificaciones, que terminará probablemente con el 75 por ciento de las visitas de los usuarios en la lista de ajustes.
Ah, y se puede acceder a los widgets de la pantalla de bloqueo, es decir, visitas constantes y rápidas para conocer los datos que más se demandan, sin tener que saltar a una aplicación o a la pantalla de inicio. Otra particularidad que tiene sentido.
Lo que más me sorprendió durante la demostración fue como todo se había centrado en el usuario.
¿Qué guay?
Esta no es una historia perfecta, por supuesto. Google todavía tiene que encontrar la manera de convencer a los usuarios que desean o necesitan una tableta Android de 10 pulgadas. Es necesario convencer a los desarrolladores para hacer aplicaciones buenas para la tablet. Todavía tiene que encontrar la manera de que sus socios de hadrware y software sigan su calendario de actualizaciones. Y realmente necesita lanzar un teléfono con LTE, por lo menos aquí en América. Un teléfono que los consumidores reales puedan comprar y cuyo destino sea poseído y controlado por Google, no Verizon o AT&T . Ni por ninguna otra persona.
Y, ¿No es ésa la promesa de Android? ¿No es ésa la promesa de «ser abierto»? Un teléfono o tablet que ofrece a los usuarios algo más que el status quo, que no los encierra, que no los obliga a comprometerse o a capitular. Parece que el equipo de Android se lo cree, y parece como si estuvieran tratando de hacerlo realidad. Se puede hacer que sea real, mientras se mantenga el rumbo.
«En el instante en el que se empiezan a sacar aplicaciones feas y servicios feos, como son libres, los usuarios los utilizarán», dice Andy apresuradamente, justo antes de que el tiempo se haya acabado. «Me mantiene con los pies en la tierra. Yo sólo quiero que los consumidores amen los productos, y como un tipo de I+D y un ingeniero, es un poco la meta. Mi trabajo diario es venir y construir productos que la gente ama, ¿Cómo de guay es éso?
Qué guay por cierto.
Nota del autor: Esto es una traducción del artículo de The Verge: «Inside Android’s next wave: Building the Nexus 4, Nexus 10, and Android 4.2«; cuyos derechos pertenecen a The Verge. Desde ElAndroideLibre hemos querido traducir y adaptar el artículo para que así todos los usuarios de esta web puedan leerlo en español.
¿Qué te parece el reportaje? ¡Exprésate en los comentarios!
Fuente: The Verge