La tecnología que hoy en día llevamos en nuestros bolsillos o que tenemos en nuestras casas es bastante costosa. Cualquier juguetito nos cuesta un ojo de la cara, y aún más si hablamos de lo último de lo último, donde el coste, evidentemente, asciende hasta algunos límites en ocasiones excesivos.
¿Pero como tenemos acceso a dispositivos tan caros? Pues se resumen en las subvenciones. Los operadores nos subvencionan los dispositivos a cambio de tarifas excesivamente caras. Eso sí, nos dejan el último chillido por 50 pavos, que es un pedazo de precio, aunque después tengamos que pagar 100 euros al mes. Si, estamos así de ciegos señores.
Y todo este lío de las subvenciones, o mejor dicho el reparto de los ingresos entre varias fuentes (porque lo que pierden por uno lo ganan por otro), comenzó con las consolas, que se vendían por debajo del costo para ir ganándole beneficios con la venta de videojuegos (si lo hacías todo legal, claro). Después pasamos a los terminales móviles que como ya he mencionado, nos vendían lo último de lo último a cambio de estar atado tres años como un perro pagando una tarifa a la que le sacarían una ganancia de más de la mitad del importe mensual.
Pero como todos sabéis, algunas compañías como Movistar están pensando ya en dejar de subvencionar terminales y centrarse solo en la línea en sí. Todo esto viene causado por el considerable incremento de usuarios que las OMV están experimentando gracias a la fórmula «móvil libre+operador barato que me de la gana».
¿No conocéis esa fórmula? Pues aunque no la he puesto en práctica yo mismo creo que es la más efectiva que podemos realizar. Básicamente consiste en comprar un móvil libre al precio que queramos y como queramos y después le metamos una SIM de una OMV que generalmente son muy baratas y así amortizar el coste del terminal. Haced cuentas a los 18 meses y veréis como ahorráis bastante dinero.
Bueno, pero este sucio negocio de las subvenciones ya tiene los días contados así que tendrán que buscar otra salida para seguir sacando dinero ¿no? Pues parece que ahora la moda va a ser las tiendas de aplicaciones y los servicios online.
, cuyo precio era claramente inferior al coste de fabricación del producto. El beneficio en sí de la tablet (desde el punto de vista de Amazon) será la obtención de ingresos mediante la tienda de aplicaciones, música o alguno de los servicios que tiene la tablet.
Hasta aquí muy bien porque obtienes una tab a un precio tirado y ya es decisión tuya después a comprar o no comprar. Pero el problema viene cuando vemos que está completamente capada porque solo tenemos acceso a los servicios que el fabricante ha decidido. Es como si hubieramos comprado un iPad, entrando en una carcel.
Pero señores, en el mundo Android no hay nada imposible así que, como hemos visto también en la Kindle Fire, se pueden portar ROMs y servicios de otros terminales y así salirnos de las rejas que nos intentan poner. No obstante, si seguimos así, llegará un momento en el que, aunque salgamos de las ataduras del fabricante, no habrá alternativa alguna como las que tenemos hoy en día porque todas las compañías actuarán de la misma forma, incluyendo Google con la Play Store.
Cuando lleguemos a ese instante podremos decir que, a no ser que Google actúe, comenzará el declive de Android porque toda la libertad que siempre hemos tenido y que ha sido su principal reclamo durante estos años, habrá caducado. Y todo esto por un cambio de estrategia por parte de las operadoras. Es lo que tiene vivir en una sociedad encadenada en la que cualquier movimiento, puede afectar gravemente a tu vecino.
De todas formas, esto solo son suposiciones e imaginaciones que, de hacerse realidad, espero que consigamos solventar sin ningún problema. Lo que si queda claro es que el nuevo negocio de las compañías va a ser la venta de aplicaciones y la oferta de servicios en línea para smartphones que parece estar más en auge que nunca.