Algo ha quedado muy claro este año en el MWC de Barcelona: Las novedades en el mundo del smartphone son cada vez más escasas. Hasta ahora era fácil, se traía un núcleo más, un procesador más potente, más RAM, una pantalla más grande… más, más y más, en eso se basaba la innovación hasta ahora. Los fabricantes se encargaban de ello, y mientras bebían de Android, este lo hacía también de ellos, aprovechándose de su evolución seguía hacia adelante, ganando más y más fama.
Tenemos que tener muy en mente que Android es un sistema operativo, y para que este tenga fama tiene que ir acompañado de terminales en condiciones, que cumplan expectativas, funcionen bien e innoven. Sin la ayuda de los fabricantes Android no es nada, eso es evidente.
El caso es que los smartphones son dispositivos que empiezan a llegar a un punto de inflexión en lo que era una curva exponencial de evolución e innovación, donde cada año nos encontrábamos terminales mucho mejores que los del año pasado. Pero si nos fijamos en el MWC este año no ha sido así, ya que sólo Huawei, ZTE, LG y HTC han mostrado terminales con cuatro núcleos, y eso ya ni llama la atención. Ahora vendrán más, como el Samsung Galaxy S III, pero la gente ya ha aprendido que más núcleos empieza a no significar mejor experiencia de usuario, que es lo que uno quiere.
Android, como decíamos, bebe de esta innovación, pero, ¿qué pasará cuando frente? Pues con el tiempo fabricantes como Nokia no tendrán ningún problema de alcanzar con Windows Phone algo que ahora les es imposible, y el mercado de terminales empezará a orientarse hacia mercados emergentes, donde las cifras de ventas son enormes, y entonces Android empezará a decaer. Ese futuro está mucho más cerca de lo que podamos pensar, y Eric Smith en su keynote de Barcelona ya empezó a dar las pistas del camino que Google va a seguir en este sentido.
Sin embargo Google es un gigante que para nada se queda dormido, y sabe muy bien lo que está pasando y lo que está por pasar. Pese a que admita que en un futuro cercano se centrará en los smartphones de gama más baja para orientarse a los mercados emergentes, hay truco. Y el truco es admitir lo antes posible que el smartphone está muerto. ¿En qué sentido digo esto? Pues ni más ni menos que ya no nos sorprenden con demasiadas cosas, o las que llegan son relacionadas con integraciones con sistemas externos, nuevas tecnologías como el NFC, servicios integrados multimedia que nos permiten ver películas del teléfono en la TV… pero todo esto va más allá del smartphone, este en sí ya es un dispositivo corriente.
Y aquí está la clave, en que es un dispositivo corriente, un aparato que ya no es exclusivo y al que ahora casi todos podemos acceder, de una forma u otra. Tengo amigos que, y no nos miento, hace sólo 2 meses decían que jamás tendrían un teléfono táctil, y ya no les queda otra, porque es casi lo único que hay (ambos ya tienen un Android). En el momento en el que nos acostumbramos a un tipo de tecnología esta empieza a perder la gracia, y es aquí donde hay que innovar, para buscar cosas nuevas que nos sorprendan.
En este sentido es en el que Google ya ha empezado a mover ficha, y lo vimos con la inversión de 120 millones de dólares que ha hecho en un centro de investigación dentro de Googleplex, en el que se están llevando a cabo experimentos e investigaciones de innovación para empezar a buscar esas cosas nuevas.
¿Con qué nos sorprenderá Google? Una de las grandes ventajas que tiene Android es la versatilidad que ofrece, y decir que es un sistema operativo para móviles es limitarlo y subestimarlo demasiado. Lo que quiere Google es que cualquier dispositivo que se pueda hacer inteligente acabe llevando Android. Ya sea la televisión, la lavadora, el horno o el control de temperatura del hogar, todo puede llevar Android. De ahí la gran importancia del proyecto Android@home, en el que se investiga todo lo relacionado con el hogar inteligente. Es ahí donde está la clave del futuro de Android. Por supuesto habrá que seguir pendientes de los smartphones, ya que son una pieza clave dentro de todo un sistema, pero en lo que Google tendrá que centrarse es en un Android mucho más global que sirva para cualquier cosa.
Puede parecer increíble, pero empezar a ver electrodomésticos con Android no me parece ninguna locura, y muy corto plazo. De hecho ya existen algunos, y la idea del M2M está bastante desarrollada y muchos fabricantes empiezan a apostar por ello. Pero es que pensar que podríamos tener un robot mayordomo Android de aquí a 3 años tampoco es ninguna locura, de hecho me parecería más que probable. Quizás no sea como lo imagináis, un droide mecánico que obedezca tus órdenes, pero una casa a la que hablando le pidamos que encienda la calefacción o que apague las luces está muchísimo más cerca de lo que parece.
Si Android se limita a los smartphones y no va más allá, morirá, y Google lo sabe perfectamente, por eso ya están investigando en las posibilidades y estudiando hasta donde puede llegar nuestro amigo verde.
¿Crees que veremos Android por todas partes pronto? ¿Sería un error no ir más allá y quedarse en los smartphones?