Aawww yeah!! Esto es lo que muchos seguramente dirán o pensarán al tener por primera vez un Android entre manos (yo fui uno de esos). Pero si nunca han tenido ningún smartphone, posiblemente al mismo tiempo le asalten un montón de dudas sobre como funciona, al tener tantas opciones comparado con tu actual Nokia 3310 (sí, aún hay quien los usa).
En mi caso, y debido a mi carácter y afición por todo este mundo, no tuve demasiados problemas para «arrancar», pero no todos tienen esa curiosidad y se meten a bucear por foros y cientos de webs buscando hasta el más mínimo detalle. Para estos casos está EAL, donde periódicamente os ofrecemos pequeñas guías y trucos para que los más nuevos en el mundo Android no tengan que perderse entre miles de palabras y jerga difícil de entender. Hoy os presentamos la Guía paso a paso de mi primer día con un Android, que les vendrá de perlas a todos aquellos que estén a punto de adquirir uno, o ya lo tengan y quieran ver si se les ha podido escapar algún detalle. Adelante.
Primer paso, encender el teléfono
Bueno, realmente este paso no es que sea muy diferente al resto. Simplemente hay que introducir la tarjeta SIM, la batería, cerrar la tapa y pulsar el botón ON/OFF. Bien, después de este complicado pero totalmente necesario paso empezamos enserio con la guía. Antes de nada, aclarar que esta guia está basada en Android hasta 2.3 Gingerbread, ya que en 4.0 ICS hay algunas modificaciones, pero al tener de momento poco mercado, creemos que es más necesario hacerlo hasta 2.3. En general Android dispone de 4 botones típicos:
- Atrás: para retroceder entre aplicaciones, carpetas, menús, etc.
- Menú: el botón por excelencia. Su función varia dependiendo de donde nos encontremos, pero nos abre el menú con las opciones de cada aplicación, foto, navegador, etc. Es muy versátil y muy necesario.
- Home: simplemente nos lleva de vuelta al escritorio, dejando en segundo plano todo lo que estuviera abierto. Hablaremos de ello más abajo.
- Búsqueda: el botón abandonado, pero realmente útil. Con él, podremos realizar búsquedas rápidas en Internet sin necesidad de abrir el navegador, por ejemplo, pero también nos permite buscar un contacto sin abrir la lista, una aplicación o cualquier otra información contenida en nuestro teléfono.
Lo primero que nos encontraremos al arrancar nuestro Android es que debemos seleccionar el idioma, aunque por norma general al tener una SIM introducida lo cogerá automáticamente. Luego lo que sí que es completísisisisimamente necesario, aunque parezca mentira, es disponer de una cuenta de Gmail. Si ya tenemos una, bastará con introducir los datos, y si aún no tenemos (pecado capital), nos dará la opción de crear una (podemos omitir este paso e introducir los datos posteriormente, aunque es mejor hacerlo al principio).
Luego podemos seleccionar si queremos que nuestro dispositivo acceda a nuestra ubicación para poder afinar más las búsquedas, o si queremos que se realicen copias de seguridad de nuestras aplicaciones instaladas y configuraciones del teléfono. Yo recomiendo marcar todas las casillas ya que así le sacamos todo el provecho, pero no es necesario. Si decidís no hacerlo, simplemente perderéis parte de los «extras» de Android, pero será completamente funcional de la misma manera.
Bien, esta cuenta de Gmail es necesaria para poder aprovechar al 100% las posibilidades que nos ofrece Android, pero si no lo quieres usar como mail principal para no cambiar el que tienes, no es obligatorio, aunque para mi (y seguro que para mucha más gente) Gmail es uno de los mejores gestores de correo a día de hoy, por no decir el mejor. Pero, ¿para que quiero una nueva cuenta si ya tengo la mía de toda la vida y no quiero cambiarla? ¿Entonces, para que sirve? Vamos a verlo.
Sincronización total
Una de las mayores ventajas que tiene Android en cuanto a la gestión de contactos es que se sincronizan automáticamente con tu cuenta de Gmail, sin necesidad de conectar al ordenador. Esto quiere decir que si añades un nuevo contacto a través del teléfono, donde introduces su nombre, e-mail, dirección, etc., en cuestión de minutos lo tendrás disponible desde el ordenador, y viceversa, si lo añades desde el ordenador, lo tendrás en tu teléfono. Es una copia de seguridad, por decirlo de alguna manera. Y este es el primer paso «real» que debemos hacer: abrir la lista de contactos, y abrir el menú para realizar una copia de los contactos de la SIM al teléfono. Esto varia dependiendo de cada fabricante, debido a las capas personalizadas, pero no deberíais tener problemas para encontrarlo.
Una vez copiados los contactos al teléfono, empezará la sincronización y en poco tiempo ya tendremos todos nuestros contactos a buen recaudo. Primera ventaja: si cambiamos de teléfono (a otro Android), con solo introducir los datos de nuestra cuenta ya tendremos nuevamente todos y cada uno de nuestros contactos. Fácil, ¿verdad?
Pero no solo los contactos están sincronizados en todo momento. Recordemos que Android es Google, y Google es muchas cosas: Calendario, Correo, Reader, Fotos, Contactos, Libros, Música, Mapas…todo ello está conectado en todo momento en nuestro pequeño dispositivo de bolsillo. Y eso es precisamente lo interesante de Android, que con una misma cuenta puedes gestionar todas estas cosas. Por defecto tenemos Gtalk, el sistema de mensajería instantánea incluida en todas las cuentas de Gmail y Google+. Ahora podremos estar en contacto con todos nuestros contactos (valga la redundancia), y así nos ahorramos tener que responder a través de mail, por ejemplo, y podemos hacerlo directamente desde Gtalk. Vendría a ser un Messenger integrado.
Si habéis decidido hacer uso de Gmail como gestor de correo, Android incorpora una aplicación específica para ello, muy completa y funcional. Bastará abrirla y seleccionar nuestra cuenta para que empiece a sincronizar nuestros correos. Según vayamos recibiendo, nos llegarán de forma instantánea como si de un SMS de tratara, gracias al sistema PUSH, que evita tener que estar preguntando al servidor periódicamente si hay correor nuevos, lo que nos ahorra batería y consumo de datos. Si por el contrario NO usáis Gmail, tenemos la aplicación correo, donde podremos configurar nuestra cuenta actual, ya sea Hotmail, Yahoo o una de un dominio propio.
Apariencia, decoración y configuración rápida
Una vez hecha la sincronización, viene el siguiente paso: El escritorio. Si no estamos familiarizados con esto, al principio puede parecer complicado, pero nada de eso. A diferencia de los teléfonos «convencionales», Android dispone de 5 escritorios (7 en algunos casos, dependiendo de la marca), donde podremos añadir accesos directos para poder tener más a mano las aplicaciones que más vayamos a usar. Esto lo hacemos manteniendo pulsado el dedo el una zona vacía del escritorio y seleccionando «añadir acceso directo«, o al abrir la lista de aplicaciones, si pulsamos sobre la que queremos llevar al escritorio y no levantamos el dedo, nos permitirá crear un acceso directo. Deslizando el dedo a derecha e izquierda navegamos entre los diferentes escritorios. Esto nos puede ayudar a ordenar un poco nuestras cosas, como por ejemplo dedicar un escritorio para cada tipo de aplicaciones: Juegos, Productividad, Contactos, Navegación e Internet y Varios, por ejemplo.
Podemos añadir un total de 16 accesos directos pudiendo crear carpetas para agruparlos, pero además disponemos de los llamados Widgets. ¿Y qué son? Pues es una «miniaplicación», si se me permite llamarlo así, que nos muestra información relativa a la aplicación en cuestión. Por ejemplo, el widget de Twitter nos muestra las últimas actualizaciones sin necesidad de tener que abrir la aplicación. Y así, podemos tener widgets de calendario, correo, el tiempo, fotos, etc. Con un simple vistazo a la pantalla tenemos la información necesaria, si abrir ni una app. Más fácil imposible. Aunque estos widgets ocupan más espacio dependiendo del tipo que sean, pudiendo añadir entre 2 y 3 widgets por escritorio.
Y como no, podemos establecer un fondo de escritorio para que nuestro teléfono sea más nuestro. Basta elegir la foto que queramos y establecerla como fondo de pantalla, o mantener pulsado sobre una zona vacía de escritorio y seleccionar el fondo deseado. ¿Y que es eso de fondos animados? pues otra característica de Android: nos permite tener fondos interactivos y algunos pueden reaccionar a nuestros movimientos en el escritorio. Vamos, que dan algo más de vida a nuestro teléfono.
En cuanto a configuración rápida, no hay mucho. Los botones de volumen sirven para eso, efectivamente, que dependiendo de si estamos en la pantalla inicial, realizando una llamada o viendo un vídeo, suben y bajan el volumen de llamada, del auricular o del sonido multimedia respectivamente. También nos sirve para silenciar una llamada si no queremos contestar, sin necesidad de rechazar esa llamada.
Las conexiones Wifi también son muy fáciles de configurar, solo debemos acceder al menú Wifi, buscar la que queramos, introducir la clave si dispone de ella y listo. No es necesario desactivar el Wifi en ningún momento, ya que de esta manera al entrar en el rango de señal de esa red, nos conectaremos automáticamente y así no gastamos datos de nuestra tarifa. El GPS también se puede dejar activado siempre, ya que así tendremos una ubicación más precisa de los mapas y otras aplicaciones al usarlas, y al contrario de lo que piensan muchos, el hecho de tenerlo activado no significa que estemos haciendo uso de él. En caso de usarlo, nos aparecerá un icono en la barra de notificaciones superior.
El tono de llamada, notificaciones y demás, pues como el resto de teléfonos. Vamos a la lista, los escuchamos todos y elegimos el que nos guste, aunque si queremos poner una canción, basta abrir el reproductor, elegir la canción, pulsar la tecla menú y establecer como tono de llamada.
Si hemos habilitado la sincronización de configuración al principio, estos cambios quedan registrados y al cambiar de teléfono o tener que resetearlo por el motivo que sea, volveremos a tenerlo tal y como estaba la última vez: Con su fondo, su tono de llamada, las conexiones wifi registradas, etc. Magia. Y para acabar con las configuraciones rápidas, hablaros del conocido patrón de desbloqueo, que nos permite dibujar un patrón para desbloquear el teléfono, como podría ser una contraseña numérica, pero de esta forma es algo más difícil de descubrir. Para activarlo lo hacemos desde las opciones de ubicación y seguridad del menú.
¿Y de aplicaciones como vamos?
Este suele ser el siguiente paso, adentrarnos en el Market para descubrir la cantidad de aplicaciones disponibles. Tenemos montones de aplicaciones que nos permiten hacer lo mismo, y eso para mucha gente es un problema, pero para otros tan solo una oportunidad de poder elegir la que más le agrade y mejor se adapte a sus necesidades. Aquí en EAL nos encargamos a diario de ofreceros un montón de esas aplicaciones y casi siempre las comparamos con otras para que seáis vosotros los que decidáis cual os quedáis, aunque siempre os invitamos a probarlas todas.
Como todo lo demás, el Market está asociado a nuestra cuenta de Google, por lo que es necesario disponer de ella para poder descargar y comprar aplicaciones. Para las gratuitas no hay problema; simplemente las descargamos y listo, pero para las de pago hay que tener en cuenta que debemos asociar un número de tarjeta al servicio Google Checkout (que hace poco lo unificaron con el reciente Google Wallet). Luego al comprar una app, quedará registrada en un historial de compra y podremos descargarla tantas veces como queramos, siempre y cuando hayamos accedido desde nuestra cuenta.
Hay otra manera de instalar aplicaciones y es teniendo el archivo de instalación, que son archivos con extensión .apk . Para que el teléfono nos permita instalar estos archivos, debemos habilitar la opción de permitir la instalación desde «orígenes desconocidos» que encontramos en las opciones generales, en la sección aplicaciones. Y si lo que queremos es desinstalarlas, podemos hacerlo también de 2 formas. Desde el mismo Market, donde una vez hecho nos permite indicar, si lo deseamos, el motivo de desinstalar dicha aplicación, o desde la sección de aplicaciones del menú.
Otro punto interesante para los que tengan teléfonos con SD, es que desde ese mismo menú podemos pasar las aplicaciones a la SD para ahorrar espacio en el teléfono, pero no todas las aplicaciones tienen esta funcionalidad, si lo hacemos perdemos los widgets y esto solo es posible hacerlo de serie a partir de Android 2.2.
La barra de notificaciones
Esta pequeña barra superior es para mi parte de la esencia de Android. Todas las acciones e información relativa a llamadas, mensajes, actualizaciones, descargas, etc. aparece aquí arriba. Ya no tenemos esas molestas ventanas emergentes que nos avisan de un nuevo mensaje o una llamada perdida. Hasta la salida de este tipo de teléfonos puede que no molestara, pero ahora al estar jugando, viendo un vídeo o navegando por Internet, se agradece que se reproduzca el sonido para avisarnos de un mensaje, pero que se quede ahí arriba para consultarlo en otro momento. Bastará deslizar dicha barra hacia abajo para desplegarla y ver todas las notificaciones pendientes, aunque si queremos eliminarlas directamente, también podemos hacerlo pulsando el botón Borrar.
Pero no solo nos aparecen esas notificaciones, también tenemos los indicadores de batería, calidad de señal, si hacemos uso de 3G, Wifi o Roaming, Bluetooth, GPS, si se están sincronizando los datos, y un largo etcétera. Os puedo asegurar que una vez os acostumbráis, no podréis vivir sin ella.
Vale, y ahora ¿como se usa en el día a día?
Pues para acabar, os diré un poco el uso que puede tener un Android un día cualquiera. Se puede usar de despertador, pero teniendo en cuenta que no se puede apagar por completo, ya que de lo contrario no sonará. Esto no pasa en Android, sino en todos los smartphones. Bien, pues nada más sonar la alarma, le puedes dar un repaso a tu agenda para saber qué tienes que hacer hoy, leer los feeds o noticias matutinas, revisar los nuevos mails que pueda haberte enviado el jefe mientras tú estabas durmiendo, e incluso contestarlo rápidamente; todo sin tener que levantarte de la cama.
Si tenemos que coger el coche, y encima vamos a lugares poco conocidos, no hay problema. Abrimos la aplicación de Google Maps que viene por defecto y ya tendremos un navegador GPS «turn by turn», que nos llevará sin problemas a nuestro destino. Incluso al llegar nos mostrará una foto desde StreetView (si está disponible), para ver exactamente donde está. Aunque eso sí, un consejo, si vais a usar el GPS en el coche, imprescindible contar con un cargador de mechero.
¿Que a media mañana estas pensando en ir a comer, y quieres preguntar a alguien si viene? Abres Gtalk, envias unas cuantas consultas a ver si alguien se apunta y listo. O si lo prefieres, puedes usar la función Latitude para ver donde están tus amigos; puede que haya alguno cerca y podáis quedar para ir a comer.
Luego en el trabajo te pasan una dirección de e-mail para que le envíes unos documentos, te la apuntas en el móvil y cuando llegas a casa, abres Gmail y ahí está esa dirección, así que envías el correo cómodamente desde tu ordenador. Y para acabar el día, pones nuevamente el despertador, dejas el teléfono en modo noche y te sirve de reloj de mesilla de noche, con una luz tenue que no molesta en absoluto y tienes a la vista la hora y el tiempo. Si lo prefieres, puedes dejarlo en silencio para que esos mails no molesten a las tantas de la noche o ponerlo directamente en modo avión, así evitas dormir con las ondas que tan poco gustan a la gente. Ahora bien, con un uso normal, es necesario cargar este tipo de teléfonos a diario, así que cada noche al acostarte, conectado a la corriente y hasta la mañana siguiente.
Y hasta aquí esta pequeña guía de los primeros pasos con tu Android, que a pesar de su extensión, son tan solo unas pequeñas pinceladas de lo que nos permite hacer este pequeño gran OS, pero el resto os lo dejamos a vosotros (o puede que haya una segunda parte), y sobretodo, a vuestra disposición están los comentarios para que todos podamos compartir las experiencias de ese primer día con nuestro nuevo amigo. Aún recuerdo el mío como si fuera ayer, ¿y tu?