Hace ya un tiempo que vengo escribiendo mis estupideces profundas sesudas reflexiones en éste blog y, prácticamente desde que empecé, he tenido un tema favorito: videojuegos.
Los videojuegos en teléfonos móviles han venido siendo hasta ahora un género propio, marginal y en la mayoría de los casos bastante descuidado por la mayor parte de los fabricantes. Desde aquellos Nokia 3210 con su Snake pixelado ha pasado mucho tiempo, y la tecnología ha evolucionado exponencialmente en ese periodo. Hemos pasado de pequeñas máquinas que solamente nos permiten llamar, y que valían un congo, a conseguir a precios de ganga (o no tanto) smartphones más complejos que ordenadores de hace menos de una década. Esto por supuesto ha potenciado todas las funciones de los teléfonos, mejorando la calidad de altavoces, pantallas, incluyendo superficies táctiles, acelerómetros, brújulas digitales y otros dispositivos que han cambiado totalmente la forma en que utilizamos nuestros teléfonos y convirtiéndolos en una herramienta que se adapta a nuestra interacción con el mundo de una forma cada vez más compleja.
¿Qué ha supuesto esto para el mercado de los videojuegos en teléfonos móviles? ¿qué cabe esperar en un futuro cercano?
En cada nueva feria de móviles nos encontramos desarrolladores de videojuegos, y en cada nueva feria de videojuegos más y más fabricantes de móviles. Esta tendencia nos indica que ambos mundos cada vez son más importantes el uno para el otro, y que la tendencia es que la evolución y crecimiento de los dispositivos permita que cada día nos encontremos con más y mejores juegos en nuestros móviles y, ¿por qué no?, en nuestros androides.
Al final del artículo os enlazo dos artículos relacionados con el tema, y sobre los que quiero basar esta reflexión:
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El primero nos habla acerca del cada vez menos rumoreado y más cercano tablet para juegos de GameStop. La cadena de videojuegos ha confirmado que están preparando un dispositivo basado en Android y diseñado para jugar, y para interactuar con un sistema de controladores por bluetooth. Así mismo comentan que aunque hay pocos juegos diseñados para ser usados con dispositivos externos, ellos esperan que la tendencia aumente, y que los desarrolladores se comprometan a ello. Esta claro que un dispositivo de esas características indica claramente que ellos como fabricantes están comprometidos con una idea tan arriesgada.
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El segundo comenta que en el Tokyo Game Show que se ha celebrado estos días, Google y Sony han anunciado que parte del catálogo de juegos para Android va a funcionar sobre la nueva consola portatil de los nipones, la PS Vita. Estará disponible en breve el SDK de la PS Suite, que permitirá a los desarrolladores portar sus aplicaciones de una máquina a otra, con el compromiso por parte de las dos gigantes tecnológicas.
Aparentemente son dos noticias sin mucha relación entre sí salvo el mero hecho de que hablan de videojuegos, pero para un soñador como yo, permiten vislumbrar un horizonte lleno de posibilidades.
El primero de los artículos anteriormente mencionados, marca un curioso punto de inflexión. Hasta ahora los tablet y smartphone (o incluso los PMP como el Samsung Galaxy WiFi) han sido dispositivos con una función claramente profesional como característica primaria, y el entretenimiento como una característica accesoria. Sin embargo, dispositivos como el tablet que mencionan, o el ya famoso Sony Ericsson Xperia Play ofrecen dispositivos con todo el potencial profesional de Android, sin perder la faceta seria, pero dejando muy claro que si hay que jugar, mejor hacerlo bien.
En el segundo, por curioso que resulte, vemos como un dispositivo pensado para jugar, con una potencia abrumadora en sus tripas y un catálogo de desarrolladores que debería asustar a los competidores más duros comprometido con la máquina desde sus inicios, bebe de las fuentes de los teléfonos móviles. Ha decidido que los juegos para móviles no son malos, ni aburridos, que tienen un público, y que dejar ese público de lado es un error. No tiene nada de malo poder jugar a Angry Birds en nuestra PSP. Sony ya dispone de un entorno online con tienda de aplicaciones incluida, pero además quiere aprovechar las ventajas de la que ofrece Google.
Es decir, por un lado, vemos como el hardware evoluciona para integrar los videojuegos como otra parte importante de la plataforma, no algo secundario como hemos visto hasta ahora, y por otro, vemos como las aplicaciones de móviles se hacen un hueco entre las disponibles en los catálogos de las consolas portátiles.
No cabe duda de que cada nicho de mercado está muy definido de momento, pero no dejéis que el futuro os sorprenda con máquinas que, cada vez más, serán una fusión entre las actuales consolas (tanto de sobremesa como portátiles) y los teléfonos y tablets de que disfrutamos ahora mismo.
¿Qué opináis vosotros? ¿veremos una convergencia entre los mundos de los videojuegos y los teléfonos? ¿llegarán a sustituir a las consolas algún día?