La mayoría de los que nos seguís habéis leído en alguna ocasión sobre el NFC, y sobre cómo nos va a cambiar la vida, que todo van a ser risas y flores y que vamos a ser mucho más felices gracias a él.
Lo más habitual es que el NFC se nos refiera como un nuevo y mejorado (algún día discutiremos lo absurdo de esta expresión) método de pago, aunque en realidad, las posibilidades que se abren gracias a él van mucho más allá, y hoy queremos discutir un poco esta cuestión.
¿Qué es el NFC?
La tecnología Near Field Communication (Comunicación de Campo Cercano en su horrenda traducción a nuestro idioma) es un sistema de comunicación basado en la emisión y recepción de datos en alta frecuencia a corta distancia (unos 10 cm. de alcance).
En principio podríamos pensar que es una chorrada mayúscula, ya que la transmisión inalámbrica y el hecho de tener que estar tan cerca como a 10 cm. pueden parecer un poco contradictorios, es decir, a esa distancia, ¿qué me impide utilizar un cable? No obstante, estos nuevos sistemas de comunicación están en auge, y fueron implementados a partir de Gingerbread en nuestros androides, y esto es así porque resultan (o pueden resultar en un futuro cercano) prácticos para algunas cosas, y mucho…
¿Qué usos prácticos puede tener el NFC?
Bueno, pues hasta ahora, se ha hablado del NFC como una tecnología segura para efectuar pagos. Esto no es cierto ni falso, sino que en realidad no podemos afirmar algo así tan categóricamente, cuando no conocemos el resto de la cadena del sistema de pago, es decir, si la conexión entre los dos chips NFC es segura, pero no así entre el chip y el móvil, o entre el móvil y el operador, o entre el operador y la propia red, y así hasta el infinito. Es decir, es una forma nueva de utilizar pago seguro, pero es tan segura como otras que ha habido hasta ahora, ni más ni menos, pues un solo eslabón débil en toda la cadena afecta directamente a la seguridad del resto.
Pero, a pesar de que siempre se habla de los pagos en tiendas y demás, me gustaría que pensemos verdaderamente en más usos prácticos para usar la tecnología NFC en nuestro día a día.
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Comprobación de identidad en diferentes servicios. No sé cuántos de vosotros cogéis como yo a diario tren o autobús para ir a trabajar, a clase o a vuestro ocio variado, pero si lo hacéis, ¿no se os ha olvidado nunca vuestro preciado abono de transportes? ¿no sería genial que llevando el móvil encima y pasándolo por un cacharrito a la entrada del bus o el tren solucionáramos ese problema sin necesidad de tener que pagar una carísima multa o perder un tiempo precioso volviendo a casa a por él?
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Tarjeta de visita, acreditación. Directamente relacionado con lo anterior, aunque con un ámbito de aplicación diferente del todo. Supongamos que vamos a visitar la oficina de un amigo, o acudimos a una reunión fuera de nuestro centro de trabajo. Al entrar es necesario siempre identificarnos en la recepción del edificio, y cuando llegamos tarde, es un franco engorro. Sería estupendo poder proporcionar una ID virtual a nuestro contacto que generara una autorización para nuestro teléfono al llegar al edificio, simplemente acercamos el móvil y ¡puf! Permiso concedido, ya somos visitantes autorizados, sin esperas, trámites, ni incomodidades de ningún tipo.
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Perfiles automáticos. Sobre esta tengo que dar las gracias a los compañeros de XatakaOn por la idea, pues fue este uso y la idea subyacente sobre qué depara el NFC quien inspiró este artículo. Comentan que por ejemplo, en la entrada de las salas de reuniones haya un aparatejo al que simplemente acerquemos el móvil y éste automáticamente entre en modo reunión, desactivando el sonido para evitar molestias.
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Información extra. Pasamos por delante de un restaurante que no tiene mala pinta, pero no tienen el menú en la puerta, o no es lo bastante detallado, pasamos el teléfono por delante y ¡voila! Menú instantáneo, o especialidades del día, incluso ofertas, todo en el momento.
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Guías. Muy parecido al anterior. Paseamos por nuestro museo favorito (que suele ser el de otra ciudad, porque como todo el mundo sabe, los de la propia ciudad no hace falta visitarlos) y al pasar por delante de un cuadro que nos resulta curioso, acercamos el móvil al pequeño cartelito de delante, recibiendo información de todo tipo sobre el cuadro (libro, escultura, o lo que sea), el autor, su historia, todo lo que tardaríamos un rato en buscar en internet a golpe de acercar el teléfono un poquito.
Bueno, como veis, he intentado evitar la obligatoria mención de medios de pago, que ya aburre hasta a las piedras, para tratar de encontrar usos útiles y verdaderamente novedosos del NFC, pequeñas cosas que podrían mejorar significativamente nuestro día a día, haciendo muchas cosas más simples y mejorando la experiencia de muchas otras.
No quisiera cerrar este artículo sin hacer dos cosas, la primera dar las gracias a los compañeros de XatakaOn por la idea, pues es un tema importante del que apenas se habla, y está bien acordarnos de que hay más NFC fuera de las carteras virtuales. La segunda y tan importante como la primera, es recordaros que los comentarios están abiertos para cualquier sugerencia o comentario que tengáis, ¿se os ocurre algún uso del NFC que nos hayamos dejado fuera?