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Opinión

La ILE

Por Fernando AramburuLea la crítica de La Institución Libre de Enseñanza

11 junio, 2010 02:00

Fernando Aramburu


Sabido es que la Institución Libre de Enseñanza nació para regenerar un país atrasado, mueble viejo carcomido por los dogmas de la fe y la ignorancia, etc. Un país en el que, no obstante, avanzado el siglo XIX, unos cuantos hombres sensatos desplegaron un abanico de proyectos pedagógicos que constituyen una de las páginas más hermosas de la historia de España. Desde su fundación por Giner de los Ríos hasta que Franco apagó la luz, transcurrieron sesenta años de intensa actividad educadora y de renovación cultural sin la cual no podría explicarse el esplendor que hemos dado en llamar Edad de Plata. La ILE (neutralidad religiosa y política, gratuidad de la enseñanza primaria, abolición de libros oficiales de texto, igualdad de sexos en la educación, estudios en el extranjero, campañas de alfabetización por los pueblos y mucho más) semeja un oasis en la permanente tragedia educativa de España.