Menuda quijotada
por Juan Palomo
16 octubre, 2008 02:00J. M. G. Le Clézio, Woody Allen, Scarlett Johansson, Lula da Silva
Tocaba premiar a Francia. Es el argumento más repetido de los que hemos escuchado esta semana para justificar la concesión del premio Nobel a Le Clézio. Me parece injusto. él, una persona fascinante (independiente, verde, viajero, discreto, comprometido con el débil) no es responsable de las cuotas y caprichos de la Academia sueca, así que no hay que insistir en lo obvio: un autor de cincuenta libros que sigue siendo un desconocido y cuyos títulos hoy no se encuentran en la mayor parte de los países de Europa, resulta sospechoso. Algo falla. ¿Que es un llanero solitario, un tipo que defiende al individuo frente a la masa, un raro? ¿Y? La globalización que nos ataca impide determinados errores. Hay demasiados lectores en el mundo que saben ya que el inocente Le Clézio no tiene la intensidad de Philip Roth.¿Cuál será la primera nación castellanohablante del mundo en el año 2050? Estados Unidos, of course. Los 45 millones de hispanos que pueblan el país (hoy el 15% del total) se habrán convertido en 2050 en 130 millones (cerca del 50%). Hay que saber también que el 30% de esos hispanos vive hoy bajo el umbral de la pobreza, son mayoritariamente de origen mexicano (64%) y usan el español en casa. Una cifra más para el asombro: en el último año, uno de cada dos niños que ha nacido en Estados Unidos es hispano. Estos datos y muchos más, amén de prolijos artículos de más de ochenta estudiosos, se ofrecen en la imponente Enciclopedia del español en los Estados Unidos, publicada por el Instituto Cervantes y la editorial Santillana, of course.
Adaptar una película al lenguaje de la danza no es tarea fácil. A tal empeño se ha dedicado en los últimos meses el bailarín de origen español y "estrella" del Ballet de la Opera de París, José Martínez, quien se estrena allí como coreógrafo el próximo día 21. Martínez ha coreografiado uno de los grandes títulos del cine galo, Les enfants de Paradis, filmado en 1943 Jacques Prevert y Marcel Carné. El film estuvo protagonizado por Jean Louis Barralt, Maria Casares, Arletty y Pierre Brasseur y fue un homenaje a uno de los mimos más famosos del XIX, Jean-Gaspar Debureau, conocido por su célebre encarnación de Pierrot.
El millón y medio de euros que soltaron las instituciones catalanas para Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen, no sólo tuvo como exigencia que el nombre de la ciudad apareciera en el título. También hubo un obligado cambio en el guión. Las pizpiretas estadounidenses interpretadas por Rebecca Hall y Scarlett Johansson no viajaban a la Ciudad Condal para estudiar "cultura catalana", como ha sido finalmente el caso, sino ¡cocina!, cosa que a los guardianes de las esencias les pareció demasiado prosaico y obligaron al cineasta a cambiarlo. Es lo que pasa siempre, o casi, que los políticos pagan, acaban imponiendo sus reglas. En fin, comidillas al margen, la película ya ha sido vista por más de un millón de españoles y ha sobrepasado los 20 millones de dólares en las taquillas de Estados Unidos. Bien podría Woody Allen celebrar el éxito en El Bulli o en cualquier otro templo de cultura catalana. Un pozo sin fin, esta película.
Menuda quijotada! El lunes se entregó, como seguramente saben, el Premio Internacional Don Quijote de la Mancha al presidente de Brasil, Lula da Silva, y al escritor mexicano Carlos Fuentes en el Museo de Santa Cruz de Toledo. Al director general de Patrimonio Cultural Luis Martínez se le llenaba la boca: "quiero hacer de la cultura un elemento generador de riqueza". Anecdótico si no fuera porque para celebrar el acto en el Museo de Santa Cruz de Toledo se llevó por delante la exposición de Simeón Ruiz, en teoría abierta al público hasta el 1 de noviembre, que desmontaron con nocturnidad y alevosía.
Se ve que en tiempos de crisis y a falta de otras escapatorias, los letraheridos seguimos refugiándonos en la lectura, porque la expansión de la cadena de librerías La Central sigue imparable en Madrid: a la sede del Reina Sofía pronto se unirá otra, cerca del Café Gijón, en los bajos de la nueva sede de Mapfre. Y me susurran que a lo mejor en el temido y terrorífico 2009 que se nos viene encima hay más sorpresas, o sea, más centrales por el centro.
P. D. Leo en Internet que la gente anda buscando una canción para la crisis. Un himno, qué leñe. Lou Reed se repite entre los favoritos con una dilatada lista de temas decadentes a sus espaldas. Yo votaría un Hakuna matata, vive y deja vivir.