Rabos de lagartija
Los editores acaban de presentar el informe de los últimos diez años. Sus conclusiones, que todos las sabíamos, llegan hasta el 98: algunas leen muchísimo, la mayoría nada y el lector fiel sigue siendo femenino singular. A lo mejor en el 2004 dan noticia de las nuevas colecciones escritas por y para mujeres que aparecen estos días, como la dirigida por Pepa Roma, con títulos como Qué me pongo (Clara Obligado)o La tiranía de la belleza (Lourdes Ventura), o el coordinado por Laura Freixas sobre "Ser mujer ", con capítulos como "Ser guapa" (Espido Freire), "Ser amiga" (Rico-Godoy) o "Ser feliz" (Nativel Preciado)
Los iniciados del mundo del arte, quiero decir del mundo del arte de la política, me cuentan lo que se dice por ahí. Se dice por ahí, por ejemplo, que Guirao está últimamente encantado. ¿Que por qué? Porque, y cito textualmente, "es estupendo que el posible sucesor de uno se haga públicamente el harakiri". Guirao se refiere, claro, a Juan Manuel Bonet, director del IVAM y blanco de fobias valencianas.N o es el único. Desde hace año y medio son muchos los gestores culturales de teatro, libros, arte y cine que sufren el intervencionismo de los poderes públicos levantinos, ansiosos de salir en la foto y decidirlo todo, con o sin argumentos o conocimientos.
Y es que a veces la cultura apesta. Vean si no lo que ocurre en la ciudad belga de Gante, donde Jan Fabre inauguró a finales de marzo una "escultura orgánica" que incluye ocho mil restos de jamón en descomposición. En tres meses el artista confía en que las moscas conviertan la obra en una escultura viviente, ya que "el buen arte debe apestar un poco. Será fantástico, con muchas moscas zumbando alrededor y gusanos arrastrándose". O sea, arte modernete pata negra .
Y a se ha recompuesto la situación tras la espantada de Víctor Pablo, que debía dirigir Manon en el Teatro Real y que por "motivos personales" decidió cancelar. Su sustituto será Su-tej, el antiguo director de la Sinfónica de Sevilla que, en principio, no parece un experto en Massenet.S igo en Sevilla. Allí los chicos de la orquesta traen frita a la consejera de Cultura, mi bella en funciones Carmen Calvo. Resulta que algunos profesores le ponen el veto a Luis Izquierdo y no quieren que les dirija. Bastante poca consideración para quien durante años mantuvo la vida sinfónica en la ciudad y se desvivió por la orquesta. Recuerdo una anécdota, por cierto, que redondea la oposición a Luis Izquierdo. Hace un par de temporadas, durante los ensayos de Barbero de Sevilla en la Maestranza, uno de los atriles, oriental para más detalle, tuvo la osadía de indicarle al director, Alberto Zedda, cómo había que tocar a Rossini. ¿Qué pensaría el musicólogo revisionista de tanta partitura rossiniana y director artístico del Festival de Pésaro, la ciudad natal del compositor?
Vuelve Etxebarría: Lucía desgranará en mayo los sinsabores de su aventura editorial, con obvio Destino y sin pudores.
E stá claro que Juan Marsé tampoco es un "bartleby". El escritor ha pasado cuatro años tallando desamores y tristezas en su buril barcelonés de Guinardó y ha logrado otra de sus grandes novelas. Se llama Rabos de lagartija y desde ahora les digo que hay que atraparlos. Hasta el próximo día 12 no salen a librerías, pero, aviso de navegantes: lean estas páginas las próximas semanas y gozarán con una perla cultivada también en Guinardó.Boadella prepara libro autobiográfico: El camino de Giverny se llama de momento, porque, al igual que Monet, al director catalán le gusta encerrarse en su retiro ampurdanés y librarse así de la contaminación y la estupidez cultural que padecen tantos artistas urbanos, Boadella dixit. No serán memorias al uso, sino consideraciones y diatribas punzantes, a partir de las anécdotas de su vida. Me adelantan que las de Marsillach parecerán juego de niños.Y a no me pierdo ningún programa de Pumares desde que sale Rafa Fernández. Joder qué boquita. Que si "Orsoncito", que si "Dulcinea del Toboso"... Un repaso sin desperdicio a la actualidad cinematográfica. Rafa & Fernández lo sabe todo y lo cuenta. Gracias, Pumares.