Álvaro García. Foto: Archivo del autor.

Álvaro García. Foto: Archivo del autor.

Poesía

'Back Bay', de Álvaro García: un magistral poemario inspirado en el famoso barrio victoriano de Boston

Cuando parecía que la narrativa dominaba su trayectoria, el autor malagueño publica un nuevo libro de poemas que reafirma su maestría.

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En el año 2023, tres novelas después, cuando Álvaro García parecía decantarse por la narrativa, el malagueño (del 65) publicaba un nuevo libro de poemas: Cuando hable el gato. Antes, en 2016, había reunido en El ciclo de la evaporación sus libros Caída, El río de aguaCanción en blanco y Ser sin sitio (Premio Loewe), obra compuesta por cuatro poemas extensos (uno por título), medida en la que ha demostrado sobradamente su magisterio.

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Álvaro García

RIL Editores, 2024. 51 páginas. 14€

Lo vuelve a manifestar en esta entrega, otro largo poema que ubica en Back Bay, barrio de Boston, famoso por sus hileras de rojizas casas victorianas construido sobre tierras recuperadas al mar en la cuenca del río Charles. Y el mar, precisamente, cobra un protagonismo metafórico esencial aquí, siempre en contacto con la otra orilla, donde está su casa, “al sur del mundo”: “la internacionalidad atónita del mar”, “un país rumoroso”.

García es un poeta del pensamiento (remito a sus ensayos poéticos) y por eso su poesía es compleja. De “meditaciones” habla al principio. En el tiempo, claro, tan “interior” como del “presente”. Y del “pasado”: “Back Bay es ya pasado / mientras lo estamos habitando de hecho”. El del fin y el del principio (o viceversa), como diría su admirado Eliot: “y quién puede tomarse abril en serio”. Y abril es muerte, no se olvide.

Allí, las olas, las ventanas (tan larkianas), la primavera (“al filo de lo frágil”), una “ciudad interior” (“que todos llevamos dentro, por visión”) y… ella, pues Back Bay no deja de ser un poema de amor intemporal. “Somos dos náufragos de amores muertos”, escribe, “un destilado de futuro”. “Y una tarde contigo duplica la existencia”, leemos. Entre versos (aparentemente libres, pero sujetos al ritmo de la métrica), aflora la infancia. Su memoria. Donde “Este lugar y el tiempo son una sola cosa”.