En estos últimos tiempos de liderazgos esquivos parece que el retrato biográfico acapara la atención de los lectores. Por doquier surgen propuestas que nos hablan de personajes no siempre conocidos. Quizá sea por la necesidad tan humana de encontrar respuestas y orientación hurgando en las hazañas de otros.
Dejarse llevar es uno de los grandes atractivos de estas narraciones que muestran a gentes con vidas ciertamente anónimas y sin embargo épicas. Da igual el formato: entrevista, cuento corto, documental, serie... En todos nos aguarda el prodigio de la sorpresa edificante, del requiebro hábil de la trama, del climax de la pasión turbulenta, del aprendizaje nacido de la equivocación. Y aquí es donde aparece el cómic Con las manos desnudas, un relato cautivador sobre los avatares de Suzanne Noël, cirujana por devoción y feminista por convicción que recuperó para sus pacientes miradas y sonrisas (cuando fue posible), especialmente a quienes lo perdieron en las circunstancias de la Primera Guerra Mundial. Esta heroína de principios del siglo pasado, difuminada entre las páginas de la historia, bien merece un instante de atención para indagar sobres sus escaramuzas entre quirófanos, cabarets y salones de alto copete.
No es difícil entrever que la selección de anécdotas de esta crónica, organizada cronológicamente por obra y gracia del hacer de Leïla Slimani (premio Goncourt, 2016), solo nos acerca tímidamente a la periferia del personaje. Ciertamente, las páginas saben a poco. Pero hay algo más para redondear la experiencia.
En esto de contar historias que emocionan el cómic juega con algo de ventaja: el dibujo y el color ayudan y mucho a eso de compartir sensaciones. Aquí entra en escena Clément Oubrerie, con su pincel inspirado y trazo vibrante para transportarnos a los lugares donde se desarrollaron los acontecimientos. Calles atestadas, noches de Montmartre, dispensarios malolientes, veladas de confraternización, viajes inspiradores. Tonos de atardecer se apoderan de viñetas llenas de detalles para arropar la lectura. A veces al ralentí, otras acelerando, desde su infancia hasta los últimos días acompañamos a Suzanne Noël, mujer adelantada a su tiempo, que alivió penas de sus pacientes con cirugías atrevidas y promovió el reconocimiento de la mujer. Que este cómic sirva para actualizar su memoria.