Maus, de Art Spiegelman, es una de las cumbres de la novela gráfica, la primera obra del género que ganó el premio Pulitzer en 1992, y a sus méritos artísticos se suma el hecho de ser un valioso testimonio del horror del Holocausto. Sin embargo, todas estas cualidades han pesado menos que el hecho de contener ocho palabrotas y una viñeta con un desnudo femenino para que la junta escolar de un condado de Tennessee, en Estados Unidos, haya decidido prohibirlo. La lectura de la obra en los colegios del condado iba dirigida a alumnos de octavo grado (13-14 años).
Aunque la junta se reunió el pasado 10 de enero, la noticia ha trascendido en el país norteamericano precisamente en los días previos a la jornada de conmemoración de las víctimas del Holocausto, el 27 de enero, y ha generado una oleada de críticas, ya que Maus está considerada como una herramienta idónea para explicar a los niños —y a los adultos— el genocidio nazi. Al conocer la noticia, Spiegelman ha declarado en la cadena NBC sentirse “desconcertado” y ha calificado la situación como “orwelliana”. Contactado también por la CNN, el autor ha dicho que la decisión "tiene el aliento de la autocracia y el fascismo".
“Maus ha desempeñado un papel vital en la educación acerca del Holocausto al compartir experiencias detalladas y personales de víctimas y supervivientes”; ha afirmado en su cuenta de Twitter el Museo del Holocausto de Estados Unidos. “Enseñar sobre el Holocausto usando libros como Maus puede inspirar a los estudiantes para pensar de manera crítica acerca del pasado y sus propios papeles y responsabilidades hoy”.
Al hacerse eco de la noticia, la National Public Radio estadounidense ha colgado en su página web una copia del acta de la reunión de la junta escolar en la que se decidió eliminar la lectura del libro en el currículo. La transcripción muestra cómo una de las palabras “malsonantes” objeto de queja es bitch (puta) y se debatió acerca de si se podía o no eliminar. Otro miembro de la junta llamado Tony Allman opinó: “Los educadores no necesitamos habilitar o de alguna manera promocionar estas cosas. [El libro] muestra gente ahorcada, matando niños, ¿por qué el sistema educativo promueve este tipo de cosas? No es sabio ni saludable”. El mismo individuo, para apoyar su opinión, destacó: "Puede que me equivoque, pero el tipo que hizo la obra hacía dibujos para Playboy".
Aunque la decisión de retirar el libro salió adelante, varios miembros de la junta salieron en su defensa. Julie Goodin declaró: “Puedo hablar de historia, yo era profesora de historia y no hay nada bonito acerca del Holocausto y para mí esta fue una excelente manera de representar un momento horrible en la historia. El Sr. Spiegelman lo hizo lo mejor posible para representar la muerte de su madre [...]. Estos niños ni siquiera conocen el 11 de septiembre, ni siquiera habían nacido. Para mí esta fue su manera [de Spiegelman] de transmitir el mensaje. ¿Son estas palabras objetables? Sí, no hay nadie que piense lo contrario, pero si quitamos la primera parte no cambiaríamos el significado de lo que está tratando de retratar y [no incumpliríamos] los derechos de autor [...] Odiaría arrebatar a nuestros niños esta oportunidad".
Maus narra cómo los padres de Spiegelman lograron sobrevivir al Holocausto. Un relato crudo apenas suavizado mediante la conversión de los personajes en animales antropomórficos: ratones judíos, gatos alemanes y cerdos polacos. La obra, que apareció por entregas entre 1980 y 1991 antes de ser recopilada en un solo tomo, supuso uno de los primeros ejemplos destacables de cómic autobiográfico, que después se convirtió en el principal género en el terreno del cómic de autor.