Y veo también un piso grande casi vacío en Bruselas. Sólo con una mujer que suele ir en bata. Una mujer que acaba de perder a su marido.
Es curioso no veo a esa mujer fuera de la casa y sin embargo de vez en cuando sale, camina por la calle, espera el tranvía.
La veo sobre todo al teléfono y delante del televisor echada en un diván a veces con un periódico delante. Cuando habla por teléfono, habla muy alto y con una jovialidad que a menudo suena falsa y algunas veces verdadera.
Esta tarde noche de viernes no estará en su casa. No, pasará una velada en familia. Le gusta mucho eso. Se viste se maquilla alguien va a buscarla y luego la lleva de vuelta es una persona querida o eso parece entre los miembros de su familia. De la familia cercana. Pero la familia más cercana que tiene está lejos, muy lejos. Y ella mantiene el contacto pero únicamente por teléfono. No es lo mismo claro que cuando alguien va a buscarla en coche y le da un beso y ella ve que una mujer su prima le sonríe y le dice qué tal cómo estás y también niños los niños de su prima y un hombre el marido de su prima que le habla con amabilidad y sentido del humor. Tiene tanto sentido del humor ese hombre que a veces ella no entiende si es sentido del humor o no pero como ella sabe que es un hombre con sentido del humor se lo toma con humor y ríe con todas sus fuerzas y abraza a todo el mundo y besa a todo el mundo y eso le alivia los huesos. Algunas veces incluso alguien recuerda alguna anécdota de su marido a menudo alguna anécdota divertida. Su marido era un hombre divertido a su manera. Sí no siempre pero a veces sí. Cuando alguien habla de él dan ganas de sonreír y hasta de reír porque a su manera era un hombre divertido. Tenía la cara redonda y bigote. No era eso lo que lo hacía divertido sino cómo hablaba cuando se encontraba bien, hablaba y como quien no quiere la cosa resultaba divertido. Todo el mundo está de acuerdo en este punto.
Ahora ya está la mujer ha tomado una decisión va a operarse por segunda vez, esperará a que su hija la que vive en el barrio ese de Ménilmontant vuelva de sus viajes. Su hija la de Ménilmontant sale mucho de viaje. Hoy mismo le ha preguntado si cuando vuelva de sus viajes podrá hacer un viajecito más hasta su casa para estar con ella cuando la operen como el año pasado. Su hija ha aceptado porque es la
clase de cosas que su hija acepta. Ella sabe que puede contar con su hija lo que pasa es que vive lejos y contar con alguien que vive lejos no es lo mismo que contar con alguien que vive cerca. Su otra hija vive lejos también y con ella puede contar también pero se refrena. Si no se refrenara exigiría más sobre todo por teléfono. Sus dos hijas aceptarían pero ella se refrena. Ellas tienen su vida. Cada uno tiene su vida.
Sobre todo cuando se está lejos. También cuando se está cerca pero cuando se está cerca se nota por teléfono y puede una decir hasta pronto y a veces nos vemos pronto. Una dice también hasta pronto por teléfono a los que están lejos pero sabiendo que no los verá pronto y a veces una no llama nunca o casi nunca a los que están lejos aunque sean de la familia cercana. Ella por ejemplo no llama nunca a una de sus primas que vive lejos también y junto al mar con su hija. Bastante tiene ya con llamar a sus dos hijas que están lejos y también a veces a su hermana que está lejos a veces a las hermanas de su marido que están lejos pero solamente cuando se trata de algo importante y no hay más remedio.
Sólo su hija la de Ménilmontant llama a la prima que está lejos. También va a verla durante sus viajes y cuando vuelve da noticias. De nuevo familia cercana que vive lejos. Pero gracias a su hija la de Ménilmontant ella sabe lo que pasa allí, hay una especie de contacto y en lo que pasa allí ella prefiere no pensar. Si lo piensa se pone a pensar en todo aquello en lo que se prohíbe pensar. Se le da muy bien no pensar en lo que no quiere pensar o más bien procura que se le dé bien, lo intenta y es agotador. Por eso siempre está muy cansada. Si tuviera que ponerse a pensar en todo aquello en lo que piensa estaría tan plagada de pensamientos que no podría ni ver la televisión ni llamar por teléfono de lo mucho que sus pensamientos la absorberían.
Ella por encima de todo quiere mantener el contacto y el teléfono es una buena herramienta para mantener el contacto y por lo tanto la aleja de todos esos pensamientos que le impedirían hablar con jovialidad por teléfono. Pero por teléfono su hija necesita hablar de las otras dos mujeres, de las primas que viven junto al mar y eso la hace pensar. Su hija no se lo cuenta todo pero ella adivina que hay algo más, se le da muy bien adivinar ese algo más y sabe que su hija quiere contarle cosas pero no todo para que no tenga mucho en lo que pensar así que como ella sabe eso sabe que hay algo más y adivina ese algo más y sufre por su familia cercana, por esas dos mujeres que viven de nuevo cara a cara y es terrible una madre y una hija.
A veces por teléfono su hija le dice ahora te tengo que dejar porque tengo que preparar algo para comer. También en ese caso adivina ella que hay algo más pero ese algo más lo adivina con mucho gusto. Sabe se imagina lo que su hija va a hacer de comer y así al menos sabe que su hija no se deja morir de hambre allá en Ménilmontant y eso le abre un poco el apetito a ella también si no fuera por eso tiene muy poco apetito porque no hay nadie a quien dar de comer aparte de ella, no tiene apetito pero cuando su hija le dice por teléfono ahora te tengo que dejar porque voy a hacer de comer entonces ella se apaña también una sopa o un huevo frito o un pedazo de arenque, le calienta los huesos, aparte de eso también come bien los viernes cuando va a casa de su familia cercana donde besa a todo el mundo, allí sí que come. Come y se siente bien y a veces hablan de su marido que ya murió y saben que era un hombre que hacía reír y luego ella vuelve a su casa y se queda dormida sin pensar demasiado.
Su hija la de Ménilmontant no tiene hijos en el fondo a ella eso le da igual. No a su hija, sino a ella. A su hija tal vez no le dé igual o tal vez sí, con respecto a este punto no lo tiene muy claro. Tal vez su hija tampoco y por eso. No a todas las demás mujeres de su edad les da igual si uno de sus hijos no tiene hijos al revés eso les hace pensar y les crea ideas turbias pero a ella no y a veces se pregunta por qué. Se
dice será que no soy como las demás, no lo tiene muy claro porque las demás son muy difíciles de conocer y en su propio caso incluso ella cree que se conoce hasta que de pronto piensa algo y se dice fíjate me sorprende esto de mí misma. En el fondo no se conoce y conoce aún menos a los demás. Lo único que sabe es que va a operarse otra vez, prefiere no pensarlo de momento porque todavía faltan dos meses. Prefiere no pensarlo pero lo piensa a pesar de todo. Su otra hija la que vive aún más lejos casi en Sudamérica ya se ha ofrecido a ir para la operación pero ella todavía no le ha dicho que sí porque su otra hija tiene un marido y unos hijos y eso es una cosa oficial y con las cosas oficiales no puede una
hacer como si no existieran y su marido y sus hijos necesitan a su otra hija. No puede abandonarlos cada dos por tres aunque también es verdad que su madre no es que se opere cada dos por tres. Es el segundo año que se opera y espera que sea el último año.
Su hija la de Ménilmontant no tiene hijos y a ella le da exactamente igual que no tenga hijos ni tampoco un marido así que puede venir cuando ella se opere y sabe que su hija la de Ménilmontant vendrá. Piensa mucho esa hija, y la que tiene hijos también pero en su caso se nota menos seguramente porque tiene al marido y a los hijos. Se nota menos porque considera una también al marido y los hijos.
Ella piensa mucho en su hija la que piensa demasiado, piensa mucho en ella porque piensa demasiado, eso le da muchas preocupaciones sobre todo cuando su hija se pone a hablar demasiado y sus palabras proceden de esos pensamientos se pone a hablar demasiado y demasiado deprisa y eso se debe a que sus pensamientos van demasiado deprisa tan deprisa que ya ni son pensamientos y después de eso ella empieza a sentirse muy mal y luego ya no hay nada que hacer aparte de esperar a que pase y que ella
vuelva a pensar con normalidad vamos como ella piensa normalmente porque al cabo de un tiempo es lo que ocurre. Ella conoce a su hija en fin todo lo que puede una conocer a las hijas de una. Ella siempre se ha dicho que esa hija salía a ella pero ahora se dice que esa hija sale a su marido que ya murió y piensa que tal vez su hija le recuerde a él desde que él murió. Silba sin hacer ruido como su marido, lo hace mucho cuando va por la calle con las manos cruzadas detrás de la espalda como su marido, se olvida de hablar y silba sin hacer ruido como su marido y sus manos también se parecen a las manos de su marido. Piensa a menudo en las manos de su marido y piensa a menudo en las manos de su hija. Su hija piensa en la familia cercana que vive junto al mar en una región cálida. Ella también ha estado a menudo en esa región cálida para ver a su prima y a su hija, e incluso vio allí a un tío muy anciano que ya ha muerto y que ella jamás habría pensado que volvería a ver porque la última vez que lo vio sólo tenía ocho años y fue antes de mudarse a Bélgica, ella, él no, él se quedaba en Polonia.
A ella le gusta mucho el calor pero a su marido que era de piel muy blanca no le gustaba tanto como a ella si no seguro que se habría mudado allí con su marido y sus dos hijas. Su prima la que vive allí y a la que ella no llama nunca tampoco soporta el calor y sin embargo allí vive con ese calor junto al mar. Vive con su hija y para ella es muy duro tener una hija que grita y arma escandaleras en los cafés y en las panaderías y en más sitios también. Es duro para su prima y cuando ella lo piensa prefiere no pensarlo y cuando a veces lo habla con sus hijas o con otra prima de Bélgica la que nunca se casó y no es de extrañar se preguntan cómo ha podido pasar eso y nadie entiende nada y todo el mundo suspira y aunque alguien entienda algo no lo dice y en el fondo eso es aún peor. E intentan recordar cuándo empezó todo y cada cual recuerda algo distinto pero aun así en el fondo están de acuerdo en que es espantoso y luego hablan de los médicos que no pueden hacer nada y de que la madre lo ha intentado todo y no ha servido para nada y entonces hablan de la hermana de su marido pero en el fondo era un caso distinto. Y con la hermana de su marido también lo intentaron todo y no sirvió para nada. Y se dicen que esa mujer no tenía ganas de vivir mientras que la hija de su prima tiene ganas de vivir en fin o eso esperan pero es lo que se dicen. Y por eso lo repiten a menudo y por lo tanto se lo creen pero de todos modos es una desgracia.
Cuando una piensa en todo eso piensa que es una desgracia y nada más. Pero sí hay más, hay más de lo que se piensa. Una cosa lleva a la otra y piensa una también en la anciana madre de la prima que está con los viejos y eso también es terrible en verdad. La anciana madre de la prima es también de la familia cercana pero es tan vieja que apenas se acuerda de su familia. A veces ella va a ver a la anciana madre de su prima que por lo demás es su tía, la hermana de su madre que tenía tres hermanas. No le gusta ir a ver a su tía porque luego se pone a pensar cuando sólo tiene cuerpo de meterse en la cama pero es familia cercana y una no deja en la estacada a la familia cercana sin ir a verla sin embargo ella sólo va cuando realmente se siente espantosamente obligada. Su tía es requetevieja, nadie de su familia creyó nunca que esa anciana tía fuera a llegar a tan vieja. Todas sus hermanas han muerto ya y eso que parecía que ellas iban a vivir más tiempo porque tenían pinta de disfrutonas no como ella. Con ella en cambio nadie estuvo nunca seguro de que le tuviera mucho aprecio a la vida, tenía mucho que reprocharle a la vida y también a la gente y también a su familia. Su familia se sabía al dedillo todos los reproches que acumulaba para ellos y se esperaba que los hiciera y ella los hacía y todo el mundo se había acostumbrado y ya no le daban importancia.
No sabe gran cosa de su nieta la que vive con su hija junto al mar, no sabe que no es vida lo que llevan las dos allá lejos. Y si lo supiera no podría hacer nada de todos modos, bien sabe ella que una no puede hacer gran cosa por los demás ni siquiera por la hija y la nieta de una ni siquiera por una misma. Saber eso casa con su carácter. Ella por su carácter sabe esas cosas y sus hermanas también lo sabían pero ellas tenían mejor talante y sabían reírse de todo y eso les aliviaba los huesos. Ella tiene sólo una hija y sólo una nieta. Y las dos están lejos. Tal vez sea mejor así tal vez no. Es difícil decir esa clase de cosas. Yo siempre he pensado que mi tía exageraba con sus reproches pero ahora a veces me pregunto si en el fondo no llevará razón pero aunque lleve razón de nada sirven todos esos reproches. En cualquier caso sirven para alimentar la conversación de lo contrario qué otra cosa se puede decir.