Delphine de Vigan
¿Recuerdan la inquietante novela, Misery, de Stephen King? El protagonista, un escritor de novelas sentimentales, interpretado por James Caan en la película que realizó Rob Reiner en los 90, es secuestrado, acosado y manipulado por una admiradora psicópata. La obra de Delphine de Vigan, Basada en hechos reales, una intensa, opresiva y sutil historia de suspense psicológico, explora un universo muy similar. No en vano, citas de Stephen King inician cada una de las tres partes del libro: "Seducción", "Depresión" y "Traición".La narradora, una doble, casi hermana gemela de la autora, con el mismo nombre, la misma profesión y la misma crisis de creatividad tras el éxito de su anterior novela, conoce a una agradable mujer en una fiesta. La amistad y las coincidencias empiezan a trabarse entre las dos protagonistas, ambas en la cuarentena. Pero los retorcimientos, las intrigas y las urdimbres de lo que resultará una amistad peligrosa vienen ya anunciadas desde las primeras páginas. La tensión y la amenaza flotan sobre cada detalle de la relación entre Delphine y su nueva amiga. Cierto temblor malsano se presiente en los episodios cotidianos y al mismo tiempo sombríos. Esa atmósfera va minando cada vez más el terreno que pisa la narradora. Las fisuras se contagian al público, hasta sumirnos en una bruma de inquietud, rematada en un crescendo lleno de talento.
Con sólo una misteriosa inicial, L., entra en escena la amiga que va a vampirizar pausada e implacablemente a Delphine. La perfecta L., la culta L., la imprescindible L., se prepara para devorar a la escritora de éxito, con movimientos de infinita delicadeza y perseverancia. "L. entró en mi vida y la desquició profunda, lenta, firme, insidiosamente", leemos en las primeras líneas.
Si en su consagración internacional, De Vigan se atrevió a abordar el drama real del suicidio de su madre, en esta utiliza una historia personal como material novelesco. Con una vuelta de tuerca en el universo de la autoficción, la autora se desliza entre la autobiografía ficticia y una ficción que se incrusta en la realidad, explorando la toma de poder de un individuo sobre otro. Delphine de Vigan cuestiona la evolución de la novela actual y sus equilibrismos entre lo verdadero y lo falso. La telerrealidad y sus simulacros han invadido la política, el arte, las noticias; la escritora francesa es consciente de todo ello y, muy a propósito, en Basada en hechos reales se adentra en un laberinto brillante cuyos meandros retuercen al límite lo verídico y lo ficcional. Una poderosa y sutil reflexión sobre el papel de la novela hoy. Una escalofriante trama sobre el acoso y la apropiación psicológica del "yo"ajeno.