Desde la sombra
Juan José Millás
3 junio, 2016 02:00Juan José Millás. Foto: Juan Millás
Muchas de las historias noveladas por Juan José Millás (Valencia, 1946) se inscriben en una variante del absurdo que podemos considerar como novelas de la extrañeza. Se caracterizan por el intento de armonizar elementos reales y fantásticos, que siempre está tomada de la vida cotidiana en cuyos pliegues aparecen, sin salirse de la realidad observable, elementos que, por estar cambiados del lugar que les corresponde, entran en el plano de lo fantástico. Y como la realidad circundante está interpretada y contada desde la singular perspectiva de esa figura imaginaria el resultado es un relato construido con la visión de la extrañeza en que vive y desde donde mira el personaje que lo protagoniza. En esta modalidad millasiana se inscribe Desde la sombra, última novela del autor. En ella se desarrolla una historia esbozada en un cuento que aparecía intercalado en El desorden de tu nombre (1988), tal vez la mejor novela de Millás. El protagonista del que trata es un cuarentón, Damián Lobo, que ha perdido su trabajo en la empresa en la que llevaba veinticinco años. En paro, Damián, muy dado al aislamiento por su carácter introvertido, crea hipóstasis de voces interiores con las que habla de sí mismo en entrevistas imaginarias. Una tarde se libra de la vigilancia de un agente de seguridad por haber hurtado un pisacorbatas en unos grandes almacenes escondiéndose en un armario, sin tiempo para salir de allí antes de que el mueble sea transportado a un chalet de las afueras de Madrid, donde vive el matrimonio que lo ha comprado. A partir de entonces, desde tan extraño ángulo de visión Damián observa e interpreta gradualmente, según fragmentarias percepciones, la convivencia del matrimonio formado por Lucía, Fede y su hija adolescente. En su inaudito retiro radica la extrañeza de su visión, parcial por limitada, de la existencia de aquel matrimonio y su hija, además de las retrospecciones temporales en las que recuerda su pasada vida familiar. Y como alimenta su personalidad hablando en entrevistas imaginarias con periodistas inventados, sus diálogos con Sergio O'Kane y con Iñaki Gabilondo en diferentes escenarios de televisión completan la realidad contada por el narrador omnisciente, que también adopta la visión del protagonista. Todo ello está construido sobre el recurso técnico de la metalepsis, que propicia la creación de algo fantástico a partir de la modificación experimentada con un elemento real cambiado del lugar que le corresponde. Aquí se manifiesta en la condición real de Damián escondido en el extraño lugar del interior de un armario y asaltado por una voz interior que lo entrevista, primero Sergio O'Kane, presentador de un programa popular en la televisión pública, después Iñaki Gabilondo, periodista real que lo entrevista en Canal Plus, pero que al situarse en el mismo nivel que Damián y O'Kane acaba siendo tan ficticio como ellos, por lo que al final ambos periodistas se funden en el híbrido Iñaki O'Kane. Y la extraña percepción de la realidad por parte de Damián y sus hipóstasis da lugar a una novela ingeniosa, con escenas de estirpe unamuniana o pirandelliana en disputas entre Damián y sus figuraciones imagnarias, diálogos chispeantes en las entrevistas inventadas en la televisión o en foros de Internet y con situaciones divertidas y desencuentros en la vida matrimonial de los habitantes del chalet, sin descuidar la crítica de ciertas lacras como la televisión basura, la sobrecarga exclusiva de la mujer en las labores domésticas o los desmanes del capitalismo sin alma.