Los libros repentinos
Pablo Gutiérrez
1 mayo, 2015 02:00Pablo Gutiérrez. Foto: Clea Martí.
Pablo Gutiérrez (Huelva, 1978) escoge como punto de partida de Los libros repentinos una propuesta que podría despeñarse fácilmente por lo inverosímil o lo blando: una mujer casi septuagenaria y viuda reciente, la Reme, recibe por casualidad en su casa un paquete lleno de libros, y la literatura lo cambia todo en su vida y en la de su barrio humilde y suburbial. ¿Qué es esto, un Barco de Vapor? Pues no, por varias razones: primero, porque esos libros repentinos y conscientemente improbables desencadenan escenarios urgentes, políticos, tratados por Gutiérrez con un estilo hiperventilado, de agilidad ingeniosa. Ese estilo, que podría ser hasta discutible pero desde luego nunca obviable, es la segunda razón por la que Los libros repentinos se precipita ante el lector hasta hacerse necesario. Rescatar la historia de Remedios implica hablar de la historia empantanada de España, ese país que, como escribió Goytisolo en Señas de identidad, como no tenía nada sólo podía convertir la tierra en negocio. Algunos apuntes sociológicos e históricos del narrador son luminosos: la función de las neocofradías de Semana Santa creadas por el franquismo, que inventaron la ficción de que las nuevas Casas Baratas de las afueras "formaban parte de la misma ciudad fotogénica y secular de las cofradías tradicionales"; la distinción entre las drogas que triunfaron en los 80 y las de los 90, formas muy distintas de embridar el cuerpo humano; la absoluta incomprensión que el poder desarrolla ante la realidad de esas calles periféricas donde las bragas se secan en los balcones. Pero en una reseña tan breve, me interesa destacar el tratamiento de la sexualidad femenina, que cuaja sobre todo en el personaje demediado de la Reme, notable. En el camino recorrido de la represión a la hipersexualización, nunca el cuerpo femenino y su instinto deja de ser "territorio", campo de batalla económico, social. Y esto, pero no sólo esto, Gutiérrez lo cuenta muy bien con humor y dureza.