Valeria Luiselli

Sexto Piso. Madrid, 2014. 156 páginas, 17 euros

Son muchas las expectativas puestas en la mexicana Valeria Luiselli (1983), autora de Los ingrávidos (2011), contundente primera novela en la que ofreció una sabia combinación de realidad y fantasía, de historias de vivos y muertos, del presente y el pasado. La historia de mis dientes, segundo título narrativo, incisivo, estrambótico, resultado de un modo de narrar por el que circula la literatura en estado puro, es la autobiografía ficticia de Gustavo Sánchez, conocido como "Carretera", un personaje cuyas andanzas recuerdan al pícaro más genuino, sus excentricidades parecen aprendidas en Tristam Shandy, y la sátira que se propone con su discurso sigue el magisterio del Pickwick. Lo cierto es que todo esto, atravesado por nombres de escritores de todos los tiempos, cruzando el relato como ráfagas de ingenio, proporcionará divertimento a lectores curtidos y exigentes. Por el contrario, ciertos excesos debilitan la trama y hacen flaquear sus intenciones.



La propuesta prometía conducirnos por un relato de la infamia en la que nació y creció este personaje. Todo un acierto su punto de vista, el engranaje de su pensamiento y el tono burlesco con el que encara su personal lucha, satirizada en la urgencia por adquirir "una dentadura" (carece de dientes) que otorgue dignidad a su persona. Para lograrlo se adueña de una colección de objetos "inimaginablemente rica y diversa" y se convierte en experto en manipular el valor emocional de las cosas, ideando un método alegórico que revoluciona el arte de la subasta: lo importante "no son los objetos, arguye, sino las historias que les dan valor y significado". Esta argucia sostiene con ingenio parte del relato, pero después flaquea hasta provocar sensación de extravío. Tanta expresividad, tanta ironía, ¡no pueden quedarse ahí! Siguen siendo muchas y muy altas las expectativas puestas en la mirada de Luiselli.