Frederick Forsyth. Foto: Booksat
Ya en la intimidad del matrimonio Obama, Michelle le cuenta al esposo lo sucedido y el Comandante en Jefe, conmovido por el recuerdo de su abuela, toma la decisión más drástica de su incipiente carrera: acabar con el narcotráfico de una vez por todas, a cualquier precio y sin escatimar métodos.
Tal es el terreno donde se desenvuelve la última historia del británico Frederick Forsyth (Ashford, 1938), quien aprovecha todos los tópicos del rudo e inescrupuloso antihéroe, para quien el fin justifica los medios en una sociedad donde sólo los duros tienen alguna posibilidad de supervivencia. Estos emplastos son los que unen a Cobra, el protagonista del libro, con el tan celebrado antihéroe de El día del Chacal, varias veces versionado en el cine. Quizá la diferencia sea a quién sirven estos sicarios y también quién está detrás de estas brillantes máquinas de exterminio: en el caso de Cobra es el Don, rey del cártel colombiano, principal cosechador y distribuidor de cocaína en el mundo.
En Cobra, como en otras entregas, el autor no escatima recursos en cuanto a información tecnológica se refiere, haciendo uso de los conocimientos adquiridos en sus tiempos de piloto de la Royal Air Force y como corresponsal de guerra de la BBC. Frederick Forsyth se mantiene fiel a su estilo. Mezclando ficción con elementos bien documentados, escribe libros dinámicos , apuntalados por cierta credibilidad basada en esa actualidad que a veces supera la ficción.