Las largas sombras
Elia Barceló
27 noviembre, 2009 01:00Elia Barceló. Foto: E.P.
De este modo, la reminiscencia de la época juvenil y preuniversitaria de 1974 va alternándose en sucesivos capítulos con los hechos de la actualidad, situados en 2007, y la edad de los proyectos y las ilusiones preuniversitarias, reconstruida con finura, va dejando paso al desvelamiento de terribles sucesos que las amigas mantuvieron en secreto y que ahora van poco a poco aflorando a la superficie como restos de un naufragio que fue también el de los años felices.
El marco genérico de la novela de misterio en que la autora ha encerrado la historia facilita la variedad de perspectivas acerca de los hechos y mantiene así la incertidumbre hasta las últimas páginas, al tiempo que ofrece escorzos, versiones diferentes de cada personaje visto por los otros, si bien el lector tarda en familiarizarse con ellos porque la autora utiliza durante demasiadas páginas el nombre como único elemento identificador. Y hay algún personaje un tanto inconsistente, como Mati, junto a otros borrosos o tópicos -Manolo, el cura Javier-, pero una buena construcción, con un final pirotécnico en que se acumulan los delitos ocultos y las conductas insospechadas. Novela entretenida, sin más, donde habría que corregir deslices mejorables: "te dignaras a llamar" (p. 110); "le dije a mis padres" (p. 130); "darle una pequeña alegría a los chicos! (p. 241); "todo está a punto de cambiar en profundidad" (p. 380: ¿por qué no ‘a fondo’, ‘por completo’?); "Candela se autoacusó" (p. 437; ¿no basta con ‘se acusó’, sin prefijo parasitario?).
ALGO PERSONAL
-¿Cuáles son los peores monstruos de la transición?
-Los que traicionaron su espíritu. Y los que empezaron de nuevo a estimular la polarización del país, la vuelta a las dos Españas irreconciliables.
-¿Cómo los sufrieron las mujeres?
-Tuvieron que enfrentarse a los prejuicios que siempre habían existido, pero que después de la transición quedaron soterrados y casi empezaron a hacer más daño.
-¿De qué siente nostalgia al recordar aquellos tiempos?
-Sobre todo, de la sensación de libertad, de optimismo, de confianza en el futuro, de alegría que impregnaba la vida...