Escucha mi voz
Susanna Tamaro
1 marzo, 2007 01:00El fallecimiento de su abuela, víctima primero de la desposesión de su memoria, va acercando la búsqueda de Marta a otros seres ausentes: a su madre, muerta cuando era una niña, a su padre, desconocido; a familiares judíos que vivieron los campos de exterminio. El reencuentro con su padre le ayudará a comprender mejor un tiempo, una actitud ante la vida, la que siguió al Mayo del 68 en Italia. Muchos episodios del libro tienen inspiración autobiográfica, como ese padre excéntrico y aislado en su miedo. Autora y protagonista comparten visión y manera de abordar cuestiones esenciales que las configuran como personas. "Sólo el dolor hace crecer, pero al dolor hay que enfrentarlo directamente; quien se escabulle o se compadece está destinado a perder".
Este peregrinar también es un sendero que va más allá de las circunstancias biográficas, físicas o circunstanciales: Marta se verá inundada por grandes preguntas de índole espiritual. Con valor arrostra la tarea de poner en orden el pasado, para comprender el presente y mirar a un futuro en el que pueda crecer la esperanza.