La vida de las mujeres en el siglo XVI no era cosa sencilla pero, desde su niñez, Teresa fue una muchacha que se salió dela norma. Así lo constatamos cuando se escapa de casa junto a su hermano para librar batallas contra el infiel o cuando se encomienda a la Virgen al quedar huérfana con solo trece años. Entonces fueron las vidas de santos y más tarde los libros de caballerías los que marcarían el espíritu de esta lectora voraz, cuya huella apreciaremos años después en El Libro de la Vida o Camino de perfección. De todos ellos, así como de algunos de sus versos más conocidos, se nos van entreverando citas a lo largo del texto que servirán para constatar la sencillez con que relata el despertar de su vocación, sus experiencias místicas con el Señor o la fatigosa reforma de la Orden del Carmelo que la llevó a enfrentar voces críticas dentro de la propia Iglesia, a fundar hasta 17 conventos y peregrinar por toda la Penínsulaa pesar de su frágil salud.
Mi primer Santa Teresa
Mariano Veloy. Ilustrador: Óscar del Amo
14 noviembre, 2014 01:00La vida de las mujeres en el siglo XVI no era cosa sencilla pero, desde su niñez, Teresa fue una muchacha que se salió dela norma. Así lo constatamos cuando se escapa de casa junto a su hermano para librar batallas contra el infiel o cuando se encomienda a la Virgen al quedar huérfana con solo trece años. Entonces fueron las vidas de santos y más tarde los libros de caballerías los que marcarían el espíritu de esta lectora voraz, cuya huella apreciaremos años después en El Libro de la Vida o Camino de perfección. De todos ellos, así como de algunos de sus versos más conocidos, se nos van entreverando citas a lo largo del texto que servirán para constatar la sencillez con que relata el despertar de su vocación, sus experiencias místicas con el Señor o la fatigosa reforma de la Orden del Carmelo que la llevó a enfrentar voces críticas dentro de la propia Iglesia, a fundar hasta 17 conventos y peregrinar por toda la Penínsulaa pesar de su frágil salud.