Una de tantas matanzas del grupo terrorista tras una emboscada
Sendero Luminoso fue una organización atípica entre los movimientos guerrilleros latinoamericanos. Si bien compartió con todos ellos su inclinación político-militar y su apuesta por la "guerra popular y prolongada", incluso contra gobiernos democráticos, su ideología y su modo de actuar transitó por derroteros más específicos, como su ideología maoísta y el uso del terrorismo acompañado de una extrema crueldad, tanto contra las "fuerzas represivas" como contra los sectores populares.Por algún motivo inexplicable esta Breve historia es tan breve que en tanto historia de Sendero Luminoso solo cubre sus primeras etapas. La actividad del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso (PCP-SL)- y la de su caudillo Abimael Guzmán, el Camarada Gonzalo, se difuminan en la historia peruana desde que su actividad terrorista se nacionaliza y trasciende el departamento de Ayacucho, la región que lo vio nacer. Cualquier interpretación histórica debe ser contextualizada, pero si el objetivo es presentar una breve historia del senderismo iluminado, su actividad debería ser el eje de la obra. Y si bien ésta se dirige teóricamente al público español, demasiadas cosas se dan por sabidas.
Ríos y Sánchez se extienden explicando cómo la versión senderista del maoísmo permitió que un movimiento modesto y periférico se convirtiera en la mayor amenaza en décadas para el estado. Pero eso les evitó contestar pregunta decisivas como ¿por qué Sendero triunfó donde fracasaron otros movimientos guerrilleros? Los autores insisten en los mecanismos político-ideológicos que permitieron su implantación en Ayacucho y el salto de la Universidad local al mundo rural. Pero hay grandes dudas sobre lo ocurrido en el resto del país: ¿Cómo se implantó SL en Lima y en otras grandes ciudades?¿Cómo funcionaban sus frentes de masas? Algo similar ocurre con el fin de Sendero y su relación con el tráfico de drogas. Pero poco se dice de cómo los aparatos represivos del fujimorismo, comandados por el siniestro Vladimiro Montesinos, diezmaron la organización.
Su aséptica búsqueda de la equidistancia los lleva a difíciles equilibrios, como hablar de "gobiernos de turno" para aludir a gobiernos democráticamente elegidos. También al decir que "la democracia peruana estaba a la ‘vuelta de la esquina', lo mismo que la denominada revolución senderista. A inicios de 1980 ambas arribaron juntas al país". Lo mismo les sucede al hablar de las víctimas, sin resaltar que Sendero mató más militares que terroristas los militares.
Lamentablemente la falta de oficio hace naufragar un propósito tan laudable como presentar, aunque sea sintéticamente, la historia de Sendero Luminoso. Estamos frente a un texto mal escrito y con muchas repeticiones, abundantes faltas de concordancia, repleto de erratas y citas mal presentadas que poco facilitan la lectura. Ni el camarada Gonzalo ni sus secuaces merecían acabar así.
@CarlosMalamud