Crítica, 2014. 360 páginas, 9'90€ Ebook: 12'99€

Licenciada en Historia Contemporánea por la Universidad Paris IV-Sorbonne, la joven Marie Moutier se doctoró con una investigación sobre el III Reich de la cual deriva este volumen. Con un breve prólogo de Tymothy Snyder y la colaboración de Fanny Chassain-Pichon, tenemos un novedoso libro que presenta la II Guerra Mundial desde la correspondencia de los soldados alemanes a sus familias.



En manos de historiadores angloamericanos, más preocupados por las grandes batallas y sus personajes que por la vida cotidiana de los soldados, la bibliografía en torno al último gran desastre bélico apenas había descendido al nivel íntimo de los combatientes. Pese a que ciertos epistolarios y diarios han circulado en ediciones limitadas, la información psicosociológica sobre los combatientes ha sido muy escasa. Es conocido el diario de Wilhelm Hoffman, soldado alemán del 267. ° Regimiento de Infantería, 94.ª División en la brutal batalla de Stalingrado. El honesto y demoledor diario de Hoffman ilumina con fuerza la evolución anímica de los soldados del derrotado Sexto Ejército.



En este espacio historiográfico, marcado por los Antony Beevor y compañía, apareció en 2011 Soldados del Tercer Reich (Destino, 2012). Escrito por dos académicos alemanes afincados en Reino Unido, Sönke Neitzel y Harald Welzer, presentaba la gran novedad de basarse en testimonios recogidos de prisioneros alemanes, sin que estos fueran conscientes del espionaje a que eran sometidos.



Por fortuna, la edición de estas cartas de soldados de la Wehrmacht da un paso más allá para comprender el interior de una guerra brutal. Ahora tenemos delante cartas redactadas entre el humo de las batallas, sobre las camas de los hospitales o en los tensos momentos que preceden el inicio de los combates. Podrá decirse que la correspondencia estaba sometida a censura pero, en el curso de la guerra, el Feldpost alemán (correo militar) transportó unos tres mil millones de cartas y paquetes, cantidad fuera de la capacidad de control de la logística nazi.



La fuente sobre la que ha trabajado Marie Moutier es la Deutsche Dienststelle -museo de la Comunicación-, archivo berlinés cuyos fondos proceden básicamente de donaciones de las familias. Fotos y más de 16.000 mil cartas de soldados alemanes enviadas entre 1939 y 1945. Para organizar y dar sentido a la muestra más representativa de este excepcional fondo documental, el criterio ha sido escoger y presentar las cartas agrupadas en tres periodos: de 1939 a 1941, de 1942 a 1943 y de 1944 a 1945. Dentro de esa periodización, Moutier ha buscado un abanico de situaciones vividas por los soldados que fuese lo más representativo posible. Puede afirmarse que ha conseguido un mosaico en el que se narran al lector las alegrías, el sufrimiento o la desesperación de unos hombres que convivían con la muerte.



Comprobar que estos combatientes de Hitler eran seres humanos con ideales, puede inquietar pero, "sus cartas -escribe Moutier- demuestran hasta qué punto aquel enfrentamiento se entendía como una guerra de civilizaciones". Los soldados que perdieron la segunda guerra mundial vistos desde dentro.