Santiago Muñoz Machado
Especial: Leer Cataluña
Tras un recorrido histórico desde la guerra de Secesión hasta la Constitución de 1978, aborda el desarrollo del Estado de las autonomías, con una proliferación de normas estatales y autonómicas que a menudo entran en conflicto entre sí, por lo que es necesaria una reforma general. En Cataluña todo se complicó con el Estatuto de 2006, que fue un error político, porque se marginó al primer partido de la oposición, y un error jurídico, porque ese Estatuto sólo habría sido viable con una reforma previa de la Constitución, que el gobierno de Zapatero no se atrevió a emprender y que habría requerido un amplio consenso. Tras ello era previsible el recurso del PP al Tribunal Constitucional y que este invalidara las disposiciones que chocaban frontalmente con la Constitución. Lo hizo con notable retraso en 2010 y a partir de entonces el nacionalismo catalán ha emprendido una huida hacia delante que le ha llevado a la convocatoria de un referéndum, para lo que carece de competencias legales, en el que se llamaría a los catalanes a decidir sobre la integridad territorial de España, un tema que atañe a la soberanía del pueblo español en su conjunto.
La declaración unilateral de independencia, representaría una ruptura revolucionaria con la legalidad de consecuencias imprevisibles. Es en cambio posible buscar una nueva fórmula de convivencia, que según la propuesta de Santiago Muñoz implicaría una reforma de la Constitución, que a la vez que racionalizara el Estado de las autonomías diera cabida a un encaje nuevo de Cataluña, haciendo posible un nuevo Estatuto. Todos los españoles votaríamos la reforma constitucional y los catalanes votarían el nuevo Estatuto, quizá el mismo día. Único requisito previo: un consenso como el de 1978. Si entonces se logró ¿por qué no ahora?