Saltando sobre todo tipo de mitos y falsificaciones, Potter situa al personaje en el núcleo del poder imperial y reivindica la ardua defensa de las fronteras de un Imperio que iba desde Britania a Mesopotamia. Un Imperio en el que el triunfo del Dios de los cristianos no era para nada obvio: "En el año de su nacimiento, 282 d.C., era sin duda mucho más fácil imaginarse un mundo en el que el cristianismo no ocupaba más que un lugar marginal". Es este un libro importante, que, como ha explicado el profesor de Oxford Fergus Millar, ofrece "un análisis original y penetrante, sólidamente basado en las evidencias de la época".
Constantino, el grande
David Potter
8 noviembre, 2013 01:00Saltando sobre todo tipo de mitos y falsificaciones, Potter situa al personaje en el núcleo del poder imperial y reivindica la ardua defensa de las fronteras de un Imperio que iba desde Britania a Mesopotamia. Un Imperio en el que el triunfo del Dios de los cristianos no era para nada obvio: "En el año de su nacimiento, 282 d.C., era sin duda mucho más fácil imaginarse un mundo en el que el cristianismo no ocupaba más que un lugar marginal". Es este un libro importante, que, como ha explicado el profesor de Oxford Fergus Millar, ofrece "un análisis original y penetrante, sólidamente basado en las evidencias de la época".