Ramón Tamames. Foto: Conchitina
Como refleja el título, el contenido de este libro es binario. Primeramente se examina la situación actual de la crisis financiera en el conjunto europeo, así como las soluciones recientemente formuladas. En la segunda, se presenta un conjunto de propuestas para el principal e inmediato problema de la economía española -urgencia del saneamiento financiero y evidencia de recesión-, y también para algunos graves problemas estructurales, algunos de los cuales lastran la economía española desde hace mucho tiempo. El propio autor, catedrático de Estructura Económica, afirma que su especialidad consiste en historiar el presente, incluyendo e identificando los deslizamientos del pasado sobre la realidad de hoy mismo.En la vasta e incesante literatura sobre los problemas económicos que nos abruman, este libro resulta recomendable por tres razones. La primera es el extraordinario conocimiento que Ramón Tamames posee de la economía española e internacional. La segunda, la claridad y orden de la exposición, con numerosos apartados y epígrafes. La tercera es la actitud vitalista y animosa del autor, circunstancia que me permito recomendar a los lectores cuando elijan libros para ilustrarse sobre las causas y perspectivas de la actual crisis económica.
La primera parte relata la creación de nuevas entidades como el Fondo y el Mecanismo de Estabilidad Financiera Europea, entre 2010 y 2012, y las reformas recientes y discutidas efectuadas en el Banco Central Europeo. Asimismo se expone con sencillez el duro proceso de los dos cuantiosos rescates planeados a la economía griega, de los cuales el segundo está aún pendiente de que se resuelvan las dificultades políticas internas. También se examinan los rescates de Irlanda y Portugal y la ardua situación en que se encuentran, desde hace dos años, Italia y España.
Se recogen aquí los principales debates -por ejemplo, sobre los eurobonos, rechazados enérgicamente por Alemania, o sobre la compra de deuda soberana por el BCE -imposible según sus actuales estatutos- y las proposiciones últimamente acordadas, como el pacto fiscal, el refuerzo de los fondos de rescate y la coordinación de ayudas entre el BCE y el Fondo Monetario Internacional. Por cierto, en dichos acuerdos, de diciembre de 2011, influyó particularmente Sarkozy, quien aún era presidente de Francia e hizo aportaciones significativas que contribuyeron a relajar la tensión financiera.
El autor de este libro se pronuncia sobre diversas cuestiones: a favor de la creación de eurobonos, del logro de una tesorería y una política fiscal europea común, y de una mayor coordinación entre los países occidentales y los emergentes, como India o China. También recoge una antigua recomendación suya: la creación de la Unión Monetaria Mundial. Podrá pensarse quizá que algunos de estos planteamientos son utópicos, cuando no se ha logrado todavía la imprescindible cohesión y concordancia entre los partícipes europeos, pero las reflexiones del autor sobre la historia de la Unión norteamericana y la evidencia de que los cambios institucionales se producen con rapidez cada vez mayor contribuyen a una consideración detenida de los mismos.
Tamames rechaza vigorosamente las tentaciones de salida precipitada del euro por parte de los países en dificultades, y desmenuza los problemas a los cuales quedarían abocados sus ciudadanos, además del resto de los europeos, y también disiente de un euro a dos velocidades, ya que ello repercutiría en fuga de capitales, acaparamiento de la moneda mejor y la exigencia de soluciones finales como la tristemente famosa congelación de depósitos bancarios en la Argentina de hace diez años.
En la segunda parte, dedicada a España, además de determinarse la espiral entre austeridad presupuestaria y pérdida de vitalidad de la economía, el autor enuncia una serie de reformas, muchas de ellas ya abordadas en el corto período de tiempo mediado entre la redacción del texto y la edición del libro, como la del mercado de trabajo, la necesidad de contención del gasto de las Autonomías o los recortes en algunas prestaciones sociales. En particular, realiza un infrecuente esbozo histórico de las relaciones laborales y del nacimiento de la Seguridad Social en la España contemporánea, aclarando el origen franquista de algunas de sus actuales características. Debe valorarse el interés de estas reflexiones, al haber sido hechas por un economista que tuvo una destacada participación política en la época de la transición a la democracia, tras haber sido durante muchos años militante del Partido Comunista en la clandestinidad. Su principal propuesta es la realización de reformas imprescindibles para conservar el estado de Bienestar.