Una novela de amor frustrado, No te veré morir, de Antonio Muñoz Molina, ha sido considerada por los críticos de El Cultural como la mejor de un año pródigo en grandes relatos. Junto a destacadas jóvenes autoras con audaces novelas que quiebran las fronteras entre los géneros, un puñado de consagrados (Vargas Llosa, Miguel Ángel Hernández, Martínez de Pisón) reivindica la pura ficción.
Consulte aquí las votaciones de nuestros críticos.
1. No te veré morir
Antonio Muñoz Molina
Seix Barral
Tras el libro testimonial Volver a dónde (2021), en el que retrataba, a través de centenares de estampas, lo visto y vivido en la España de pandemia, Antonio Muñoz Molina (Úbeda, 1956) vuelve a la novela con No te veré morir, una pura historia de amor que narra el reencuentro, cincuenta años después de la separación, de dos jóvenes enamorados, Gabriel Aristu y Adriana Zuber, que en los años 60 tuvieron que separarse.
Gabriel era hijo de un monárquico culto, amigo de Stravinski, Lorca, Manuel de Falla y Pau Casals, pero prospera en Estados Unidos como asesor financiero. Ella, en cambio, sufre maltrato conyugal y acoso. La impecable estructura narrativa de la novela, su audacia formal (especial mención merece la primera parte, más de setenta páginas sin un solo punto), su hondura y emoción marcan este relato ejemplar.
2. Anoxia
Miguel Ángel Hernández
Anagrama
Dolores Ayala, que regenta un decadente estudio de fotografía en un pequeño pueblo costero del litoral murciano, recibe un curioso encargo por parte de Clemente Artés, un elegante anciano: retratar el día de su entierro a un amigo que acaba de fallecer. El encargo insufla nuevos ánimos a la mujer, que verá con nuevos ojos a vivos y muertos. Lo mejor de esta espléndida novela es su reflexión sobre el significado más hondo del arte y sobre el dolor de existir y de ver morir.
3. La historia de los vertebrados
Mar García Puig
Random House
“El 20 de diciembre de 2015 me convertí en madre y enloquecí”. Así comienza una de las grandes sorpresas del año que termina, esto es, la primera novela de la ex diputada Mar García Puig (Barcelona, 1977). Elegante aproximación autobiográfica a los mitos de la maternidad y de las “malas madres”, ahora tan en boga, en él la autora recrea su experiencia política como diputada en el Congreso por En Comú, mientras relata el brote psicótico que padeció tras dar a luz a gemelos.
4. Material de construcción
Eider Rodríguez
Random House
Los límites entre los géneros y entre la ficción y la autoficcion, cada vez más porosos, tienen en Material de construcción el mejor y más dramático ejemplo, pues su autora, Eider Rodríguez (Rentería, 1977), ajusta cuentas con su pasado desde la emoción, el talento narrativo y una abrumadora sinceridad. A fin de cuentas, se trata de una apasionada carta de amor a su padre alcoholico, ya fallecido, en el que da cuenta del precio que toda la familia pagó por culpa de su adicción.
5. Castillos de fuego
Ignacio Martínez de Pisón
Seix Barral
Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960) aborda en esta descomunal novela la vida en la postguerra española, explorando las razones y sinrazones de la conducta de seres condenados a malvivir en tiempos de tragedia. El amor, el sexo, la traición, la violencia o el odio se apoderan de unas páginas dotadas de tramas emocionantes, historias cruzadas en las que coinciden héroes y villanos capaz de cualquier mezquindad con tal de sobrevivir.
6. Le dedico mi silencio
Mario Vargas Llosa
Alfaguara
Aunque el propio escritor y premio Nobel ha asegurado que Le dedico mi silencio es su última novela, la calidad y pasión que impregnan estas páginas invita a soñar con que tarde o temprano publicará otra al menos similar a esta, un verdadero canto de amor a Perú, a su gente, su música y su cultura. Un otoñal y melancólico Mario Vargas Llosa (Arequipa, 1939) recorre su país natal tras las huellas de Lalo Molfino, célebre guitarrista especializado en música criolla.
7. El sótano
Begoña Huertas
Anagrama
Publicada pocos meses después de la muerte de su autora, he aquí una ¿novela? nada ficticia que es una confesión y un grito desde el asombro y el dolor. “La enfermedad no se elige, pero yo me comportaba como si hubiera tenido la culpa”, escribe Begoña Huertas (Gijón, 1965-Madrid, 2022) al principio de un relato que, como subrayó Ignacio Echevarría en su momento, “respira serenidad, sabiduría, delicadeza, equilibrio. Y es oscuramente radiante, además de valiente”.
8. La educación física
Rosario Villajos
Seix Barral
Galardonada con el premio Biblioteca Breve, Rosario Villajos (Córdoba, 1978) se zambulle con La educación física en la historia de una adolescente, Catalina, que hace autostop después de huir de la casa de una amiga tras un incidente con el padre de esta. A lo largo de cuatro angustiosas horas, la protagonista se enfrentará a sus fantasmas y miedos más secretos, a los cambios que sufre su cuerpo y a las consecuencia de ser una mujer en un mundo machista.
9. Otaberra
Elisa Victoria
Blackie Books
Elegante, sutil y demoledora, Otaberra nos descubre la historia de Renata, una joven abrumada por el sentimiento de la culpa tras la muerte de un amigo, a la que asedian además ciertos rasgos psicológicos dolorosos. Por eso, la domina una disonancia en su percepción del tiempo, de modo que no puede percibir el presente, lo que hace que se sienta desconectada del instante y de la realidad. Elisa Victoria (Sevilla, 1985) retrata así una vida disociada que asombra y conmueve.
10. La naturaleza secreta de las cosas de este mundo
Patricio Pron
Anagrama
La novela comienza cuando una joven que conduce hacia Manchester, Olivia, tiene un accidente y pierde el control del automóvil mientras recuerda a su padre, Edward, desaparecido misteriosamente hace veinte años sin dejar rastro. Luego, será el padre quien se apodere de esta estupenda novela sobre la huida, la pérdida y la familia, pero dejando al lector la responsabilidad de encontrar el sentido de la fuga y de la vida misma.