El español cuenta ya con casi 500 millones de hablantes nativos (499.947.796, según la estimación más precisa) y roza los 600 millones de hablantes totales (599.405.122) si se suma a quienes lo hablan como lengua extranjera y quienes lo estudian. Esto significa que el 7,5 % de la población mundial habla nuestro idioma. Además, el español continúa siendo la segunda lengua materna más hablada del planeta, tras el chino mandarín, y seguirá creciendo durante las próximas cinco décadas.
Por número de hablantes totales, el español es hoy la cuarta lengua del mundo, por detrás del inglés, el chino mandarín y el hindi, pero es la segunda lengua de comunicación internacional, solo por detrás del inglés. No obstante, aunque seguirá creciendo en términos absolutos, el peso relativo del español disminuirá en los próximos años del 7,5 al 6,5 %, debido al incremento demográfico del África subsahariana.
Estos son algunos de los datos de El español en el mundo 2023, la última edición del anuario del Instituto Cervantes, la entidad pública encargada de la promoción y enseñanza de la lengua española en el mundo, que lo ha presentado este lunes. Aunque estos anuarios vienen reflejando en los últimos años un ascenso continuado de nuestra lengua, "orgullo no puede significar autocomplacencia", ha destacado este lunes el director del Instituto Cervantes, el poeta Luis García Montero.
Las proyecciones de futuro auguran que el número de usuarios potenciales de español seguirá aumentando en términos absolutos hasta 2071, año en que superará los 718 millones de personas, con distinto grado de dominio de la lengua. A partir de ese año, se prevé que el número de hablantes de español se reduzca progresivamente hasta situarse en los 693 millones al acabar el siglo XXI.
El anuario también traza la evolución del español en las últimas décadas, lo cual revela un crecimiento espectacular del número de hispanohablantes desde 1950, año en que solo contaba con 153 millones de hablantes.
El director también ha celebrado que "el español se va extendiendo junto a las redes del Instituto Cervantes en el mundo". Tras las crisis de 2008 hubo un gran recorte de presupuesto que impidió desde 2009 abrir nuevos centros, pero en los últimos años se han abierto sucursales en Dakar (Senegal), Los Ángeles (EE. UU.), Seúl (Corea del Sur), además de nuevas extensiones en Salónica (Grecia), Edimburgo (Reino Unido), Rabuni (Argelia), Nuakchot (Mauritania) y Melbourne (Australia).
Actualmente, 23 millones de personas en todo el mundo estudian español como lengua extranjera, aunque hay un número considerable de alumnos no contabilizados, sobre todo en centros de enseñanza privada, y otros que lo hacen de manera autónoma a través de plataformas digitales.
"Siempre nos gusta decir que enseñar una lengua es mucho más que enseñar un vocabulario", ha afirmado García Montero. "Ser una gran lengua hegemónica, más que prepotencia, significa respetar y alegrarnos de nuestra diversidad".
El anuario, de hecho, ofrece un apartado dedicado al lenguaje y la inclusión en el que se abordan asuntos como la coexistencia de las lenguas de signos con el español, el lenguaje y la igualdad entre hombres y mujeres, la historia del braille, el diseño de pruebas adaptadas de dominio de lenguas para personas con trastornos como la dislexia o la promoción de un lenguaje administrativo claro. el español, el lenguaje y la igualdad entre hombres y mujeres, la historia del braille, el diseño de pruebas adaptadas de dominio de lenguas para personas con trastornos como la dislexia o la promoción de un lenguaje administrativo claro. el español, el lenguaje y la igualdad entre hombres y mujeres, la historia del braille, el diseño de pruebas adaptadas de dominio de lenguas para personas con trastornos como la dislexia o la promoción de un lenguaje administrativo claro.
La Administración suspende en lenguaje claro
Con respecto a este último punto, Estrella Montolío, catedrática de Lengua Española de la Universidad de Barcelona y autora del artículo "La Administración somos todos. Pero ¿nos habla a todos?", señala que hay varios estudios que reflejan "cifras devastadoras" en cuanto a la comprensión de los textos administrativos por parte de la población. Así, "el 61 % de las personas encuestadas ha abandonado un procedimiento digital porque no ha entendido lo que tenía que hacer y el 75% de la documentación más básica para solicitar una beca no cumple los estándares internacionales del lenguaje claro".
Además, el barómetro de opinión del Consejo General del Poder Judicial revela que el 85% de las personas encuestadas considera que la comunicación de jueces y fiscales es "incomprensible", aunque valora bien la equidad del sistema judicial. Incluso en encuestas a los propios profesionales de la justicia que atienden al público en ventanilla, estos señalan "de manera indiscutible que la gente no entiende" las comunicaciones judiciales. "No entienden palabras como providencia de apremio, plusvalía o sujeto pasivo, pero tampoco otras como ordenanza, recurso o alegación", señala Montolío.
Lenguaje e igualdad entre hombres y mujeres
Montolío también es coautora, junto a Irene Yúfera Gómez, de la Universidad de Barcelona, del artículo "Presentes sin presencia. Reflexiones acerca de la comunicación desde la perspectiva de la igualdad entre hombres y mujeres".
Afirma la autora que el desdoblamiento de género "partía de un deseo legítimo de visibilizar a las mujeres pero se ha convertido para algunos en una obligación antipática, y para otros en motivo de chirigota". También reconoce que su uso en determinados casos "es complicado" y que suscita polémica acerca de si es una herramienta efectiva para reducir el sexismo.
Por otra parte, el uso del desdoblamiento puede ser una "nube de humo con la que se oculta la inequidad comunicativa que hay debajo". En su artículo pone el ejemplo de un directivo que usa el desdoblamiento de género en sus comunicaciones pero se refiere a sus empleadas como "mis chicas", mientras que nunca usa el término "mis chicos" para referirse a sus empleados masculinos. También pone como ejemplo a una patrulla de policía compuesta por un hombre y una mujer y el hecho de que los ciudadanos se dirijan siempre a él cuando necesitan algo.
Por otra parte, Montolío recalca que "la discriminación hacia las mujeres no es una cosa subjetiva, sino algo empírico que está demostrado, y que las mujeres no son una minoría, ya que en España componen el 52 % de la población.
El español en Europa
En cuanto a la situación del español en Europa, destaca el dato de que 76 millones de europeos son capaces de comunicarse en español en la Unión Europea con distinto grado de competencia en el idioma. De ellos, 45 millones lo hablan de manera nativa. Fuera de España, más de un millón de ciudadanos europeos hablan español de forma nativa. En cuanto a su peso institucional en la UE, el español ocupa el cuarto puesto por detrás del inglés, el francés y el alemán. También es la cuarta lengua de la UE por número de hablantes nativos, por detrás del alemán, el italiano y el francés y en número de personas que la tienen como extranjera, después del inglés, el francés y el alemán. En cambio, es la segunda lengua más estudiada en la educación secundaria superior después del inglés.
En 19 de los 27 estados miembros de la UE, el español es el idioma que más les gustaría aprender a sus ciudadanos como segunda lengua extranjera. Asimismo, el brexit ha supuesto un incremento de peso relativo del español dentro de la UE y ha estimulado la demanda de su estudio en el Reino Unido.
El español en Estados Unidos
Más de 62,5 millones de estadounidenses, el 18,9 % de la población total del país, son de origen hispano. Se trata, con diferencia, de la minoría más numerosa de Estados Unidos, muy por encima de la afroamericana (13,6 %) y de la asiática (6,1 %). Dos de cada tres hispanos utilizan el español en el entorno familiar.
La comunidad hispana sigue siendo el principal granero demográfico de Estados Unidos y si este grupo fuera un país independiente, sería la quinta economía más potente del mundo, por encima de la británica, la india o la francesa.
Según las previsiones, en 2060 Estados Unidos será el segundo país hispanohablante del mundo (solo precedido por México), con 111 millones de personas. Esto supone que el 27,5 % de la población estadounidense será de origen hispano dentro de cuatro décadas. No obstante, el ritmo de crecimiento de la población hispana del país norteamericano se ha ralentizado en las últimas décadas, señala el anuario del Instituto Cervantes.
Por otra parte, solo una quinta parte de los alumnos estadounidenses (el 19,7 %) estudia una lengua extranjera, con lo que el potencial de crecimiento que tiene el español es muy amplio, teniendo en cuenta su fuerte implantación y demanda en los centros educativos.
El español en la ciencia y en internet
El español es la tercera lengua más usada en Internet, por detrás del inglés y del chino mandarín.
Potenciar el español en la ciencia es uno de los principales caballos de batalla del Instituto Cervantes. Para mantener la hegemonía del español en el futuro, "no basta con la demografía ni con el prestigio cultural de ser la lengua de Cervantes o Santa Teresa de Jesús; por eso es fundamental hacer del español una lengua de ciencia y tecnología", opina García Montero. A este respecto, señala la importancia de que el Instituto Cervantes haya firmado acuerdos con la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología y con el Centro Superior de Investigaciones Científicas. "Debemos intentar mecanismos para que la ciencia no solo se pueda comunicar bien en español, sino que la investigación pueda hacerse en español", afirma el director del Cervantes.
En este sentido, considera importante la apertura del centro del Instituto Cervantes en Los Ángeles, "porque allí están las grandes compañías tecnológicas". También ha afirmado que "la apuesta por la ciencia en español tiene que ser panhispánica", y ha mencionado el decálogo que el instituto ha publicado con el objetivo de "democratizar la inteligencia artificial y evitar todo tipo de sesgos en el desarrollo tecnológico y en el lenguaje de las máquinas".
Cinco países, a fondo
Además de trazar un gran panorama demolingüístico de nuestro idioma en el mundo, la publicación ofrece artículos que analizan concretamente la situación del español en cinco países: Tailandia, Portugal, Ucrania, República Democrática del Congo e Irán. La elección de estos países no ha sido azarosa, sino que responde a la intención de conocer "la situación del español en zonas que viven una situación difícil y de qué manera eso nos compromete democráticamente con estas sociedades", afirma García Montero.
Carmen Pastor, la directora académica del Instituto Cervantes, ha desglosado los datos más importantes sobre la lengua española en cada uno de estos países. En Tailandia, más de 10.000 personas hablan español, de las que 8.000 son estudiantes. La cifra ha crecido debido al crecimiento del turismo hispanohablante. "A pesar de ser para ellos un idioma difícil por la gran distancia lingüística con el tailandés, les da salidas profesionales", ha explicado Pastor. Además, el gobierno tailandés ha apostado por incluir nuestro idioma en las pruebas de selectividad para la universidad. "Es una gran noticia y motiva mucho a los estudiantes para aprender español".
En Portugal, por su cercanía geográfica y estrecha relación con España, un millón de personas habla español, de las cuales casi todas lo han aprendido en la escuela. El artículo dedicado a Ucrania en el anuario explica que en aquel país se empezó a hablar español con la llegada de los llamados "niños de la guerra", es decir, aquellos que fueron evacuados por la Segunda República durante la Guerra Civil Española, y el idioma floreció especialmente tras la revolución cubana. Actualmente, Ucrania cuenta con 12.000 estudiantes de español.
En la República Democrática del Congo solo hay 2.000 estudiantes de español, que se enseña en tres universidades y varias escuelas internacionales. No obstante, Pastor señala que "en el África subsahariana hay mucho interés en nuestro idioma".
Por último, en Irán se retomó la enseñanza del español tras el parón de la revolución islámica. Hoy se enseña en tres universidades además de algunos institutos privados y hay unos 400 estudiantes.